Las Fuerzas Armadas de India se aprestan a rearmarse, tras advertir que sus viejos equipos militares convencionales, la mayoría de la era soviética, se tornaron obsoletos después de décadas de servicio.
Técnicos del gobierno advirtieron la necesidad de modernizar y mejorar el equipo de defensa durante el enfrentamiento militar con Pakistán este año en el estado de Jammu y Cachemira, en el que murieron unos 1.200 soldados.
India ingresó el año pasado al selecto grupo de países que cuentan con armas nucleares, al mismo tiempo que Pakistán, su vecino y rival.
La inminente actualización del armamento de India incluye tanques, obuses, un portaviones, y una sofisticada flota de aviones de guerra y para entrenamiento, además de un amplio equipamiento para infantería.
India se encontraba ahora en una situación similar a la de principios de la década del 80, cuando la "obsolescencia acumulada" del equipamiento militar obligó a realizar una serie de adquisiciones, según un estudio del Instituto de Estudios y Análisis sobre Defensa, de Nueva Delhi.
El continuo cambio de prioridades, la planificación caprichosa y la ausencia de programas de modernización de los equipos hizo que en el pasado se adquirieran grandes cantidades de algunos equipos que ahora deben ser remplazados, según los autores del informe del Instituto.
Pero los militares indicaron que el presupuesto destinado en esta década a Defensa, que llegó al máximo a partir de 1994, con 2,4 por ciento del producto interno bruto, no alcanzan para implementar programas de modernización y realizar adquisiciones.
El presupuesto anual de defensa debería aumentar entre 3,5 y cuatro por ciento del producto interno bruto para que sea posible modernizar los equipos de manera adecuada, advirtió el ejército.
Además, India construye un equipo mínimo de disuasión nuclear constituido por un arsenal de misiles de corto y largo alcance y plataformas de despegue marítimo y aéreo. Eso significa que habrá que elaborar un cuidadoso plan para que quede dinero para invertir en equipos militares convencionales.
El Equipo Asesor del Consejo Nacional de Seguridad elaboró un conjunto de propuestas para que India pueda mantener su arsenal nuclear mínimo y su doctrina de no ser el primero en disparar armas de destrucción masiva.
El objetivo de las recomendaciones es garantizar la capacidad del país para pasar de la paz a la guerra mediante el despliegue de "fuerzas que se puedan emplear en el menor tiempo posible, y que tengan la capacidad de responder eficazmente incluso cuando fuerzas hostiles causen una destrucción significativa".
Habría que organizar un sistema de comando y control "robusto" para tener "una muy alta capacidad de supervivencia y de rápida respuesta punitiva frente a ataques sorpresivos", recomienda el equipo asesor.
Los detalles de la fuerza nuclear aún estaban siendo afinados, pero, según cálculos de la Oficina de Relaciones Exteriores, su costo es de 19.760 millones de dólares. Los funcionarios aseguraron que la propuesta es frugal.
El programa civil de armas nucleares se originó en la década del 50, e India optó por un reactor de uranio y agua pesada, en lugar de la tecnología de agua liviana adoptada por la mayoría de los países, explicó el presidente del equipo asesor, K. Subrahmanyam.
La capacidad nuclear y misilística de China, y en menor grado, la de Pakistan, que se armó en forma "clandestina", fueron citadas por el gobierno nacionalista hindú como un buen motivo para realizar cinco pruebas nucleares subterráneas en mayo del año pasado.
India peleó tres guerras contra Pakistán desde su independencia, hace 52 años, y una con China, en 1962, por disputas territoriales que aún no fueron resueltas.
La inquietud de Nueva Delhi se debe también a que China apoyó a Pakistán cuando realizó seis pruebas nucleares, poco después de las de India, y cuando, hace poco, probó sus misiles de largo alcance.
"China es y seguirá siendo la principal competidora de India en términos estratégicos", declaró Jasjit Singh, comandante de las Fuerzas Aéreas retirado y ex presidente del Equipo Asesor.
