Luis Flores era operario de una bodega industrial dos años atrás. Hoy es el alcalde de esta localidad, 25 kilómetros al este de la capital de Costa Rica.
A los 30 años, Flores, que viaja en autobús y trabaja en mangas de camisa, es uno de los ejemplos de los últimos lineamientos de la política comunal de Costa Rica, que ha introducido los alcaldes como nueva figura de poder en sus ayuntamientos.
La elección popular de un alcalde y una nueva legislación comunitaria que promueve más participación política es una novedad en las ciudades de Costa Rica y uno de sus últimos avances en materia de democratización, según el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
"La principal tarea de quienes somos alcaldes es sensibilizar a nuestros pueblos y crear un contacto mayor con el poder para cambiar la mala imagen que se tiene de la política", dijo Flores, entrevistado en El Guarco, una comunidad agrícola e industrial de 31.000 habitantes.
Este alcalde, el más joven de Costa Rica, dista mucho de representar al político convencional rodeado de asesores y de burocracia.
En su oficina, que está en el centro urbano de una jurisdicción que cubre 168 kilómetros cuadrados, toma decisiones sobre las fuentes agua potable del ayuntamiento, la recolección de basura, la reparación de las calles, los permisos de construcción y los impuestos comunales.
"La elección popular de los alcaldes es trascendental. Pretende quitarle poder a los grandes partidos políticos y lograr que las comunidades sean gobernadas por personas reconocidas por el pueblo", dijo a IPS Carlos Calvo, presidente ejecutivo del Instituto de Fomento y Asesoría Municipal (IFAM).
Costa Rica está dividida políticamente en siete provincias y éstas, a su vez, en 81 cantones, cada uno de los cuales constituye una municipalidad o ayuntamiento.
La norma que rige los gobiernos de los cantones, desde abril de 1998 es el nuevo Código Municipal, la Ley 7794.
"Con la instauración de la figura del alcalde, la situación cambia pues no es una elección a dedo, hecha por unos pocos, sino una responsabilidad política mayor hecha por toda una comunidad", dijo a IPS José Merino, diputado del opositor Fuerza Democrática.
De acuerdo con el sistema anterior, el Concejo Municipal, órgano legislativo de los ayuntamientos, nombraba a un funcionario, el "ejecutivo municipal", que ejecutaba sus disposiciones.
La instauración de la figura de los alcaldes tiene la intención de que los gobiernos municipales tengan mayor peso político y promuevan una descentralización del poder.
En el país ya hay gran expectativa por la primera elección popular de los alcaldes, que se realizará en diciembre del año 2.002. Los actuales alcaldes fueron elegidos por los Concejos Municipales.
Sin embargo, ya hay preocupación por la representatividad de estos puestos, por ejemplo en materia de género, pues de los actuales 81 alcaldes, 76 son hombres y apenas cinco son mujeres.
Las elecciones de alcalde, que luego durarán cuatro años en el cargo, se celebrarán en comicios independientes de los presidenciales.
"Inevitablemente el alcalde va a desarrollar un espacio de autonomía en su gestión, al soltarse las amarras que mantenían atado a un ejecutivo municipal nombrado por el Concejo", vaticina el quinto Informe sobre el Estado de la Nación, un estudio auspiciado por el PNUD.
Y es que los alcaldes tendrán autonomía para negociar convenios de desarrollo con otras municipalidades y organizar un nuevo cuerpo de policías denominados "municipales", además de contar con la facultad, de la que carecían los ejecutivos, de vetar decisiones del Concejo Municipal.
Otra de las novedades del nuevo Código Municipal es que los regidores o ediles de los Concejos Municipales también serán de elección popular. Antes, los electores votaban por partidos políticos, que internamente elegían a sus representantes municipales.
"Todos estos cambios permitirán un mayor control político de los ciudadanos a sus gobernantes, pues los alcaldes podrán ser reelegidos cuantas veces el pueblo lo quiera y también podrán ser relegados de sus funciones a través de plebiscitos", explicó Flores.
Además, el alcalde de El Guarco sostuvo que él y sus pares luchan contra los principales problemas de los municipios y que le hablan al pueblo "en su propio idioma". (FIN/IPS/nms/mj/ip/99