El gobierno de Paraguay reiteró hoy, mediante varios voceros, que descarta la existencia de un plan para dar un golpe de Estado, pero confirmó que ocho militares están detenidos y otros cuatro son buscados bajo acusación de insubordinación.
Las autoridades afirmaron que existen intentos de desestabilización por parte de los seguidores del ex general Lino Oviedo, hoy asilado en Argentina.
Oviedo, quien intentó dar un golpe de Estado en 1996, huyó del país tras la renuncia de su discípulo el ex presidente Raúl Cubas, el 28 de marzo, y ha sido acusado como responsable del asesinato del vicepresidente Luis María Argaña, que se llevó a cabo el 23 de marzo y precipitó la caída de Cubas.
Un pedido de extradición de Oviedo presentado por Asunción fue rechazado por el gobierno de Carlos Menem, que ya había otorgado asilo al ex militar.
Los ocho detenidos fueron llevados al Comando del Ejército en Asunción y sometidos a interrogatorios, confirmó en la madrugada de este lunes el ministro de Defensa Nacional, Nelson Argaña, quien negó que se hubiera descubierto un plan para dar un golpe de Estado pero confirmó que existieron casos de desobediencia.
Otros cuatro uniformados son buscados por las autoridades, las cuales se proponen detenerlos y entregarlos a la Justicia Militar para que sean procesados.
El diario opositor ABC señaló que los arrestados habrían organizado "un supuesto mitin en la unidad de Paraguarí, a 75 kilómetros de la capital, para desplazar al comandante interino, coronel Salvador Díaz Escobar" e iniciar operaciones militares orientadas hacia la capital.
El oficialista diario Noticias tituló "Abortan un intento de golpe de Estado" y dio detalles sobre un presunto plan que iba a ser lanzado a las 11 GMT del domingo e incluía cortes de luz a las 13 GMT, para "infiltrar" el aeropuerto internacional y "apresar al presidente a su llegada para hacerle renunciar".
El presidente Luis González Macchi volvió al país el domingo, un día antes de lo previsto, tras participar en la IX Cumbre Iberoamericana realizada en La Habana y visitar Costa Rica.
González Macchi destacó que había recibido felicitaciones de los participantes en la Cumbre por la forma en que "Paraguay se está estabilizando en el tema político".
"No me extraña que los enemigos de la democracia tengan su estrategia para combatirnos", añadió, pero criticó los cuestionamientos "de los amigos con los que abrazamos la bandera de la democracia", en referencia al Partido Liberal, que el próximo 25 analizará su retiro del cogobierno.
En la noche del domingo se supo que habían sido detenidos oficiales y suboficiales del arma de Artillería, antiguo reducto del ex dictador Alfredo Stroessner (1954-1989).
"Existen los desestabilizadores enviados por el oviedismo", declaró el domingo, en el aeropuerto internacional, el ministro del Interior Walter Bower, antes de trasladarse a la residencia presidencial, donde los integrantes del gabinete discutieron la situación con el mandatario recién llegado.
El ex general Regis Romero, uno de los responsables del derrocamiento de Stroessner, sugirió tres hipótesis: que el gobierno busque remover a mandos no oficialistas que superaron los tribunales de calificación, que haya una intriga de oficiales o que se esté ante "un caso de malestar castrense que hay que investigar".
Romero recordó que en Paraguay nunca hubo un golpe de Estado promovido desde los mandos medios, pero añadió que de todos modos estaba "muy preocupado" y sugirió al presidente que convocara "a los oficiales con asiento en la capital en el polideportivo de la Caballería", para "tranquilidad de la población".
El ex vicecanciller Carlos Mateo Balmelli admitió que "hay incomodidad en las Fuerzas Armadas, por un manejo no profesional en las designaciones que atenta contra la institucionalidad", pero rechazó la idea de convocar a los oficiales, alegando que eso implicaría trasladar el debate político al ámbito militar.
En la mañana de este lunes, cuando ya se afirmaba que habían sido arrestados tres generales, el ministro de Educación, Nicanor Duarte, rechazó tras una nueva reunión del gabinete las versiones publicadas por los diarios, y reafirmó que los militares están sujetos al mando civil.
El ministro Argaña, hijo del vicepresidente asesinado, insistió en que no hubo "un intento de golpe de Estado sino un acto de indisciplina", y opinó "que a los oviedistas se le está acabando el tiempo, porque el 10 de diciembre" cambiará el gobierno argentino y se debe definir el destino de Oviedo.
Cuando asuma el presidente electo de Argentina, Fernando de la Rúa, la suerte de Oviedo estará echada, y eso "desespera" a sus seguidores, aseguró la senadora liberal Elba Recalde, quien adjudicó los rumores sobre un golpe de Estado al oviedismo.
Recalde afirmó que los seguidores del ex militar aseguraron durante todo el fin de semana "que Oviedo estaba ya en Paraguay".
El ex general Eugenio Morel Garay dijo que no descartaba la posibilidad de planes desesperados de golpe de Estado, "desde el momento en que están arrestados esos oficiales" y comentó que su detención "comenzó en la mañana del día domingo, por un plan que debe tener de uno a dos meses". (FIN/IPS/cm/mp/ip/99