No hay señales de que China vaya a deshacerse de su arsenal nuclear, e India no formará alianza militar con ningún otro país, así que la estrategia de seguridad que adopte Nueva Delhi será de capital importancia, señalan los encargados de estrategias de Defensa.
La participación de Pakistán en la guerra separatista de Cachemira desde hace una década, en la cual murieron unas 25.000 personas, es otro factor fundamental para la planificación militar de Nueva Delhi.
El último conflicto de límites con Pakistán llevó a India a desplegar tropas en la frontera montañosa, una de las regiones más frías del mundo junto con Siberia. El costo diario de la operación fue de 2,3 millones de dólares.
La vigilancia de Cachemira y la batalla contra los separatistas en ese territorio le cuesta 3,5 millones de dólares por día al ejército de India.
Mientras, las gestiones de la Organización de Investigación y Desarrollo para Defensa para lograr que el sector sea autosuficiente en el 2005 fueron criticadas en informes oficiales del Comité Parlamentario de Defensa, la Auditoría General, y la Comisión de Cuentas Públicas.
El Comité de Defensa criticó hace poco a la Organización por abusar de sus posibilidades, ocuparse de demasiados "proyectos de corto alcance" y no concentrarse en los principales proyectos de armamento.
Los autores del informe señalan que 618 de los 989 proyectos fueron anulados luego de que una auditoría interna realizada en 1989 sentenciara que los requisitos del servicio no estaban bien planificados y que los controles se ejercían de manera impropia.
La Organización tiene unos 1.000 millones de dólares para investigación y desarrollo, y cuenta con una fuerza de trabajo de 30.000 personas, de las cuales cerca de 6.000 son científicos, ingenieros y gerentes.
La Organización opera a través de una red de 50 laboratorios y establecimientos, 70 instituciones académicas, 50 centros nacionales de ciencia y tecnología, y alrededor de 150 unidades industriales, privadas y públicas.
Fuentes de la industria del armamento advirtieron que la industria local de defensa se hundirá si el país no adopta una perspectiva de largo plazo.
El gobierno no fue sincero en sus declaraciones sobre la privatización del sector de Defensa, ya que nunca enmendó la Resolución sobre Política Industrial, que tiene 43 años y prohíbe la participación extranjera en la fábrica de armas y equipos militares, señalaron las fuentes.
Tampoco atendió al informe del Comité Arun Singh, que propone una estrategia para racionalizar los gastos de defensa, insistieron las fuentes.
El Comité había recomendado integrar a los funcionarios de finanzas civiles y militares, y llamar a científicos, industrias privadas y funcionarios del gobierno para que participaran en todos los procesos de toma de decisiones.
Los esfuerzos de la Confederación de Industrias Indias por integrar a las industrias privadas y militares para crear una fuente alternativa de equipamientos no fueron exitosos.
El año pasado se abrieron a la industria privada siete laboratorios del sector no estratégico de la Organización para la Investigación y el Desarrollo en Defensa, pero los industriales se mantienen al margen de ese sector.
Funcionarios de la Confederación de Industrias Indias aseguraron que unas 600 compañías privadas deseaban participar en Defensa pero las inquietaba involucrarse con un sector que sospecha de todos los extraños.
"Privatizar la defensa sin ciertas garantías no tendría sentido", advirtió un oficial del ejército. Sin embargo, la industria armamentista no tendrá acceso a los programas "estratégicos" y nucleares.
"En lugar de invertir escasos recursos en duplicar sistemas que se pueden adquirir en el mercado mundial, India debería centrarse en sus puntos fuertes, como la ciencia y la ingeniería, para adelantarse en electrónica y fabricar programas informáticos", recomienda un informe del Instituto de Investigación para la Paz Internacional, de Estocolmo. (FIN/IPS/tra-en/rb/an/ceb/99