El chino promedio parece imperturbable ante la posible falla de las computadoras al llegar el año 2000, mientras empresas de computación extranjeras miran con ansiedad el enorme mercado potencial de China.
La llamada "crisis del milenio" es una cuestión casi ignorada por los medios de comunicación, y la batalla contra el problema queda en manos de unos pocos.
Los expertos temen que los sistemas de computación de instituciones financieras, centrales de energía, industrias militares y de comunicación hagan un colapso el llegar el próximo 1 de enero, ya que los viejos sistemas leen los años según los dos últimos dígitos y por lo tanto no podrán interpretar la fecha correctamente.
Ni Guangnan, un destacado diseñador de "software" o programas de computación, escribió el año pasado un artículo en el diario People's Daily en el que exhortó a realizar "una movilización de tiempos de guerra" para derrotar la falla del milenio.
Pero Zhao Bo, jefe de la división de software del Ministerio de la Industria de la Información, que encabeza los esfuerzos para solucionar el problema, se mostró menos drástico.
"La amenaza de la crisis del 2000 es menor en China que en países industrializados, porque dependemos menos de las computadoras", tranquilizó Zhao.
"Excepto por los bancos y otras instituciones financieras, el problema es igual que en cualquier otro país", dijo.
El gobierno ha intentado obligar a las industrias a modernizar sus sistemas de computación, pero la falta de conocimientos, la dependencia de una mezcolanza de programas y la escasez de apoyo financiero hacen temer que China no está nada preparada para el problema.
El Ministerio de la Industria de la Información ordenó a todos los sectores que considera incapaces de prepararse para la crisis del 2000 que presentaran una lista de medidas de emergencia antes del 30 de septiembre.
Mientras, el Banco Popular de China decidió adelantar un día sus transacciones previstas para fin de año, y las líneas aéreas anunciaron que, entre el 21 de diciembre y el 1 de enero, los aviones despegarán con una diferencia de 15 minutos entre sí, en lugar de los usuales 10 minutos.
Sin embargo, en general la banca y la aviación se consideran "seguros". Los principales bancos públicos ya invirtieron casi 1.000 millones de dólares para prevenir la falla del milenio.
Así mismo, el gobierno ordenó a los presidentes de todas las líneas aéreas continentales que estén en el aire al llegar el 1 de enero para ganarse la confianza del público.
Las que sí están en problemas son las pequeñas y medianas empresas, que constituyen la mitad de la economía. La mayoría se preparan con mucha lentitud o no prestaron suficiente atención al problema.
Mientras el Ministerio de la Industria de la Información se encargó de verificar las medidas de modernización en sectores clave como la banca y la energía, las empresas individuales son responsables de sus propios esfuerzos.
Compañías extranjeras de computación expresaron su temor a que las empresas chinas no se preparen para la falla del milenio y luego las culpen por los resultados, según un informe de la embajada de Estados Unidos en Beijing.
Business Software Alliance sostiene que 98 por ciento de los programas utilizados en China son pirateados, incluido el usado en organismos gubernamentales y empresas públicas.
Es más difícil hacer frente a la falla del milenio con programas pirateados, porque el usuario no puede dirigirse a su proveedor original para corregirla, explicó Zhao Bo.
Si las líneas aéreas, las compañías ferroviarias, los bancos y otras empresas públicas utilizan programas pirateados sin corregir, se podría provocar un caos en sus redes, advirtieron expertos.
Sólo el tamaño del mercado de las computadoras en China hace estremecer a los empresarios extranjeros, pero creó muchas dificultades al grupo de trabajo sobre la falla del milenio del Ministerio de la Industria de la Información.
Según la Asociación de la Industria de las Computadoras de China, hay más de 10 millones de ordenadores personales instalados en China y el número aumenta 50 por ciento cada año.
Para evitar una catástrofe, el gobierno central anunciará a mediados de diciembre medidas de contingencia. Los bancos cerrarán los primeros días del año, y las rutas férreas y aéreas domésticas podrían ser reducidas. (FIN/IPS/tra-en/ab/js/mlm/cr-dv/99