La cumbre de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) concluyó hoy en Turquía con una declaración que pide la negociación política para terminar la guerra en Chechenia entre Rusia y guerrilleros separatistas islámicos.
"Reconocemos plenamente la integridad territorial de la Federación Rusa y condenamos el terrorismo en todas sus formas", agregó la declaración final en deferencia a Moscú.
El jueves, el presidente ruso Boris Yeltsin abandonó la cumbre tras terminar en forma imprevista una reunión con el canciller (jefe de gobierno) alemán Gerhard Schroeder y con el presidente francés Jacques Chirac en protesta porque pretendían que Moscú cesara la ofensiva militar en Chechenia.
La declaración final pide que la OSCE tenga un papel político y humanitario en Chechenia, lo cual fue una gran concesión de Rusia, que previamente había rechazado toda interferencia externa en la ofensiva que comenzó hace siete semanas contra la rebelde república del Cáucaso.
"Debemos mantener en mente que no hay que permitir que las diferencias étnicas se conviertan en fuente de enemistad y odio"', declaró el presidente turco Suleyman Demirel, ante los aplausos de los jefes de Estado o gobierno de 54 países presentes en Estambul.
Luego de que Yeltsin partió para Moscú, el canciller ruso Igor Ivanov firmó el jueves un documento que compromete a Rusia a buscar un acuerdo negociado a la situación en Chechenia.
Pero 12 horas después de firmado el compromiso, otra ciudad chechena fue tomada por soldados rusos mientras el ministro ruso del Interior Vladimir Rushailo reiteró que la tarea "sigue sin cambiar: destruir a los guerrilleros".
"No necesitamos mediación alguna", declaró Rushailo, en referencia a la invitación que hiciera Ivanov al presidente de la OSCE y canciller noruego Knut Vollebaek para que visite la región en conflicto.
La cumbre produjo tres documentos: un Acta de Seguridad, la modificación del Tratado de las Fuerzas Convencionales en Europa y la declaración final elaborada durante tres años de negociaciones.
El Acta de Seguridad abarca medidas de confianza, el rápido despliegue de expertos en zonas de conflicto, "sensibilidad hacia la discriminación étnica, religiosa y cultural y la violación de derechos humanos", y gestiones coordinadas contra el narcotráfico, el lavado de dinero y el terrorismo.
El tratado militar estipula nuevos topes y metas de reducción para las antiguas fuerzas del Pacto de Varsovia, muchas de ellas dispuestas a incorporarse a la Organización del Tratado del Atlántico Norte, y permite el incremento de los soldados rusos en el Cáucaso, que incluye a Chechenia.
"La cumbre tuvo gran éxito. La Federación Rusa firmó el acta de seguridad, lo que significa que cooperará con la OSCE para alcanzar una solución política en Chechenia", destacó Vollebaek.
"He sido invitado a la región y una delegación de la OSCE ya está en la zona. Es muy probable que se nos otorgue una oficina permanente en Ingushetia (república vecina de Chechenia) donde hay miles de refugiados (chechenos)", indicó.
Pero Beate Syldal, del Foro Noruego para la Libertad de Expresión, no compartió el optimismo de Vollebaek. "Todos dicen que la cumbre fue muy exitosa, pero nadie explica por qué", dijo a IPS.
"La cumbre tuvo mucho éxito. Sobre todo la posibilidad de que los líderes del mundo mantuvieran conversaciones bilaterales ayudó al éxito" de la reunión en Estocolmo, aseguró Ayhan Kamel, diplomático retirado de este país.
Kamel admitió que en Turquía hay una "laguna" en el respeto de los derechos humanos. Pero no "se puede doblar el brazo de nadie para acatar las resoluciones de la OSCE. Sin embargo, los valores de la organizaciónse convirtieron en una tendencia tan avasallante que a nadie le gustaría quedar afuera", dijo.
Pero sin instrumentos coercitivos, las decisiones de la cumbre sobre derechos humanos seguirán sin aplicarse, advirtieron observadores.
"Los problemas de derechos humanos, así como los económicos, se debaten en el medio internacional. Pero mientras los problemas económicos se manejan con medidas concretas y firmes, no es así con los religiosos, culturales y étnicos", sostuvo Saruhan Oluc, miembro del izquierdista partido de Libertad y Solidaridad.
"Otro resultado de la cumbre es la vinculación de Turquía con el Norte (industrial), convirtiéndose en un país periférico de éste. Turquía se convirtió en el brazo del Norte en las operaciones que dirige al Sur (en desarrollo)", afirmó.
"La cumbre de la OSCE subraya la hegemonía del Norte sobre el Sur en un mundo globalizado. Esto es alarmante", destacó Oluc.
A lo largo de la cumbre, las protestas de grupos de izquierda contra la influencia de Estados Unidos en Turquía fueron reprimidas, aunque levemente, por la policía. Hasta el jueves habían sido detenidas un total de 200 personas en todo el país por esta causa.
Mientras, las organizaciones no gubernamentales (ONG) se quejaron de que fueron marginadas de la cumbre por los organizadores.
"Prácticamente no tuvimos acceso a las conferencias de prensa ni a las reuniones que se celebraron en distintos lugares, lejanos unos a otros. Las ONG tuvieron pocas posibilidades de ver a los estadistas", dijo Slydal.
Slydal y representantes de otras 27 ONG europeas distribuyeron una declaración que instó a los estados miembro de la OSCE a "abolir la pena capital para el año 2000, ratificar las convenciones de las Naciones Unidas y de Europa contra la tortura, respetar los derechos de las minorías nacionales y proteger los derechos de las mujeres".
Las ONG exigieron tener estatuto consultor dentro de la OSCE y que se les conceda la autoridad para supervisar situaciones de conflicto. (FIN/IPS/tra-en/nm/ak/aq/ip/99