La reestructura del PNUD, que incluye eliminar la lucha contra la pobreza de su radio de acción y pasarla al del Banco Mundial, fue muy criticada en la Sexta Conferencia Regional de Africa sobre la Mujer, que se realiza en Etiopía esta semana.
Algressia Akwi, de Uganda, señaló que "el código moral del Banco Mundial nunca contempló la justicia social". "¿Por qué pedirle ahora que coordine (la lucha contra) la pobreza?", cuestionó.
Los delegados, reunidos en Adis Abeba, manifestaron en privado su inquietud porque no se le renovó el cargo a la directora de la oficina del PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo) en Africa, ocupado hasta ahora por Thelma Awori, el puesto más alto que ocupa una mujer en la ONU.
Awori, de Kenia, dejará su cargo de viceadministradora del PNUD en diciembre.
"No es que la ONU (Organización de las Naciones Unidas) deba mantener a las mujeres en sus cargos sin motivo, pero por lo que sabemos, Awori estaba haciendo un buen trabajo", señaló Sarah Longwe, presidenta de Femnet, un grupo regional que defiende los derechos de las mujeres.
"En este momento, cuando sabemos que la ONU está muy lejos de haber cumplido su objetivo de integrar a las mujeres a cargos ejecutivos, (no renovar el puesto de Awori) es un mensaje negativo", recalcó.
"No se hacen recortes donde se necesita construir. Esta es una reacción contra el feminismo", agregó una fuente cercana a la ONU.
El nuevo administrador del PNUD, Mark Mulloch Brown, ex vicepresidente del Banco Mundial, introdujo grandes cambios en la agencia.
Mulloch Brown decidió cerrar las oficinas regionales y centralizar los servicios de la institución a fin de recortar gastos, ya que el presupuesto del PNUD se redujo 40 por ciento.
La Asamblea General intervino para rescatar a las oficinas regionales, pero el contrato de Awori no fue renovado, y el cargo perderá jerarquía.
Fuentes del PNUD señalaron que hubo diferencias de opinión entre Awori y el nuevo administrador.
Entre tanto, el PNUD y el Banco Mundial se pusieron de acuerdo en forma tácita sobre una división de tareas según la cual el primero se concentrará en la gobernabilidad y el segundo en la lucha contra la pobreza.
Eso es parte de la nueva "agenda neoliberal" que cada vez tiene más aceptación en la Organización Mundial de Comercio, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, explicó una fuente cercana a la agencia.
El PNUD se propone convertirse en el "principal servicio de asesoramiento sobre gobernabilidad", y su aprobación será esencial para recibir fondos de otros gobiernos a través del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, explicó la fuente.
Pero esos servicios están muy lejos de llenar las necesidades inmediatas de los países pobres de Africa, para los cuales el PNUD es una de las pocas fuentes de financiación que quedan, indicó.
Y la perspectiva de que el Banco Mundial quede como el único encargado de reducir la pobreza sorprende a la mayoría de los activistas por la igualdad de género.
Los delegados del Banco Mundial aseguran que asisten a la Conferencia de Adis Abeba con amplitud mental y ganas aprender, pero la mayoría no confía en ellos.
"Al PNUD le llevó 10 años aprender sobre las cuestiones de género. Al Banco Mundial le llevará otros 20, y eso significará 30 años perdidos", se quejó un funcionario de la ONU. (FIN/IPS/tra-en/clm/mn/ceb/aq/pr/99