El presidente de Cuba, Fidel Castro, advirtió hoy que la revolución "no es rehén" de la Cumbre Iberoamericana y que se impedirá cualquier manifestación de sectores de oposición durante esa reunión.
"Debo decir que nadie tiene impunidad, ni en este momento, ni en ningún otro", dijo Castro, luego de presentar en conferencia de prensa a varios estudiantes que la mañana del miércoles impidieron una demostración antigubernamental en un parque de La Habana.
Los jóvenes calificaron de "episodio provocador" y "subversivo" ese incidente, en el cual fueron detenidas dos personas que intentaron desplegar carteles considerados ofensivos por el mandatario cubano.
"Justisia para los niños acesinados" (sic), decía una de las pancartas redactadas con faltas de ortografía que el propio Castro mostró a los periodistas de agencias de noticias invitados al encuentro, prolongado hasta la madrugada de este jueves en el Palacio de la Revolución.
Castro, quien sentó a los estudiantes a su lado en la primera parte de la conferencia, dijo que un letrero como ese ofende al país por sus errores ortográficos y porque manifiesta "una colosal mentira" en una nación donde la mortalidad infantil es similar a la de los países industrializados.
Consideró lógico que la gente "se irrite" y señaló que de no mediar la intervención policial "habrían podido linchar al individuo" portador de la pancarta, escrita a mano sobre cartón.
Nancy Wilson, una trabajadora de la construcción de 42 años, que también tuvo parte activa en los incidentes ocurridos en el parque Dolores, en la periferia de La Habana, defendió su derecho a repeler actos contra la revolución porque "en este momento se está librando una guerra de ideas".
"La calle es de los revolucionarios y responderemos haya o no prensa", afirmó al descartar que la fuerte reacción popular contra los manifestantes antigubernamentales tuviese relación con la presencia en el lugar de periodistas de medios extranjeros.
La novena reunión de jefes de Estado y gobierno de América Latina, España y Portugal, a realizarse en Cuba el lunes y el martes de la semana próxima, convocó a más de 1.000 periodistas,
Los sectores de oposición, todos ilegales, al parecer desean aprovechar la presencia de la prensa extranjera para dar a conocer sus posiciones.
"Hay frustración, saben que la cumbre es un éxito y quisieran una provocación, porque hay periodistas hasta para hacer dulce", dijo Castro, quien culpó a legisladores estadounidenses de "estar creando el oficio de disidente" en la isla.
El presidente cubano aseguró que hay una ofensiva propagandística alentada desde el exterior que intenta crear una especie de oposición, cuando lo que hay son "fragmentos, montones de grupos".
"No podemos darnos el lujo de ser tolerantes", agregó y advirtió que quien intente crear problemas será arrestado y sometido a juicio, pues "la revolución no es rehén de la cumbre ni de nada y defenderla está por encima de todo".
Castro anunció, en ese sentido, que "el pueblo va a estar en la calle" mientras se desarrolle la reunión, a la cual confirmaron su asistencia 18 de los 23 jefes de Estado y gobierno de los 21 países iberoamericanos.
El presidente de Cuba no ha faltado a ninguna de las cumbres que se realizan cada año desde 1991, cuando se realizó la primera en Guadalajara, México, y considera que éstas han contribuido a crear conciencia de la necesidad de unidad e integración.
Las cumbres iberoamericanas "han adquirido una enorme importancia con vista a las grandes tareas y desafíos que tenemos por delante", dijo Castro. Reconoció, sin embargo, que el hombre medio tardará aún en ver sus beneficios.
El anfitrión de la IX Cumbre aseguró que Cuba subordinó sus intereses a los de toda la comunidad iberoamericana y se puede decir que "desde hace rato" hay consenso sobre los temas fundamentales.
El tema central de la reunión será "Iberoamérica y la situación financiera internacional en una economía globalizada".
Castro no descartó que en este foro se exprese apoyo al proceso de pacificación en Colombia, pues el asunto "atañe a todos los países", y consideró posible una reunión entre los presidentes Andrés Pastrana, de Colombia, y Hugo Chávez, de Venezuela.
"El verdadero éxito será que esta cita sea fructífera, productiva", consideró Castro, fuerte defensor del proceso de integración de América Latina como única alternativa frente a Estados Unidos.
Si "los latinoamericanos y caribeños no se unen, pierden su identidad, su independencia política y económica" y quedarían anexados a Estados Unidos, sostuvo en otra parte del encuentro de varias horas con la prensa.
Castro expresó especial preocupación por el tema porque, "si no se suman fuerzas, el tipo de acuerdo que trata de vender Estados Unidos sería catastrófico para esta parte del hemisferio".
En ese contexto, consideró de "valor estratégico" el acercamiento de América Latina a Europa, ya que "el crecimiento de las inversiones europeas en la región es altamente importante para nuestros países". (FIN/IPS/pg/dm/ip/99
