Las propuestas y debates sobre cultura, género y derechos humanos fueron desplazados durante la campaña electoral de Uruguay por los temas económicos e impositivos, que la monopolizaron.
"Ningún partido político le dio importancia a la cuestión de genéro, al aborto o al tratamiento igualitario de la mujer en el trabajo", dijo a IPS Elena Fonseca, integrante de Cotidiano Mujer, la única publicación feminista de Uruguay.
Las organizaciones no gubernamentales le han pedido a los partidos que incluyan propuestas concretas en sus programas, pero éstas "cayeron en saco roto, pese a que son temas de la vida y de la muerte, pero aparentemente secundarios para ellos", afirmó Fonseca.
Ninguno de los cinco partidos que compitieron en la primera vuelta el 31 de octubre, ni los dos candidatos que disputarán la Presidencia el domingo 28 -el izquierdista Tabaré Vázquez, del Encuentro Progresista-Frente Amplio, y el liberal Jorge Batlle, del Partido Colorado-, abordaron esos temas con detenimiento.
El 1 de este mes, Vázquez se molestó en una rueda de prensa cuando se le pidió su opinión sobre la despenalización de las drogas y del aborto.
Sobre el primer tema, la izquierda no ha tomado posición, y respecto del aborto afirmó: "Soy médico y tengo normas que rigen mi conducta".
Batlle tiene una posición similar. Portavoces de su comando señalaron a IPS que la despenalización de las drogas y del aborto "son temas sobre los cuales no hubo debate en la campaña, ni habrá iniciativas del gobierno", si triunfa el candidato colorado.
A mediados de octubre, representantes de cuatro partidos se presentaron en la estatal Universidad de la República para exponer sus ideas sobre temas culturales.
"El público asistente llenó la sala pero fue emigrando progresivamente con depresiones anímicas y emocionales", ironizó Manuel Martínez Carril, director de Cinemateca Uruguaya, la única organización privada del país dedicada al estudio, exhibición y archivo cinematográfico.
Ese día, todos coincidieron en destacar que cualquiera sea el ganador no habrá dinero para la cultura, "y menos para la cultura artística", recordó Martínez Carrill.
El crítico cinematográfico Homero Alsina Thevent comentó al semanario Brecha que el desinterés por los temas culturales alcanza a todos los sectores políticos.
Sin embargo, "mantenemos un ejército completamente inútil, los gastos de la diplomacia son enormes, y en general se gastan montones de dinero en trivialidades", afirmó.
La posición de los políticos sobre ciencia, tecnología y ambiente se mantuvo en el mismo nivel de exposición que las anteriores.
En las declaraciones públicas de los candidatos, esos temas fueron sólo "una referencia" de la cual "salían rápidamente" como si le importara a pocos, dijo el investigador Rodolfo Gambini, de la Facultad de Ciencias.
El decano de la estatal Facultad de Medicina, Luis Calegari, se quejó de que durante la campaña electoral no se haya podido conocer a fondo la posición de los partidos sobre la educación terciaria, pese a su trascendencia en el próximo milenio.
Tampoco los derechos humanos, globalmente considerados, fueron objeto de debate.
Durante la campaña, sólo irrumpió el reclamo del poeta argentino Juan Gelman, pidiéndole al gobierno de Julio María Sanguinetti que averiguara el destino de su nuera y de su nieto, nacido en cautivero, desaparecidos en Argentina en 1976 y presumiblemente trasladados a Uruguay.
El abogado Guillermo Payseé, del Servicio de Paz y Justicia, expresó que el único tema para el cual los políticos creen que necesitan apoyo técnico es el económico.
Los demás temas "son como una especie de nebulosa que los puede tratar cualquiera, y nos atormentan con datos y cifras sobre la economía, que es manejada con palabras que dificultan la comprensión", apuntó.
Sin embargo, Payseé considera que "cualquier cosa que venga" luego de las elecciones será mejor que lo hecho en estos años, porque el debate sobre los desaparecidos volvió a instalarse en la sociedad y tanto Vázquez como Batlle dijeron que buscarán una salida. (FIN/IPS/rr/ag/ip/99