El gobierno de México, tradicional aliado de Cuba y el único de América Latina que en los últimos 40 años no rompió relaciones diplomáticas con ese país, dio un paso inédito al reunirse con opositores en la isla en el marco de la IX Cumbre Iberoamericana, iniciada hoy en esta capital.
A pesar de las molestias del gobierno anfitrión, la canciller de México, Rosario Green, mantuvo el domingo conversaciones con disidentes, a quienes el gobierno de Fidel Castro considera delincuentes y acusa de pretender boicotear la Cumbre.
La reunión fue sólo para escuchar los puntos de vista de los opositores y no significó un cambio en la política exterior hacia Cuba, basado en el principio de la no intervención, aclaró la cancillería de México en un escueto comunicado.
Unas 500 empresas de México tienen millonarias inversiones en la isla, y el gobierno de ese país ha sido durante cuatro décadas un fiel opositor al bloqueo económico de Estados Unidos contra Cuba.
Además, este país fue el único de América Latina que nunca rompió relaciones con La Habana, a pesar de las presiones del gobierno de Washington.
México y Cuba, cuyo comercio global bordea los 350 millones de dólares anuales, tienen suscritos unos 150 programas de intercambio educativo, cultural y científico.
El gobierno de México aceptó recibir por primera vez a la disidencia cubana en agosto de 1992 en la capital de su país, pero nunca lo había hecho en la isla y de manera oficial.
Cuando se produjo la cita de 1992, el entonces canciller cubano, Roberto Robaina, declaró que "dolió, porque con México siempre hemos sido leales". Sin embargo, dijo, que gracias a esa reunión, el gobierno mexicano "ya sabe de qué tipo de personajes se trata".
Siete años después de ese episodio, no hubo un pronunciamiento expreso de La Habana por la última reunión, pero la molestia no pudo ocultarse. Los disidentes y "contrarrevolucionarios" son, según el gobierno de Castro, parte de una mafia terrorista pagada por Estados Unidos.
En los últimos 20 días, México pareció dar un giro en sus relaciones con la disidencia cubana.
El día 5, el presidente Ernesto Zedillo se reunió en México con Carlos Alberto Montaner, presidente de la Unión Liberal Cubana, y uno de los principales dirigentes anticastristas en el exilio.
"Como es un hombre inteligente, moderno, instalado en el siglo XXI, yo deduzco de sus palabras que entiende perfectamente la profundidad del error de la política cubana", declaró Montaner tras el encuentro con el mandatario.
El 31 de octubre, diputados y senadores mexicanos se reunieron en La Habana con disidentes luego de participar en una cita interparlamentaria.
Funcionarios cubanos intentaron evitar la reunión y hasta lograron convencer a tres legisladores de que no asistieran, señaló el senador mexicano independiente Adolfo Aguilar Zinser.
Los funcionarios del gobierno de Cuba procuraron frustrar la cita argumentando que reuniones con la disidencia "representan provocaciones contra el gobierno de Fidel Castro", según Aguilar Zinser.
En el último año, los contactos políticos entre La Habana y México se diversificaron.
Castro recibió en Cuba a grupos opositores mexicanos, hecho que terminó con la exclusividad que en materia de contactos políticos mantuvo siempre el Partido Revolucionario Institucional, que gobierna el país hace 70 años.
Los legisladores y el gobierno de México establecieron también abierto contacto con la disidencia de la isla.
Las relaciones entre México y Cuba están cambiando para bien. Ya no se podía seguir cerrando los ojos ante la pluralidad política, dijo Zinser.
Fue México el país donde, en los años 50, Castro y sus seguidores se entrenaron para derrocar militarmente al dictador Fulgencio Batista y llegar al poder. Desde entonces, el gobierno mexicano nunca se animó a reunirse oficialmente y en La Habana con personas a las que Castro considera indeseables.
Escuchar a la disidencia no significa que el gobierno de Zedillo haya modificado sus principios de no intervención y solidaridad con Cuba, aclaró la cancillería mexicana. Sin embargo, los hechos parecerían demostrar que las relaciones sufrieron algunos cambios, dicen los observadores. (FIN/IPS/dc/mj/ip/99