ELECCIONES-URUGUAY: Triunfó el oficialista Jorge Batlle

Jorge Batlle, del gobernante Partido Colorado, logró hoy la victoria en la segunda vuelta electoral de Uruguay sobre el socialista Tabaré Vázquez, su único rival, y será presidente a partir del 1 de marzo, según dos encuestas a boca de urna.

El liberal Batlle, que también fue apoyado en esta segunda ronda por el Partido Nacional, adversario histórico de los colorados, obtuvo 52 por ciento de los votos emitidos en una jornada de alta participación ciudadana, aseguró Luis Eduardo González, de la empresa de opinión pública Cifra.

Vázquez, que había triunfado en la primera vuelta, del 31 de octubre, con 39,6 por ciento, aumentó este domingo su votación, pero sólo para quedar más de seis puntos detrás del candidato colorado, de acuerdo con González.

El representante de Cifra puntualizó que su encuesta tiene un margen de error de más-menos un punto, en el cálculo del apoyo recibido por cada candidato. La diferencia en términos absolutos habría sido de 160.000 votos a favor de Batlle, agregó.

La encuesta a boca de urna de otra empresa, Factum, confirmó los resultados anunciados por González.

La segunda vuelta dividió al país en dos grupos numéricamente casi iguales, que se alinearon detrás de Batlle y Vázquez. Según el actual presidente, Julio María Sanguinetti, se trata de las dos "familias ideológicas" que conviven en Uruguay: la familia liberal y la socialista.

La votación, que transcurrió entre las 10 y las 22.30 GMT, se cumplió en clima festivo, animada en Montevideo por la presencia en los puntos de mayor concentración de público por simpatizantes de dos candidatos que levantaban las banderas partidarias.

Hasta el cierre de las urnas no se informó de incidentes de importancia, aunque el gobierno dispuso un fuerte operativo de seguridad.

La participación electoral fue "probablemente" igual a la de la primera rueda, cuando llegó a 92 por ciento de los 2,4 millones de votantes inscriptos, afirmó Agustín Canzani, de la firma de encuestas Equipos-Mori.

Los resultados preliminares oficiales serán difundidos por el Ministerio del Interior después de las cero horas (03.00 GMT) de este lunes, y los cómputos definitivos se tendrán alrededor del mediodía.

Los partidarios de Batlle se lanzaron a las calles a celebrar una victoria que parece asegurar la continuidad de la política gradualista con acento en la estabilidad de precios y la austeridad fiscal de Sanguinetti.

El entusiasmo de los seguidores de Batlle se debe también a que su candidato logró frenar al izquierdista Encuentro Progresista- Frente Amplio (EP-FA), de Vázquez, cuyo avance desde las elecciones nacionales de 1994 parecía incontenible.

Batlle, un abogado de 72 años, dueño de una biblioteca con más de 6.500 volúmenes, es uno de los protagonistas de la política uruguaya desde 1966, cuando intentó por primera vez alcanzar la Presidencia. Derrotado en aquella ocasión y en 1971, 1989 y 1994, tuvo no obstante influencia en varios gobiernos.

El entorno de su victoria es de recesión económica, provocada por la crisis internacional y por la devaluación en enero de la moneda de Brasil, que perjudicó a las exportaciones uruguayas, y de creciente desempleo.

Brasil y Argentina, socios de este país en el Mercado Común del Sur (Mercosur), son los principales mercados de los exportadores uruguayos, y los dos están en recesión.

Algunas fuente pronostican para este año una caída de dos por ciento del producto de Uruguay, mientras el desempleo se ubica en 11,4 por ciento de la población económicamente activa.

Batlle se propone disminuir progresivamente los aportes patronales a la seguridad social, bajar las tarifas de fluído eléctrico a precios internacionales y lograr que "la austeridad" sea la tónica de su gobierno.

También anunció que estudiará la rebaja de 23 a 17 por ciento del impuesto al valor agregado, para abaratar los precios y combatir la instalación de comerciantes informales.

Así mismo, dijo que está dispuesto a prolongar el pago de seguro a los desempleados, que actualmente rige durante seis meses, hasta encontrar soluciones de fondo para la desocupación.

Sus prioridades en materia salarial serán los policías, militares, maestros y profesores, empleados del Poder Judicial y del Ministerio de Salud Pública, los más deprimidos del Estado.

En materia estatal impulsará la "tercerización" es decir, entregar a terceros trabajos que actualmente realizan empleados del estado, en proceso de reducción desde 1987.

En política exterior, los colaboradores de Batlle se pronunciaron por "una pausa" para la reflexión en el Mercosur. Al respecto, señalaron que Uruguay no puede pagar el precio de un arancel externo común que encarece los bienes de capital de tecnología avanzada mientras no obtiene suficientes contrapartidas comerciales.

Batlle aseguró que combatirá "a ultranza" los subsidios agrícolas aplicados especialmente por la Unión Europea (UE), que perjudican las exportaciones de Uruguay, un país de importante producción agroindustrial.

La polémica por los subsidios agrícolas de la UE amenaza con el fracaso a la III Conferencia Ministerial de la Organización Mundial de Comercio, que comenzará el martes en Seattle, ciudad situada en el noroeste de Estados Unidos.

Su política con respecto a los desaparecidos durante la dictadura militar (1973-1985) es la de fomentar un diálogo entre militares y ex guerrilleros, sin participación de la Iglesia Católica, que ha intentado sin éxito buscar soluciones, ni de organzaciones políticas ni sociales.

Pero su gobierno dará también oportunidad al candidato colorado para poner en práctica algunas ideas que incluso sus aliados en la segunda vuelta, los nacionalistas, consideraron "atípicas", "disparatadas" o "insólitas".

"Importar" científicos rusos para perfeccionar el nivel de los locales, fomentar la cría de caballos de carrera para exportación, son algunas de sus iniciativas.

Así mismo, dijo que Uruguay debe negociar por su cuenta, al margen de su afiliación al Mercosur, un acuerdo con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Canadá, Estados Unidos y México).

"Yo no voy a cambiar a esta altura de mi vida; voy a seguir diciendo lo que creo que es bueno para el país, no voy a cambiar, porque si cambiara, seguramente me iría mal", se justifica.

El triunfo de Batlle contuvo de momento la marcha del EP-FA, que surgió de la primera ronda electoral como la mayor fuerza política de este país.

El Partido Socialista, de Vázquez, prevalece en el EP-FA, en el que los ex guerrilleros tupamaros constituyen una importante minoría. Juanto a ellos se alinean los partidos Comunista y Demócrata Cristiano, ex colorados y ex nacionalistas, y una importante masa de independientes de izquierda.

La victoria de Batlle fue apuntalada por votantes del Partido Nacional, excluido de esta segunda ronda al resultar tercero en la primera, especialmente en el interior del país, ya que en la capital triunfó el EP-FA.

Colorados y nacionalistas se han alternado en el poder desde 1836, cuando esos dos partidos históricos fueron fundados, y hasta 1904 lo hicieron con frecuencia con las armas en la mano.

Batlle pertenece a una familia que dio tres presidentes a Uruguay: Lorenzo Batlle (1868-1872), José Batlle y Ordoñez (1903- 1907 y 1911-1915) y Luis Batlle Berres (1947-1951 y 1955-1959). (FIN/IPS/rr/ff/ip/99

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