El escenario no es tan caótico como hace unos meses, pero aún persisten amenazas que podrían afectar la normalidad del primer día del próximo siglo, debido a la denominada falla informática del 2000 (Y2K).
Vuelos retrasados o cancelados, semáforos enloquecidos, cajeros automáticos descompuestos, fallas en los sistemas eléctricos, agua o comunicaciones son algunas de estas amenazas.
La mayoría de los países de América del Sur superaron las pruebas en los cinco sectores (energía, telecomunicaciones, transporte, salud y finanzas) que han planteado los expertos del Centro de Cooperación Internacional Y2K, financiado por el Banco Mundial y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.
Pero si en general los países sudamericanos se encuentran en la categoría de "riesgo moderado", los de de América Central, en cambio, afrontan serios riesgos en los sectores prioritarios.
Aún ocurren casos que preocupan a los expertos. En Brasil, por ejemplo, un automovilista recibió a fines de octubre una multa de tránsito que vencerá en enero del año próximo y con moras calculadas desde 1900.
Esto significa que los riesgos siguen latentes en ese país, donde estudios privados internacionales citados por el ministro de Planificación, Solman Lemos Pinto, aseguran que los preparativos se cuentan entre los mejores del mundo.
El experto Russ Kelly estima que se registrarán problemas con los mecanismos cotidianos, como acceso con tarjetas, bombas de gasolina o cajeros automáticos.
Kelly, quien estuvo en Lima invitado por una empresa privada peruana para dictar charlas a ejecutivos sobre el tema, advirtió que estos problemas no ocurrirán necesariamente al mismo tiempo, sino que se sucederán en los tres primeros meses del año.
Su recomendación consistió en que se almacenen datos como parte sustancial del Plan de Contingencia que los sectores en riesgo deben tener.
"Las empresas que no restablezcan sus datos no van a poder sobrevivir ni continuar con sus negocios más de tres o cuatro semanas", advirtió.
El sector financiero sigue siendo uno de los más vulnerables. En Perú, uno de los países mejor preparados de la región, según el Banco Mundial, la banca privada realizó un simulacro de cambio de fecha con un margen de error de cero por ciento, que devolvió la calma a muchos especialistas.
"Existe mayor posibilidad de falla en un día normal del año que el 1 de enero del 2000", comentó con entusiasmo después de la prueba Ignacio Soto, miembro de la comisión peruana YK2, integrada por expertos en finanzas e informática.
Ese nivel de eficiencia le costó a la banca peruana dos años de trabajo, cambios completos de sistemas y equipos, ensayos y modificaciones, además de una inversión cercana a los 150 millones de dólares.
Otros sectores que no cuentan con los mismos recursos, confrontan riesgos severos en Perú, advirtió Kelly. Como consecuencia directa de fallas en sus sistemas informáticos quebrarán cinco por ciento de las pequeñas y medianas empresas, uno de los sectores que se verá más afectado a nivel mundial.
En Estados Unidos, por ejemplo, se estima que quebrarán 750.000 pequeñas empresas, sobre un total de cinco millones, indicó el experto.
"La mayoría de pequeñas empresas trabajan con márgenes muy pequeños, quedando muy desprotegidas ante problemas técnicos, lo cual constituye un factor adicional para el cierre de los negocios", aseveró.
Otro sector que aún confronta problemas es el de la salud. En diversos países de América Latina se han detectado fallas en los equipos biomédicos. El problema se agrava ante la falta de recursos para repararlos o reemplazarlos.
Félix Murillo, jefe del Instituto Nacional de Estadísticas e Informática (INEI), organismo que centraliza las acciones preventivas del país, confirmó que el sector salud es uno de los puntos más débiles, pero aseguró que las fallas no pondrán en riesgo la vida de los pacientes.
Autoridades de la Corporación Peruana de Aeropuertos y Aviación Comercial, otro de los sectores comprometidos, informaron que cuentan con un plan de contingencia y que están coordinando con países limítrofes para conjurar posibles fallas.
La seguridad que ofrezcan los cinco aeropuertos más importantes del país para fin de año es vital debido a la gran cantidad de turistas extranjeros que han decidido recibir el milenio en ciudades peruanas como Cusco, Iquitos y Arequipa.
Según la última encuesta realizada por el Banco Mundial en 39 países, sólo 35 por ciento de ellos cuenta con un eficiente plan nacional para el cambio de fecha. Perú y México se encuentran en el segundo nivel de preparación para superar la prueba, aunque ambos se encuentran en la categoría de "riesgo moderado".
El primer nivel lo ocupan Estados Unidos, Canadá, Gran Bretaña, Australia e Irlanda.
Consultores internacionales estiman que hasta el momento se ha invertido alrededor de 650.000 millones de dólares en todo el mundo para adecuar los sistemas informáticos. Ese monto podría crecer hasta los tres billones de dólares cuando los sistemas menos preparados comiencen a colapsar. (FIN/IPS/zp/ag/sc/99