SALUD: Acometida final contra la lepra

La Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció la creación de una Alianza Mundial con el objetivo de que la lepra quede eliminada como problema sanitario en todos los países en el año 2005.

La Alianza, integrada por gobiernos de los países más afectados por el mal y por organizaciones no gubernamentales e instituciones humanitarias, se propone detectar y curar entre 2,5 y 2,8 millones de casos de lepra en el mundo.

La nueva meta del 2005 constituye una reactualización de los fines establecidos en 1991, cuando la Asamblea Mundial de la Salud se propuso que la tasa de prevalencia de la enfermedad descendiera a menos de un caso cada 10.000 personas en el 2000.

Un año antes del plazo fijado, la OMS verificó que esa tasa es aún cuatro veces superior al objetivo deseado en los diez países más afectados.

Entre las variadas razones del fracaso, la OMS mencionó la intensidad de la transmisión del mal y la limitada cobertura geográfica alcanzada por los servicios del Tratamiento Multidroga (MTD), que incluye tres fármacos: dapsone, rifampicina y clofazimine.

En algunos países sacudidos por conflictos internos, el deterioro de las infraestructuras sanitarias también conspiró contra los esfuerzos para eliminar la enfermedad.

Los países que en 1999 concentraron 90 por ciento de la prevalencia de la enfermedad son Angola, Birmania, Brasil, Guinea, India, Indonesia, Madagascar, Mozambique, Nepal, Níger, República Centroafricana y República Democrática del Congo.

Uno de los motivos más importantes del fracaso fue la detección de numerosos casos ocultos que obedecen a razones complejas.

Entre esas causas están el acceso inadecuado al diagnóstico y al tratamiento, el conocimiento insuficiente de los síntomas iniciales de la enfermedad y la demora en buscar atención médica de muchas personas afectadas que temen la estigmatización social de la lepra.

Los efectos de esa tardanza pueden ser devastadores para los enfermos y para sus familiares, pues la lepra puede conducir a deformaciones progresivas e irreversibles, advirtió la OMS.

La nueva ofensiva conservará la estrategia anterior, basada en campañas de detección de casos de la enfermedad y en el suministro del MTD, que ha demostrado ser efectivo para curar la lepra, con buena tolerancia y una tasa de recaída muy baja.

La carta de triunfo de la nueva campaña será el involucramiento de la totalidad de los servicios sanitarios de los países en los cuales la lepra es endémica.

Durante los próximos seis años se prevé asegurar la disponibilidad gratuita de los tres medicamentos usados en el MTD.

La estrategia incluye acciones de divulgación orientadas a crear conciencia en la comunidad de la necesidad de solicitar el tratamiento ante la aparición de los primeros síntomas.

La campaña de la Alianza, bautizada "La acometida final", incorpora medidas de verificación y acciones correctivas oportunas.

La OMS entiende por "eliminación" de la lepra el logro de una tasa de prevalencia inferior a un caso cada 10.000 habitantes, para reducir en forma sustancial las fuentes de contagio y lograr que la enfermedad desaparezca de forma natural, como ha ocurrido en muchas partes del mundo.

En los 12 países en los cuales la enfermedad es más endémica, esa tasa es actualmente 4,5 veces más alta que el objetivo fijado.

India, el país en el cual la lepra es más endémica, ha ofrecido su capital, Nueva Delhi, como sede de la nueva coalición contra la enfermedad.

En la Alianza Mundial participan, además de la OMS y de los gobiernos comprometidos, la Federación Internacional de Asociaciones contra la Lepra (ILEP) y la Fundación Nippon.

También aportan colaboración la Agencia de Desarrollo Internacional de Dinamarca (DANIDA), el Banco Mundial y la transnacional farmacéutica Novartis.

La directora de la OMS, Gro Harlem Brundtland, agradeció "el sólido apoyo de nuestros socios en los años finales de la lucha contra la lepra".

En un mensaje a la Tercera Conferencia Internacional sobre la Eliminación de la Lepra, que sesionará en Abidjan desde este lunes hasta el miércoles, Brundtland instó a "unir nuestras manos en una acometida final para relegar a la historia una enfermedad tan espantosa". (FIN/IPS/pc/mp/he ip/99

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