Habitantes de la localidad de Barrancabermeja (nordeste) realizarán este martes una marcha para pedir a las insurgentes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) la liberación de cuatro periodistas y tres camarógrafos secuestrados el viernes.
La Asociación de Periodistas de Barrancabermeja (APB) calificó este lunes en un comunicado la retención de sus colegas como "un atentado a la libertad de prensa" y pidió a las emisoras de radio suspender durante cinco minutos su programación en la mañana, la tarde y la noche en señal de protesta.
Un comando de las FARC secuestró el viernes a los periodistas Aldemar Luna, del periodico Vanguardia Liberal (local), y los corresponsales de los canales privados Wilson Lozano (Caracol), Idamis Acero (RCN) y Blanca Herrera (C&M) y los camarógrafos Frank Chagualá, Jhon Leon y Reynaldo Patiño.
Los rebeldes afirmaron que los periodistas y camarógrafos fueron retenidos para que informen sobre "los desmanes que están cometiendo los paramilitares (de derecha) en el departamento de Bolívar (norte), donde activistas de derechos humanos prevén un agravamiento de los enfrentamientos entre estos grupos armados.
El presidente de la APB, Luis Fuentes, tras reclamar la inmediata liberación de sus colegas, dijo que "no es con la amenaza del fusil" que los periodistas pueden informar la realidad de los hechos.
El arzobispo de Cali, Héctor Henao, pidió a los grupos armados reflexionar "sobre la necesidad de humanizar la guerra" y sacar a los civiles del conflicto armado, "en especial a aquellos que prestan un servicio a la comunidad, como lo son los comunicadores".
El religioso dijo a IPS que "de ninguna manera puede responsabilizarse a los periodistas del conflicto" que "con su trabajo buscan que los colombianos conozcan la situación que se vive en el país".
Según Henao, para que los periodistas puedan cumplir con su función de informar necesitan de una gran autonomía e independencia, que no se da bajo circunstancias de presión.
El arzobispo condenó también el secuestro del fotógrafo gráfico de la agencia de noticias Reuters Henry Romero, que cumple seis días en poder del Ejército de Liberación Nacional (ELN), segundo grupo guerrillero de Colombia.
Romero fue retenido el martes por el ELN en la periferia de la ciudad de Cali, acusado de haber difundido una fotografía en la que se identificaba el rostro del "comandante Nicolás" en un operativo de ese grupo insurgente.
La Organización de Estados Americanos (OEA) condenó el viernes el secuestro de Romero y "exhortó a las autoridades colombianas a lograr su liberación y sancionar a los responsables".
Así mismo, la Sociedad Interamericana de Prensa, que reúne a medios de comunicación del continente, afirmó en un comunicado que "los periodistas tienen derecho a trabajar sin que nadie los obstaculice", pues "no están involucrados en el conflicto y deben ser independientes".
El obispo de Barrancabermeja, Jaime Prieto, también consideró "inaceptable" que los guerrilleros retengan periodistas con el argumento de que se les requiere para difundir sus informaciones.
La Oficina en Colombia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos consideró que "la repudiable práctica de retener periodistas" es un "gravísimo atentado contra la libertad de expresión y un desconocimiento inaceptable del derecho internacional humanitario".
El acatamiento a las normas del derecho internacional humanitario, que protege a la población civil no combatiente, será uno de los puntos que las organizaciones no gubernamentales pedirán se incluyan como prioritarios en la agenda de negociación que las FARC y el gobierno comenzarán a discutir este martes.
Según la privada Fundación Guillermo Cano, en un país con una situación de violencia generalizada como Colombia, no es extraño que también los periodistas sean atacados.
Junto con los secuestros y demás amenazas por parte de las organizaciones armadas ilegales, "el desconocimiento de las autoridades (…) y los asesinatos agravan la situación de la libertad de expresión en Colombia", afirmó la Fundación en un foro celebrado en mayo.
Reporteros sin Fronteras informó que este año fueron asesinados seis periodistas a causa de su trabajo en Colombia.
Según organismos defensores de derechos humanos, en las dos últimas décadas han sido asesinados 125 periodistas en Colombia, donde cada año mueren de forma violenta 25.000 personas y 1,5 millones han sido desplazados de sus hogares a causa del conflicto armado. (FIN/IPS/yf/mj/hd/99