COMERCIO: Ministros se quedaron sin libreto para Seattle

Diferencias profundas entre grupos negociadores de países precipitaron el fracaso del proceso preparatorio de la conferencia ministerial de la Organización Mundial de Comercio (OMC) y amenazan con hacer fracasar también la publicitada convocatoria de una nueva ronda multilateral.

Después de casi 15 meses de gestiones, las autoridades de la OMC admitieron este martes que no habían logrado consenso en torno al proyecto de declaración que someterán a la reunión de ministros que sesionará en Seattle, Estados Unidos, del 30 de noviembre al 3 de diciembre.

El fracaso de los preparativos obedeció a la ausencia de entendimiento en torno a los temas de implementación de los acuerdos multilaterales anteriores y de agricultura.

El presidente del consejo general de la OMC, el tanzanio Ali Mchumo, estimó que no puede considerarse equilibrado un proyecto de declaración que no contemple las cuestiones de implementación y de agricultura.

A pesar de que el desenlace era previsible desde meses atrás, numerosos negociadores no ocultaron su decepción y expresaron temores de que la misma conclusión espere a la conferencia de Seattle.

Rita Hayes, jefa de la representación de Estados Unidos, se declaró desilusionada y aseguró que "el resto de los delegados también lo están".

Federico Cuello, negociador de la República Dominicana, expuso su frustración por el "rotundo fracaso" de las discusiones de la declaración ministerial.

Un comunicado oficial del Grupo Informal de Países en Desarrollo, que nuclea a unos 90 de los 135 estados miembros de la OMC, interpretó que el bloqueo de las negociaciones no obedeció exclusivamente al conflicto Norte-Sur.

En las discusiones surgen divergencias importantes entre los propios países industrializados, dijo el Grupo Informal, en alusión a las diferencias que separarían en el tema agricultura a las cuatro mayores potencias comerciales, Estados Unidos y Canadá, por un lado, y la Unión Europea y Japón, por otro.

Canadá, con otros 14 países exportadores agrícolas, integra el Grupo de Cairns, que ha establecido una alianza con Estados Unidos para promover la liberalización del comercio de los productos de ese sector.

En contraste, europeos y japoneses, junto con Corea del Sur, Noruega y Suiza, pretenden mantener el proteccionismo en beneficio de sus productores agropecuarios.

La declaración de los países en desarrollo rechazó las subvenciones a las exportaciones que aplican el bloque liderado por la Unión Europea y, aunque en menor medida, también Estados Unidos.

Pero el reproche principal del Grupo Informal se dirije a los países industrializados por haber ignorado durante las discusiones en la OMC el problema de la implementación de los acuerdos de la Ronda Uruguay, que se negoció entre 1986 y 1994.

El vocero del Grupo Informal, Alejandro de la Peña, representante de México, precisó que la declaración de los países en desarrollo constituía un llamado de atención para que todas las partes muestren mayor flexibilidad en las negociaciones que proseguirán desde este fin de semana en Seattle.

Tanto Mchumo como el director general de la OMC, el neocelandés Mike Moore, confiaron en que esa disposición más favorable de los negociadores aparezca en la conferencia que se inaugura el martes próximo.

Desde el comienzo del proceso de Seattle, los países industrializados alientan la esperanza de que la conferencia ministerial apruebe en su declaración final la convocatoria a una nueva ronda de negociaciones comerciales para profundizar el proceso de liberalización económica.

Estados Unidos se ha mostrado favorable a una nueva ronda con pocos temas, en general relacionados con los mercados de nuevas tecnologías en los que tiene presencia dominante.

En cambio la Unión Europea y sus aliados agrícolas pretenden una ronda con una agenda muy amplia, que ofrezca temas variados para intercambiar en las concesiones que inevitablemente deberá hacer en la cuestión agropecuaria.

Los países en desarrollo aspiran a que la conferencia se ocupe previamente de la aplicación de los temas pendientes, cuyo incumplimiento priva de beneficios a los estados más pobres del mundo. Sólo después de ese acuerdo sobre implementación aceptarían una ronda, pero con una agenda muy limitada.

En poco más de tres días, los ministros convocados a Seattle deberán decidir si existe consenso para alguna de esas variantes de una nueva ronda.

En medio del clima de desilusión que cundió este martes al evidenciarse el fracaso del proceso preparatorio de Seattle, algunos negociadores vaticinaron que después de la conferencia solo quedará un márgen para negociar la agenda incorporada, que incluye los temas de agricultura y servicios.

En los acuerdos de Marrakesh, que cerraron la Ronda Uruguay, se aprobó la denominada agenda incorporada, con el mandato de que agricultura y servicios se renegociarán desde el año 2000. (FIN/IPS/pc/ag/99

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