YUGOSLAVIA: Diáspora serbia financiará campaña contra Milosevic

Opositores y emigrados serbios se reunieron en Hungría junto al heredero del trono de Yugoslavia y prometieron millones de dólares a los partidos políticos de Serbia dispuestos a derrocar al presidente Slobodan Milosevic.

Durante el fin de semana y hasta el lunes, los congregados en la aldea de Szentander se presentaron como representantes de los tres millones de serbios dispersos en el mundo, y manifestaron la voluntad de ayudar a los 6,5 millones de habitantes de Serbia.

Concluyeron que el principal problema de su país es el gobierno de Milosevic. La mayoría de los partidos opositores serbios estuvieron presentes en la reunión, que fue ignorada por los medios de comunicación oficiales de Serbia.

Serbia y Montenegro, que en conjunto integran la Federación Yugoslava, "deben tener y merecen un gobierno democrático que respete los derechos de todos sus ciudadanos, sin importar su origen étnico o religión", declararon los participantes.

Con este fin, prometieron "millones de dólares" que serán recaudados a través de aportes voluntarios de serbios que viven en el extranjero.

La primera reunión de los representantes de la diáspora serbia se celebró bajo el patrocinio del príncipe Alexander Karadjordjevic, heredero del trono de la antigua Yugoslavia, con la aprobación de la Iglesia Ortodoxa de Serbia.

Karadjordjevic nació en Londres en 1943 luego de que su familia huyera de la ocupación alemana en 1941. Nunca pudieron recuperar la corona, ya que las guerrillas de Jozip Broz Tito fundaron la república socialista en 1945, después de expulsar a los invasores alemanes.

Los monárquicos de Serbia son representados en gran parte por el nacionalista Movimiento de Renovación Serbia, el principal partido opositor del país, liderado por Vuk Draskovic, aunque la coalición rival Alianza por el Cambio no descarta el retorno a la monarquía.

La reunión fue auspiciada por varias organizaciones de emigrados serbios de Estados Unidos y Francia. La mayor es el Consejo por el Cambio Democrático, de Michael Miroslav Djordjevic, con sede en Estados Unidos.

Aparte del grupo de Djordjevic, otras organizaciones presentes fueron el Congreso de la Unidad Serbia, de Estados Unidos, y la Fundación por la Paz y contra la Crisis, de Francia.

De Serbia estuvieron el partido de Draskovic y casi todos los dirigentes de la Alianza por el Cambio, la Iglesia, y economistas independientes, entre otros.

De los 6,5 millones de habitantes serbios, un millón son refugiados o desplazados de Croacia y Bosnia-Herzegovina, antes parte de la Federación.

Tres oleadas emigratorias crearon una gran comunidad de emigrados a partir de 1941. La primera comenzó con la ocupación alemana y duró hasta después de la segunda guerra mundial, cuando el Partido Comunista tomó el poder.

La segunda se desplazó entre 1965 y 1975, cuando la antigua Yugoslavia permitió viajar libremente al exterior. Muchos serbios viajaron a países occidentales, especialmente a Alemania, en busca de trabajo.

Las estadísticas señalan que de los tres millones de serbios que viven en el exterior, dos millones pertenecen a esta segunda oleada.

La última oleada comenzó en 1991, cuando la antigua federación yugoslava se disolvió por la separación de Eslovenia y Croacia, y luego por la de Bosnia-Herzegovina. Después se desató una cruenta guerra étnica y Serbia fue sometida a sanciones internacionales.

La tercera oleada de emigrantes incluyó a unas 300.000 personas, en su mayoría jóvenes y educadas.

Las organizaciones serbias en el exterior "deben influir sobre la opinión pública y los gobiernos de los países (anfitriones) para que comprendan la situación en Serbia", dijo Radoslav Stojanovic, del Movimiento de Renovación Serbia.

"Las severas sanciones contra Serbia se deben retirar, ya que sólo perjudican a la gente y a sus vidas cotidianas", aseguró.

La reunión concluyó que "siglos de herencia serbia fueron profanados por el actual régimen" de Milosevic.

"Las tradiciones democráticas de Serbia fueron destruidas por quienes están en el poder ahora, y la historia de su gobierno de 10 años es sólo la historia de interminables catástrofes políticas, económicas y sociales", declararon los participantes.

"Con los medios democráticos a su disposición, los serbios deben cambiar a la gente en el poder en el país ahora", exhortó la declaración final de la reunión.

Así mismo, los representantes de los emigrados exigieron el derecho a votar desde el exterior, como lo permite la vecina Croacia.

Vladan Batic, de la Alianza por el Cambio, defendió el derecho de la oposición a recibir ayuda financiera de las comunidades serbias en el exterior.

La coalición de gobierno en Yugoslavia criticó a los grupos y medios de comunicación opositores por recibir ayuda financiera de los gobiernos de Estados Unidos y Gran Bretaña.

Un tema que se planteó en la reunión fue la capacidad del sector privado para invertir en la reconstrucción de Serbia. Pero empresarios presentes afirmaron que no podrían prometer financiación alguna.

No hay forma de invertir un centavo en Serbia ahora, dijeron, y no sólo por las sanciones internacionales. "Los empresarios serbios que viven en el exterior temen que el dinero que inviertan termine en las manos equivocadas", dijo la economista Milena Davidovic.

El colapso del sistema bancario en 1992 fue seguido por el congelamiento de 4.000 millones de dólares en ahorros privados, que habrían sido usados para financiar a las Fuerzas Armadas o apropiados por altos funcionarios. (FIN/IPS/tra-en/vpz/ak/aq/ip/99

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