COLOMBIA: Lluvias azotan al territorio y prometen empeorar

Las lluvias azotan a Colombia y obligan a las autoridades a permanecer en alerta máxima, ante una catástrofe que ya dejó 70 muertes, más de 300.000 damnificados, bloqueo de carreteras y pérdidas económicas incalculables.

El estatal Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) informó este jueves que las medidas de prevención "serán drásticas", porque la temporada de lluvias "se agudizó desde octubre convirtiéndose en una de las más graves desde el fenómeno del Niño" en 1997.

El jefe de Información Ambiental del Ideam, Humberto González, dijo este jueves a IPS que el creciente nivel de los grandes ríos colombianos en su cauce medio y bajo hace prever "que la situación empeorará en vez de mejorar".

Hasta el momento, las víctimas mortales fueron habitantes de riberas de alto riesgo cuyas viviendas sufrieron avalanchas y derrumbes provocados por el desbordamiento de varios ríos.

Las últimas víctimas, una mujer de 85 años y su hija de 44, fueron sepultadas por un alud de tierra que cubrió la vivienda que habitaban en un barrio marginal de la ciudad de Manizales.

Ese organismo estatal solicitó a las autoridades regionales declarar en alerta roja a las dos principales arterias fluviales del país, los ríos Magdalena y Cauca.

La amenaza de desbordamiento de estos ríos atraviesa casi todo el país, en las zonas suroccidental, oriental, noroccidental y norte.

Los departamentos de esas zonas más afectados son Antioquia, Atlántico, Bolívar, César, Córdoba, Chocó, Magdalena, Santander y Sucre.

González indicó que, como consecuencia de las precipitaciones, los funcionarios estatales y de organismos de socorro se mantendrán en turnos de vigilancia de 24 horas porque "se prevé que las más fuertes se presenten en las próximas 72 horas".

Las playas de la caribeña isla de San Andrés y Providencia fueron cerradas a los turistas y persiste una severa restricción a la salida de embarcaciones pequeñas por el comportamiento del mar, informó la Dirección Nacional para la Prevención y Atención de Desastres.

Según este organismo oficial, ocurre lo mismo en el resto de las costas marítimas del país, especialmente en el norteño departamento de Bolívar, donde 30 de sus 44 municipios fueron declarados en estado de emergencia.

En el suroccidente, el departamento del Quindío "está zozobrando", alertó María Ospina, coordinadora de esa región en la Oficina de Prevención y Atención de Desastres.

La funcionaria informó que los 12 municipios de ese departamento "están tan afectados que ya la gente comienza a pronosticar una nueva gran tragedia".

Quindío fue una de las zonas afectadas por un terremoto que el 25 de enero causó la muerte de numerosas personas y borró poblaciones enteras en la zona conocida como el "eje cafetero".

Por su parte, el Instituto Nacional de Vías comunicó este jueves que 29 carreteras del occidente y el suroccidente fueron cerradas y 46 más se encuentran "en observación y con tráfico restringido", la mayoría a causa de aludes de tierra "que cierran el paso" a los vehículos.

En Bogotá, tormentas eléctricas provocaron inundaciones en barrios del sur y el norte de la capital, así como inmensos trancones en las vías arterias de tráfico vehicular, trastornos en las comunicaciones y cortes en el servicio de energía eléctrica.

Un deslizamiento de tierra obligó a 1.400 alumnos de la escuela La Belleza en el sur a sacar escombros y agua en compañía de sus padres y profesores en pleno horario de clases.

Pastor García, presidente de la Junta de Padres de Familia de la escuela, dijo a IPS que la verdadera emergencia "se verá cuando crezca el volumen de agua", porque "también el sistema de alcantarillado se tapó".

Un funcionario de la Secretaría de Educación de Bogotá dijo que "en concordancia con la alcaldía" se está tratando de trasladar a los estudiantes a otro sitio "para que no pierdan clases".

Por su parte, organismos de socorro como la Cruz Roja y la Defensa Civil se hicieron presentes en los lugares de peligro inminente y comenzaron un censo de pobladores para canalizar aportes hacia los damnificados.

El vicepresidente de Colombia, Gustavo Bell, llamó a las administraciones locales a unirse "al gran esfuerzo económico que está haciendo el Estado para ayudar a los damnificados". Bell no suministró el monto de la cifra invertida en ayuda.

Hasta ahora, las familias evacuadas por Prevención y Atención de Desastres han sido ubicadas en iglesias, escuelas y zonas altas y descubiertas, donde son instaladas en carpas.

González advirtió que "este panorama no cambiará en largo rato" ya que el Ideam pronosticó "recrudecimiento invernal (de la temporada de lluvias) hasta finales del próximo mes de diciembre". (FIN/IPS/mjll/mj/en dv/99

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