GUATEMALA: Primeras elecciones generales en paz

Un abogado, un ex alcalde de la capital y un ingeniero industrial son los principales aspirantes a sustituir a Alvaro Arzú en la Presidencia de Guatemala en las elecciones de este domingo, las primeras desde el fin de la guerra civil.

Unos 4,4 millones de guatemaltecos están convocados a las urnas este domingo para participar en las últimas elecciones generales de este siglo, también las primeras desde la firma del acuerdo que acabó el 29 de diciembre de 1996 con 36 años de guerra civil.

El candidato del opositor partido Frente Republicano Guatemalteco (FRG), el abogado Alfonso Portillo, encabeza las encuestas con 46,2 por ciento de la intención de voto, lo cual hace suponer que podría ganar los comicios presidenciales en la primera vuelta.

Portillo es seguido por Oscar Berger, alcalde la capital durante ocho años y abanderado del gobernante Partido de Avanzada Nacional (PAN), con 29,6 por ciento de las preferencias.

Como tercera opción se ubica el ingeniero Alvaro Colom, de la izquierdista Alianza Nueva Nación (ANN) constituida por la ex guerrilla guatemalteca, pero distante de sus principales rivales, con siete por ciento de la intención del voto, según las encuestas.

Portillo, abogado y doctor en Economía que estudió en universidades mexicanas, se ha consolidado como la principal opción del electorado.

Postulado por el FRG, partido fundado por el ex dictador y general retirado Efraín Ríos Montt (1982-1983), Portillo promete "gobernar con humildad" y en beneficio de las grandes mayorías, en un país donde 80 por ciento de la población vive en la pobreza.

En su propuesta de gobierno, Portillo promete un Estado fuerte, ágil, solidario, promotor de justicia, que responda a las crecientes demandas sociales, que consolide la convivencia pacífica y que aliente la inversión extranjera.

El plan de gobierno del FRG contempla la revisión de las políticas fiscal y de salarios, empleo, vivienda y tenencia de tierras, y tiene como objetivos la reducción de la deuda pública, acceso a la justicia y mejora de la calidad de vida de los pueblos indígenas.

La campaña de Portillo fue empañada cuando él mismo confesó haber asesinado a dos personas en Chilpancingo, México, en 1982, episodio que fue aprovechado por sus rivales para llamar a los votantes a no confiar el gobierno "a un asesino".

Portillo dijo haber actuado en defensa propia y que el asesinato prescribió en 1995.

Mientas, Berger procura consolidar al PAN en el poder y alentar el cumplimiento de los acuerdos de paz, fortalecer la seguridad ciudadana y promover el desarrollo social a través de la educación, en un país con más de 40 por ciento de analfabetismo, según cifras oficiales.

El ex alcalde capitalino sostiene que una gestión coherente y estable de los principales índices macroeconómicos fortalecerá el sistema financiero del país, los cual redundaría en mejores ingresos familiares, empleos productivos y acceso a servicios básico como agua potable, energía eléctrica y caminos.

La dirigencia del PAN está convencida que con Berger "crearemos las condiciones propicias para el bienestar de los guatemaltecos, a través del fomento de la inversión productiva y la orientación hacia el comercio exterior que permita mayores oportunidades y mejores empleos".

En similares términos se pronuncia el aspirante de la ANN, Alvaro Colom, quien aseguró que su plan de gobierno está basado sobre los acuerdos de paz suscritos por la ex guerrillera Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG) y el gobierno.

Los acuerdos plantean la declaración del país como pluriétnico, pluricultural y plurilingüe, y el reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas, que constituyen 60 por ciento de los 11 millones de guatemaltecos.

También reafirma el fortalecimiento del poder civil sobre el militar, así como un mejor reparto de tierras y resarcimiento a las víctimas de la guerra civil.

El próximo presidente deberá hacer frente a una pobreza de 80 por ciento, un analfabetismo de 40 por ciento, cobertura eléctrica de 70 por ciento, altas tasas de interés bancarios, escasa captación de divisas por exportación, crisis financieras y altos niveles de delincuencia.

Unas 20.800 personas aspiran a ocupar uno de los 3.498 cargos que se disputarán este domingo, como los de presidente, vicepresidente, 330 alcaldes municipales, 113 diputados al Congreso Nacional y 20 más al Parlamento Centroamericano. (FIN/IPS/lp/mj/ip/99

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