MADRID – El Senado de España reclamó el martes por unanimidad una moratoria mundial de la pena de muerte como primer paso hacia su total prohibición.
La iniciativa del Senado, al igual que la similar adoptada por la Presidencia de la Unión Europea, solicita a los parlamentos nacionales de todo el mundo que se sumen a la solicitud.
Se trata de lograr en primera instancia que se apruebe una moratoria universal provisional para, después, convertirla en definitiva.
La senadora Rosa Vindel, del gobernante Partido Popular, dijo que el fin es apoyar una resolución de la Comisión de Derechos Humanos Organización de las Naciones Unidas (ONU), que será sometida a la Asamblea General en diciembre.
Mientras, centenares de personas se manifestaban frente a la embajada de Estados Unidos en esta capital y frente al consulado de ese país en Barcelona para exigir la suspensión de la ejecución del español Joaquín Martínez.
También se celebraron manifestaciones frente a los ayuntamientos de las ciudades de Badajoz, Guijón, Jerez de la Frontera, San Sebastián, Sevilla, Valencia, Valladolid y Zaragoza.
Martínez es uno entre 3.500 presos condenados a muerte en Estados Unidos, país donde fueron ejecutadas 77 personas desde enero, según la organización no gubernamental Amnistía Internacional.
El condenado, de nacionalidad española, nació en Ecuador en 1971, vive en Estados Unidos desde los 19 años de edad, tiene dos hijas y se encuentra en el pabellón de la muerte de la prisión de Railford, en el estado de Florida.
En 1996 fue detenido, acusado de haber matado a dos personas. En el juicio fue presentado un vídeo grabado por su ex esposa, Slaone Millian, y en el que Martínez, según ella, se declaró culpable. La defensa cuestionó el vídeo por inaudible. —-