URUGUAY: Gana el socialista Vázquez, pero habrá segunda ronda

El socialista Tabaré Vázquez logró hoy la victoria en las elecciones presidenciales de Uruguay, pero no alcanzó la exigida mayoría absoluta de votos y deberá enfrentarse en una segunda ronda, dentro de un mes, con el candidato oficialista Jorge Batlle.

Los partidarios de Vázquez, un médico oncólogo de 59 años, líder del Encuentro Progresista-Frente Amplio (EP-FA), se lanzaron a las calles a celebrar un triunfo histórico que asegura a la coalición izqquierdista la mayoría relativa de escaños en la Cámara de Diputados y en el Senado.

El candidato del EP-FA fue proclamado ganador de la jornada de este domingo en las encuestas a boca de urna conocidas a las 23.30 GMT, una hora después del cierre de la votación.

Pero la alta proporción de votantes que se negaron a responder a los encuestadores determinaron a los responsables de las empresas de opinión pública a postergar su información definitiva sobre porcentajes obtenidos por cada candidato.

"Sin dudas razonables", se puede afirmar que Vázquez y el liberal Batlle, del Partido Colorado, se disputarán la Presidencia en la segunda ronda, el 28 de noviembre, afirmó Luis Eduardo González, de Cifra.

González señaló que no respondieron cerca de 30 por ciento de los votantes consultados por su empresa y Agustín Canzani, de la firma Equipos-Mori, presentó también una importante proporción de votante en el casillero "no contesta".

Canzani informó que 32,5 de las personas consultadas por Equipos-Mori a la salida de los centros de votación dijeron haber votado a Vázquez, y 20,9 por ciento a Batlle, que será el único rival del candidato izquierdista en la segunda ronda.

Luis Alberto Lacalle, del cogobernante Partido Nacional, tenía 14,2 por ciento, y Rafael Michelini, del socialdemócrata Nuevo Espacio, 2,7 por ciento. El resto son respuestas denegadas.

Pero Canzani puntualizó que, de repetirse la experiencia de las elecciones presidenciales de 1994, la mayoría de los que no respondieron a la encuesta a boca de urna se inclinarían por el Colorado o el Nacional, los dos partidos tradicionales.

Se trata de la proporción más alta de respuestas denegadas en las últimas cuatro elecciones nacionales de Uruguay, que en 1984 volvió a votar, después de un intervalo de 13 años determinado por la dictadura militar (1973-1985), que suspendió los comicios previstos para 1976.

El diputado Guillermo Chifflet, del EP-FA, exhortó a los simpatizantes de Vázquez a "festejaron con calma" y a aguardar "con serenidad" la votación final de noviembre.

Chifflet afirmó que el triunfo de este domingo "es el resultado de años de siembra, e indica que la esperanza (de contar con un gobierno del EP-FA) ha dejado de ser una (mera) intención".

La recepción de votos había comenzado a las 11 GMT y la jornada transcurrió con normalidad hasta el cierre, informó el Ministerio del Interior. El escrutinio oficial estará casi terminado sobre las 03.00 GMT del lunes, anunció la misma fuente.

La participación electoral habría sido de cerca de 90 por ciento de los 2,4 millones de inscriptos, de acuerdo con el cálculo de Equipos-Mori. La ley electoral establece la obligatoriedad del voto y contempla sanciones para quienes se abstengan.

Canzani señaló la semana pasada que la tendencia de las encuestas para la segunda ronda adjudica a Batlle 44 por ciento de los votos y a Vázquez 42, aunque el respaldo a éste iba en aumento.

Por su parte, González había opinado que si Vázquez lograba 40 por ciento este domingo, podría derrotar a Batlle en la segunda instancia.

La incógnita para la segunda vuelta reside en la decisión de los simpatizantes de los candidatos a la Presidencia que no lograron superar la instancia de este domingo.

Se trata, especialmente, de quienes apoyaron al ex presidente Lacalle (1990-1995), quien aseguró en la campaña electoral que votaría el 28 de noviembre a Batlle, de 72 años, en caso de no llegar a la segunda ronda.

Hace una semana, Batlle y su compañero de fórmula presidencial, Luis Hierro, comenzaron a pedir el voto a los nacionalistas para la segunda vuelta.

"Sea cual fuere el resultado electoral, estamos seguros de que blancos y colorados vamos a estar juntos para llevar el país adelante", declaró Hierro.

Si los votantes del Partido Nacional tomaran igual decisión que su líder se confirmaría la hipótesis del actual presidente Julio María Sanquinetti, que considera a la sociedad uruguaya dividida en dos "familias ideológicas".

El Partido Colorado y el Nacional, a los que, según Sanguinetti, sólo separan diferencias políticas, conformarían la familia ideológica liberal, frente a la que avanza la familia ideológica "marxista", agrupada en el EP-FA.

"Hoy votamos con el corazón, y el 28 de noviembre votaremos con la razón", declaró Sanguinetti este domingo, para instar a la "familia liberal" a cerrar filas en la segunda ronda en torno de Batlle.

Pero Vázquez y otros dirigentes de la izquierda no aceptan esa tajante división y confían en ganar para fines de noviembre el voto de suficientes seguidores de los partidos derrotados este domingo para vencer en la jornada decisiva.

Mientras, Batlle dijo a IPS que "sea cual sea el resultado, hay que respetarlo, pues esa es la tradición de los uruguayos en democracia. Será necesario ver qué pasa en noviembre".

El gobierno del EP-FA "hará temblar hasta las raíces de los árboles", anunció Vázquez, dirigente del Partido Socialista, cuando todavía no había comenzado la campaña electoral. Pero luego moderó su discurso, para captar el decisivo voto centrista.

El EP-FA, conformado por socialistas, comunistas, ex guerrilleros tupamaros, independientes de izquierda, democristianos y militantes separados de los partidos tradicionales, nació en 1971 y en 1989 se convirtió en la primera fuerza política en Montevideo, donde residen casi 45 de los uruguayos.

Junto con la primera vuelta de la elección presidencial, los uruguayos votaron este domingo para renovar los 31 escaños del Senado y los 99 de la Cámara de Diputados. Los legisladores del EP- FA conformarán el bloque más numeroso.

Pero, si logra el triunfo en noviembre, Vázquez no tendrá suficiente respaldo en el parlamento para la aprobación de sus principales proyectos de ley, como el impuesto a la renta de las personas físicas, anunciado como uno de los ejes de su política social y de estímulo de la producción.

El líder izquierdista ha advertido que, si el parlamento bloqueara sus iniciativas, recurriría al plebiscito, para que la última palabra sea del cuerpo electoral. La democracia directa se impondría entonces sobre el sistema representativo encarnado en el Poder Legislativo. (FIN/IPS/ff/ip/99

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