El presidente de Cuba, Fidel Castro, acostumbrado a hablar sin pausa durante horas y acaparar protagonismo en cuanta cita internacional participa, deberá ceñirse en la IX Cumbre Iberoamericana a las rígidas normas que el protocolo exige a los anfitriones.
Varios mandatarios que acuden a la reunión del lunes y el martes en La Habana llevan en la memoria el discurso pronunciado por Castro en la Cumbre Iberoamericana de Oporto (Portugal), mucho más extenso de lo usual y aconsejable, aún cuando comenzó prometiendo que sería "sintético" y hablaría "en forma de telegrama".
Fiel a su divisa de "crear conciencia, sembrar ideas", Castro aprovechó en Portugal su derecho de próximo anfitrión para, durante más de una hora, insistir en sus llamados a "unir fuerzas" y anunciar el tema que va a animar la cita de La Habana.
"Fidel es imprevisible, pero creo que su papel de anfitrión le impedirá rebasar los límites que impone el cumplimiento del apretado programa", comentó un funcionario allegado a los organizadores de la IX Cumbre, ante la posibilidad de que se repita la experiencia de Oporto.
Como es habitual en este tipo de encuentros, la agenda marca con precisión cada paso de los jefes de Estado y de gobierno, y minutos de retraso pueden afectar todo el programa.
La rigidez de cualquier agenda debe resultar casi como una camisa de fuerza para un hombre como Castro, acostumbrado a llegar a cualquier hora hasta donde se alojan sus visitantes para charlas que se sabe cuándo comienzan, pero no cuándo terminan.
Pero él mismo transmitió un mensaje tranquilizador a sus colegas. "Nos hemos trazado una especie de consigna: la Cumbre es de los invitados", dijo en la madrugada del jueves, en un encuentro de casi ocho horas con periodistas de agencias de noticias.
"Hemos procurado pensar lo menos posible en Cuba, porque si nos ponemos a pensar en nuestros intereses estaríamos arriesgando el éxito", señaló el presidente, de 73 años, que no se ha perdido ninguna Cumbre Iberoamericana desde que la serie anual comenzó en 1991 en Guadalajara, México.
Desde entonces, en cada encuentro ha sido, guste o no a sus adversarios políticos, el mandatario más solicitado por los periodistas.
Pero también suele ser centro de controversia y polémicas, antes, durante y luego de cada cumbre, en varias de las cuales no han faltado alusiones directas o indirectas a la necesidad de cambios democráticos en el régimen socialista cubano.
La ausencia de cinco presidentes, tres de ellos por desacuerdo político con el gobierno cubano, y la intención de algunos de los participantes de entrevistarse con representantes de la oposición, ilegal en Cuba, marcan ahora las contradicciones no resueltas que rondan La Habana como escenario de la nueva cita.
Sin embargo, tres presidentes latinoamericanos decidieron aprovechar el viaje para una visita, ya sea oficial o de trabajo, y para entrevistarse con Castro, quien se dará tiempo, una vez terminada la reunión, incluso para organizar un partido de béisbol con su colega venezolano Hugo Chávez.
Fernando Henrique Cardoso, de Brasil, Leonel Fernández, de República Dominicana, y Chávez, se reunirán en privado con el gobernante anfitrión, que tampoco pierde la esperanza de tener un encuentro con el rey Juan Carlos de EspaOa.
El Rey llegará este domingo, precedido del presidente del gobierno español José María Aznar, pero se desconoce aún qué hará en las horas previas a la cumbre.
"Si tiene tiempo, me reuniría con él aunque fuera de madrugada", comentó Castro a los periodistas invitados a su conferencia de prensa previa a la cita iberoamericana.
El asedio periodístico tropieza en esta oportunidad con el hecho de que, al ser anfitrión, Castro no se alojará en ningún hotel, sino en su casa, cuya dirección es el secreto mejor guardado de Cuba, comentaba un preocupado corresponsal europeo.
Informes del gobierno aseguran que en la última década, las tentativas de asesinato de Castro se concentraron en las cumbres iberoamericanas celebradas en Colombia (1994), Argentina (1995), Venezuela (1997) y Portugal (1998).
De modo que los servicios de seguridad de la isla, que en 40 años han hecho abortar unas 637 conspiraciones contra el presidente, son otra infranqueable barrera para los más de 1.000 profesionales de la prensa que buscan una posible "salida de programa del comandante".
En la ceremonia inaugural, marcada para las 09.00 hora local del martes, Castro compartirá el podio con el presidente de Portugal, Jorge Sampaio, que fue anfitrión de la octava cumbre.
Su discurso se referirá al capítulo central de la nueva reunión: "Iberoamérica y la situación financiera internacional en una economía globalizada".
Coordinadores iberoamericanos y responsanbles de cooperación comenzaron a dar este sábado los últimos retoques al proyecto de Declaración de La Habana y a los otros documentos que el lunes pasarán el rasero de los cancilleres antes de ser aprobados por los Jefes de Estado y de gobierno de Espana, Portugal y América Latina.
Los demás textos sometidos a consideración de los mandatarios incluyen una declaracion sobre el canal de Panamá, que en diciembre próximo pasará a la total soberanía de ese país, y otra acerca de la reconstrucción y transformación de América Central , luego del impacto de dos devastadores huracanes.
Tambien debe ser aprobado el convenio que deja constituida la Secretaria de Cooperacion Iberoamericana y sus estatutos, cuyo protocolo será suscrito por los cancilleres el lunes. Por último, el pintor ecuatoriano Osvaldo Guayasamín, fallecido este año, será proclamado pintor de Iberoamérica. (FIN/IPS/pg/ff/ip/99
