Los ministros de Comercio del Mercosur y de la Unión Europea (UE) anunciaron el lanzamiento formal de las negociaciones de liberalización entre los dos bloques.
El Mercosur (Mercado Común del Sur) es el mayor bloque comercial de América Latina, que comprende a Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, con Bolivia y Chile como miembros asociados.
La UE aceleró las negociaciones de liberalización comercial con las economías de América Latina debido a la esperada ampliación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN, integrado por Canadá, Estados Unidos y México) al resto del continente americano para el 2005, lo cual podría perjudicar a las exportaciones europeas.
La conversión del TLCAN a un Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA) fue anunciada por el presidente estadounidense Bill Clinton en una cumbre regional en 1994.
Chile habría sido el primer país latinoamericano en sumarse al TLCAN, pero el Congreso estadounidense bloqueó su ingreso.
Funcionarios europeos creen que la liberalización comercial entre la UE y el Mercosur podría generar 6.200 millones de dólares en ganancias adicionales para la UE y 5.150 millones para el Mercosur.
El comercio entre los dos bloques superó los 49.500 millones de dólares en 1998.
El anuncio se hizo poco después de la primera serie de reuniones del Consejo de Cooperación Mercosur-UE, y el consejo conjunto UE-Chile. Pero las partes no acordaron cuáles serán los temas a tratar y cuándo.
"No acordamos formalmente cómo vamos a negociar, o cuál será el cronograma", declaró a la prensa el uruguayo Didier Opertti, presidente temporario del Consejo de Mercosur.
"Somos conscientes de que nos enfrenta un gran desafío. Hay diferencias entre nosotros (Mercosur y UE), pero debemos lograr un buen equilibrio entre el desafío y nuestro deseo de superarlo", dijo Opertti, quien es el ministro de Relaciones Exteriores de Uruguay.
Las negociaciones entre la UE, Mercosur y Chile tienen el fin de lograr la liberalización gradual del comercio bilateral y recíproco, sin excluir ningún sector y de acuerdo con las normas de la Organización Mundial de Comercio, agregó.
La Comisión Europea, el órgano ejecutivo de la UE, que negocia en nombre del bloque, tiene la orden de comenzar a negociar de inmediato los productos no arancelarios y de convocar a negociaciones para los aranceles y los servicios a partir del 1 de julio.
La creación de una zona de libre comercio generará un flujo de exportaciones de la UE, actualmente sometidas a altos aranceles e impuestos internos, sobre todo bebidas alcohólicas, productos lácteos, chocolates, vino y galletas.
Pero el Instituto de Relaciones Europeas-Latinoamericanas (IRELA), de Madrid, ve posibles problemas para el Mercosur.
"La liberalización de aranceles se complicará por la cantidad de productos sensibles involucrados, sobre todo en los… agrícolas", señaló IRELA en un informe sobre las perspectivas económicas de UE-Mercosur para la próxima década, divulgado el día 22.
"Para el Mercosur, quizá la principal ventaja de un acuerdo de libre comercio sea el acceso de los productos alimenticios y agroindustriales a los mercados europeos", agrega.
Los cuatro países del Mercosur y Chile llevan adelante una firme campaña en los foros internacionales contra los subsidios agrícolas de la UE que distorsionan los precios en los mercados internacionales y perjudican las exportaciones.
El IRELA advirtió que si en el 2001 comienzan las negociaciones para la eliminación integral de aranceles y se llega a un acuerdo comercial, una tendencia que se podría afirmar durante la próxima década es el aumento del superávit comercial que tiene la UE con el Mercosur, al menos durante la primera etapa de la liberalización comercial (hasta el 2010).
Además de los problemas agrícolas que enfrentan a los dos bloques, el acuerdo de libre comercio incluiría otros temas importantes.
La demanda de bienes de capital y equipos de transporte, así como de servicios (bancarios, seguros y navieros) e inversión (sobre todo en vehículos motorizados, distribución de energía y teléfonos), también aumentarían sustancialmente con una zona de libre comercio.
Según el embajador finlandés Risto Veltheim, quien preside los grupos de trabajo que prepara las reuniones de los consejos, las cuestiones arancelarias "siguen abiertas", a pesar de la fecha límite del 2001.
Los dos bloques "lograron un acuerdo sobre la estructura, la metodología y el calendario de las negociaciones" para la liberalización, dijo Veltheim, cuyo país tiene la presidencia pro témpore de la UE.
"Por lo tanto, los comités de negociaciones seguirán su labor en la primavera (boreal) del 2000", agregó.
La primera reunión tendrá lugar en Buenos Aires, en marzo o abril, en la que se decidirá el marco y los términos de referencia para las negociaciones.
Opertti dijo que ambas partes acordaron que el tema de los aranceles "se discutirá en la reunión negociadora cuando realmente comencemos las negociaciones".
El comienzo de las negociaciones se acordó por los respectivos jefes de Estado y gobierno en la reunión del 28 de junio celebrada en Río de Janeiro, después de tres años de discusiones preparatorias.
Las negociaciones sólo concluirán después de que termine la próxima ronda mundial de negociaciones comerciales, conocida como la Ronda del Milenio, que se espera sea lanzada en la conferencia ministerial de la OMC la próxima semana en Seattle, Estados Unidos.
"Por su propia naturaleza, estas negociaciones están vinculadas a la velocidad con que se desarrollen las negociaciones en la llamada Ronda del Milenio", dijo Opertti.
En juego hay una gran cantidad de dinero: el Mercosur y Chile recibieron 100.000 millones de dólares en inversiones extranjeras en los últimos tres años.
"Eso nos convierte en el principal destino (en la región) de inversión directa de los países industrializados", explicó Opertti, quien agregó que 70 por ciento procede de la UE.
Según la Comisión Europea, ningún otra zona geográfica del mundo ofrece mejores perspectivas para la economía europea que el Cono Sur.
La UE es el principal socio comercial del Mercosur, fuente de 33 por ciento de las importaciones totales del bloque sudamericano en 1998 y receptora de 30 por ciento de sus exportaciones.
El comercio entre los dos bloques es claramente asimétrico. El Mercosur exporta principalmente productos agrícolas y básicos a la UE, mientras esta le exporta productos industriales y de capital. (FIN/IPS/tra-en/ns/bk/ak/aq/if/99