El gobierno de Malasia convocó hoy a elecciones anticipadas, una instancia en que la oposición tendrá posibilidades reales de acceder al poder por primera vez en los 42 años de historia independiente de este país del sudeste asiático.
El presidente del Parlamento anunció que el poder legislativo será oficialmente disuelto este jueves para permitir la celebración de las décimas elecciones generales del país.
Las mismas se harán antes de que concluya el quinto período de gobierno del primer ministro Mahathir Mohammad, en el poder desde 1981, aunque el líder no tenía obligación de convocarlas hasta junio.
La consulta podría llevar a cambios trascendentales en el terreno político, luego de que la Organización Nacional Malayos Unidos (ONMU), actualmente dirigida por Mahathir, liderara durante 44 años las sucesivas coaliciones de gobierno.
Según la Constitución, el período parlamentario del gobierno concluye el 6 de junio, pero Mahathir parece consciente de los riesgos que implica continuar en el poder hasta entonces, y optó por el momento más adecuado para convocar a la votación.
El primer ministro aseguró que no convocó a las elecciones para mejorar su popularidad porque la cuestión de elegir un buen gobierno para Malasia es "algo serio".
Las próximas semanas prometen ser agitadas. El destituido viceprimer ministro Anwar Ibrahim, actualmente detenido y procesado, se convirtió en un potente rival de Mahathir e inspiró a partidos opositores ideológicamente diversos a unirse en la coalición conocida como Frente Alternativo.
La oposición, cuyo candidato a primer ministro será el propio Anwar, cree que tiene la posibilidad de arrebatarle el poder a la gobernante coalición Frente Nacional, encabezado por la ONMU.
El Frente Alternativo surgió del mismo fenómeno "reformista" que trascendió desde la vecina Indonesia el año pasado y que provocó el fin de la dictadura de Alí Suharto.
En conferencia de prensa este miércoles, Mahathir anunció que la Comisión Electoral decidirá y anunciará en los próximos días las fechas de postulación de los candidatos y de las elecciones.
Es probable que los políticos tengan una semana para registrar su candidatura. La ley establece que las elecciones deben celebrarse en un plazo de 60 días después de disuelto el Parlamento. En el ámbito político se maneja como fecha probable el sábado 27.
Según sus antecedentes, es probable que la comisión permita una campaña electoral breve, inferior a los 10 días, entre el día de postulación de los candidatos y la fecha de los comicios.
Observadores independientes aseguran que el plazo es demasiado corto y sostienen que la influencia que tiene la coalición de gobierno sobre los medios de comunicación limita la libertad de la campaña.
El grupo Ciudadanos Malasios para el Control Electoral, integrado por varias organizaciones no gubernamentales, se creó para supervisar las elecciones y registrar denuncias de irregularidades.
Varios factores explicarían por qué Mahathir convocó a las elecciones en forma anticipada. Si las mismas se celebraran después de enero, habría unos 680.000 ciudadanos más habilitados para votar en este país de poco más de 20 millones de habitantes.
Es improbable que esos nuevos votantes, muchos de los cuales desaprueban el tratamiento que dio Mahathir a Anwar, voten al gobierno, según analistas políticos.
"Esperábamos que Mahathir convocara a elecciones antes de fines de este mes para evitar a los nuevos votantes, la profundización de la crisis económica y las disputas internas en el Frente Nacional", dijo Tian Chua, vicepresidente del Partido por la Justicia Nacional, dirigido por Wan Azizah Wan Ismail, la esposa de Anwar.
Pero Mahathir niega esas versiones. "No tengo razón para evitar nada", dijo en la conferencia de prensa. "Algún día me voy a retirar", declaró el gobernante de 73 años de edad cuando se le preguntó al respecto.
Mahathir aseguró que el Frente Nacional mantendrá su mayoría parlamentaria de dos tercios, y dijo que defendería la banca que obtuvo por la localidad de Kubang Pasu, en el norteño estado de Kedah.
"Por supuesto que iba a decir eso. Pero nadie sabe con certeza cuál será el resultado porque nunca tuvimos elecciones independientes, así que toda predicción será una adivinanza", replicó un analista.
Sus críticos creen que la coalición de gobierno no podrá igualar la victoria de 1995, cuando consiguió dos tercios de los votos.
Esta vez, los analistas esperan que el Frente Alternativo acreciente su poder en los estados orientales de Kelantan y Terengganu y en Perlis, Kedah y Penang, en el norte. También tiene buenas posibilidades en los sureños Malacca y Negri Sembilan.
En el frente económico, la recuperación de la crisis no ha sido fuerte. La apatía es la norma en la Bolsa de Valores de Kuala Lumpur, considerada como un barómetro de la confianza del público en el gobierno.
La restructura del sistema bancario, que costó hasta el momento 10.500 millones de dólares, sigue pesando sobre la economía.
En las últimas semanas, el Frente Alternativo tomó el camino de la ofensiva, confirmando su unidad en octubre al presentar su propio presupuesto nacional y un manifiesto para todos los partidos opositores.
En la conferencia de prensa de este miércoles, Mahathir advirtió de los posibles brotes de violencia en la campaña electoral.
"Apelamos a la tranquilidad de la gente", dijo, y advirtió que los partidos opositores "intentarán provocar disturbios" si piensan que no pueden ganar las elecciones. Entonces dirán que las elecciones fueron fraudulentas, aseguró. "Ya hemos previsto esta situación", declaró.
Pero la oposición argumenta que no tiene razón de causar incidentes, y que la única razón de intranquilidad surgiría si la coalición de gobierno siente que pierde su poder. (FIN/IPS/tra-en/an-rm/js/aq/ip/99