IBEROAMERICA: Estados Unidos, un ausente-presente en la IX Cumbre

Estados Unidos devino una suerte de convidado de piedra en la IX Cumbre Iberoamericana, de la que no participa y que este fin de semana comenzó sus trabajos en la capital cubana con la reunión a puertas cerradas de coordinadores y responsables de cooperación.

El gobierno de Cuba asegura que Washington intenta sabotear la cumbre y el canciller Felipe Pérez Roque se refirió este sábado a una carta en que la secretaria de Estado de Estados Unidos Madeleine Albright insta a los gobernantes de América Latina, España y Portugal a promover "la causa de la democracia y los derechos humanos" en Cuba.

Albright señala en la carta que el anfitrión de la cumbre, el presidente Fidel Castro, es "irónicamente", el "único dictador en el foro de cooperación iberoamericana" e ignora principios acordados en la Cumbre Iberoamericana de Viña del Mar (Chile, 1996) y en la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Los jefes de Estado y de gobierno presentes en la cumbre de Viña del Mar plasmaron su compromiso con el estado de derecho, el pluralismo político y el respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales, aspecto que el líder cubano resolvio alegando que existen diferentes formas de democracia.

"Los gobernantes iberoamericanos no sólo tienen el derecho, sino la obligación de cuestionar a Cuba por su incumplimiento de los Acuerdos de Viña del Mar de 1996", dijo Albright.

También manifestó preocupación porque el gobierno cubano "podría utilizar el evento como evidencia del éxito internacional de su politica".

El canciller Pérez Roque consideró la carta de Albirght ofensiva para "la dignidad de todos los mandatarios asistentes" a la reunión de 21 países, a la que no concurrirán todos los presidentes de América Latina.

El presidente Eduardo Frei, de Chile, no asistirá a la cumbre de La Habana por su desacuerdo con España respecto del caso del ex dictador Augusto Pinochet, detenido en Gran Bretaña, donde se le sigue un juicio de extradición a instancias de la justicia española.

Tampoco participarán el argentino Carlos Menem, que solidarizó con Frei, ni los presidentes Arnoldo Alemán, de Nicaragua, Miguel Angel Rodríguez, de Costa Rica, y Francisco Flores, de El Salvador.

Pérez Roque informó que el gobierno cubano no responderá a Albright. "Pensamos dedicarnos a lo que nos interesa, y es que en la Cumbre Iberoamericana haya una discusión profunda, amplia y democrática sobre los temas trascendentes que nos han convocado", declaró el canciller.

Quienes no están invitados a la reunión deben hacer "silencio" e irse "con su música a otra parte". La "carta circular" de Albright es "una muestra vergonzosa de injerencia en el mecanismo de las cumbres iberoamericanas" de un país que "no cumple requisitos" básicos para participar, agregó.

Entre los requisitos que no cumpliría Estados Unidos para participar en la Cumbre Iberoamericana, Pérez Roque mencionó el respeto al derecho internacional y a la carta de la Organización de las Naciones Unidas, el respeto a la soberanía y a la igualdad entre los estados, y el no uso de la fuerza.

"Hemos reiterado que, durante la cumbre, los mandatarios tendrán libertad de movimiento", dijo Pérez Roque, respecto del anuncio de algunos gobernantes, entre ellos el español José María Aznar, de que mantendrán contactos en La Habana con representantes de la oposición.

Pérez Roque volvió a calificar a la oposición de "pequeños grupos" organizados y financiados por Estados Unidos, que hacen de su activismo político un "negocio" para acumular méritos y emigrar a territorio estadounidense como héroes.

También afirmó que los opositores son instrumento de quienes intentan sabotear la cumbre. O sea, Washington y algunos grupos de exiliados cubanos, según la versión de La Habana.

Castro aseguró a principios de este mes ante las cámaras de la televisión estatal que la Oficina de Intereses de Estados Unidos en La Habana intenta "desde hace meses" sabotear la cita iberoamericana.

Posteriormente, en declaraciones a agencias internacionales de prensa acreditadas en Cuba advirtió que no habrá impunidad para quienes intenten causar "determinados problemas" durante la cumbre.

El líder cubano y el rey Juan Carlos de España son los únicos participantes que han estado presentes en todas las Cumbres Iberoamericanas, cuya serie comenzó en 1991 en Guadalajara, a iniciativa de México.

Los coordinadores y responsables de cooperación iberoamericana comenzaron a dar los toques finales a la Declaración de La Habana y los otros documentos que serán sometidos a la aprobación de los mandatarios el próximo martes. (FIN/IPS/da-pg/ff/ip/99

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