MEXICO: El PRI confía en derrotar a la dividida oposición

El gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI) de México, embriagado de euforia por la alta votación en los primeros comicios internos de su historia, predijo la derrota de una dividida oposición en las elecciones presidenciales de julio del 2000.

Con el voto de unos 10 millones de ciudadanos como certificado de democracia interna, el PRI advirtió a los partidos de oposición que "la derrota en la elección presidencial ya no se la va a quitar nadie".

Francisco Labastida, ex secretario (ministro) de Gobernación, se convirtió el domingo en candidato del PRI para las elecciones del año entrante.

Pero las señales de fortalecimiento del partido, fundado en 1929 y con años en el poder que ningún otro en el mundo, no son avaladas por sus principales contendientes. Se trata de los partidos Acción Nacional (PAN, conservador) y de la Revolución Democrática (PRD, de centroizquierda).

El resultado de las primarias del PRI fue "exactamente el previsto", y "lo preocupante es la capacidad para simular" del partido gobernante, declaró este martes a IPS el diputado Juan Rodríguez Prats, del PAN.

El momento actual "es crítico" para "el sistema político de México", pues "el partido gobernante arrastra al país del cinismo a la hipocresía", dijo Rodríguez Prats.

Después de 70 años de practicar el "dedazo", la facultad otorgada al presidente de turno para designar a su sucesor, el PRI "se permite la posibilidad de elegir" a su candidato y pretende "borrar en una sola jornada" siete décadas de historia, agregó.

Luego de haber negado la existencia de esa autoritaria práctica, "los ex presidentes Luis Echeverría (1970-1976), José López Portillo (1976-1982) y Miguel de la Madrid (1982-1988) admiten con un cinismo portentoso que señalaron con el índice" a su sucesor, observó el diputado opositor.

El proceso de selección del aspirante a la Presidencia, que culminó el domingo en las urnas fue "una gran simulación, en la medida en que los precandidatos no sólo rebasaron los topes de gastos de campaña, sino hicieron ostentación del derroche", afirmó.

"Los resultados de la campaña de selección del postulante del PRI fueron determinados por el factor dinero", opinó el legislador.

El PRI informó haber invertido unos 40 millones de dólares en sus elecciones internas y que ese monto fue financiado con actos de carácter social y deportivo, y con la subasta de obras de artistas mexicanos.

La "simulación" de la que Rodríguez Prats acusa al PRI "daña la credibilidad de la transición democrática" que impulsan las fuerzas de oposición.

Cuando los mexicanos "nos preparábamos para arribar a la democracia, los ciudadanos se ven sorprendidos por las más salvajes prácticas de la publicidad y la mercadotecnia política", agregó.

El vicecoordinador de los diputados del PRD, Jesús Martín del Campo, dijo que el partido gobernante recurre a malabarismos para hacer creer a los mexicanos que cerca de 10 millones de ciudadanos acudieron a votar este domingo en los comicios internos.

La presidenta del PRD, Amalia García, criticó al presidente Ernesto Zedillo, por hablar sobre los comicios internos del PRI en Los Pinos, sede de gobierno.

Zedillo es presidente de todos los mexicanos, argumentó la máxima dirigente del partido que gobierna la capital desde 1997, cuando se celebraron los primeros comicios en esta ciudad.

Labastida vencerá el 2 de julio del 2000, ya que es un candidato fuerte y porque el lunes, el PRI se convirtió en un partido unido, y todos sus militantes "cerrarán filas" alrededor del ex secretario de Gobernación, afirmó el presidente del partido gobernante, José Antonio González.

González destacó la actitud del rival de Labastida, el ex gobernador del sureño estado de Tabasco Roberto Madrazo, quien anunció que no impugnará el resultado de los comicios.

Madrazo, que obtuvo 2,3 millones de votos, descartó de ese modo la posibilidad de dividir a su partido.

Miembros del equipo de campaña de Madrazo anunciaron que éste conformará una corriente política dentro del PRI, para seguirá impulsando cambios internos.

Manuel Bartlett, ex gobernador de Puebla (oriente) y Roque Villanueva, ex presidente del PRI, con 5,97 y 4,32 por ciento de los sufragios a su favor, respectivamente, reconocieron la victoria de Labastida.

México, que "durante años presumió de ser casi el único país latinoamericano con estabilidad política, tiene aún un largo camino por recorrer hacia la democracia", señaló Rodríguez Prats.

La gran lección de los comicios del PRI es que "no se puede provilegiar la estabilidad" en desmedro de "los cambios que exige la democracia", afirmó el diputado.

Varios países latinoamericanos, aún los que padecieron dictaduras, "lograron consolidar regímenes democráticos, en un gran contraste con lo que ocurre en México", declaró.

Vicente Fox, del PAN y Cuauhtémoc Cárdenas, del PRD, son los más fuertes entre los aspirantes a arrebatar el poder al PRI. (FIN/IPS/pf/ff/ip/99

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