/BOLETIN-DD HH/ AUSTRALIA-INDONESIA: Activistas exigen diálogo sobre Aceh

El gobierno de Australia elude una discusión pública sobre derechos humanos con el nuevo gobierno de Indonesia en su ansiedad por reanudar relaciones con Yakarta, denunciaron activistas.

Las relaciones entre ambos países se tensaron desde que Canberra apoyó este año al movimiento independentista de Timor Oriental y lidera la fuerza internacional de pacificación en el territorio.

"Cada día aparecen tres nuevos cadáveres al borde de la carretera en (la provincia indonesia de) Aceh", denunció el activista por los derechos humanos Otto Ishak en una reunión pública realizada la semana pasada en Canberra.

Ishak, director de la Fundación Córdova, defensora de los derechos humanos, viajó a Australia para convencer al gobierno y a la comunidad sobre la necesidad de investigar los abusos cometidos por los militares de Indonesia en la provincia de Aceh, situada al norte de Sumatra.

Aceh quiere independizarse de Indonesia debido a los abusos de los militares y a que sólo recibe una fracción mínima de los millones de dólares que ingresan al país por la explotación de gas y petróleo de ese territorio, explicó Ishak.

"El gobierno de Australia podría presionar al de Indonesia para que permita la formación de un equipo independiente confiable y capaz de realizar las investigaciones sobre derechos humanos", declaró Ishak, que visita ahora varias ciudades australianas.

Pero Ishak se encuentra con varios obstáculos para transmitir su mensaje al gobierno de Australia.

El nuevo presidente de Indonesia, Abdhurrahman Wahid, se mostró intransigente.

"Si Australia necesita la aceptación de una nación de 210 millones de personas, la recibiremos con el corazón dispuesto. De ella dependerá darse cuenta del error" cometido, declaró Wahib luego de presentar a su nuevo gabinete, nombrado el viernes.

El nuevo canciller de Indonesia, Alwi Shihab, manifestó su esperanza de que Australia "considere y cuide la sensibilidad de su vecino para evitar adversidades".

Ishak logró hace poco que el subcomité de derechos humanos de las Naciones Unidas hiciera su primera declaración pública contra los abusos de Aceh, pero Australia no da el brazo a torcer, e incluso se resistió al principio a otorgarle la visa de entrada al país.

Scott Burchill, de la Escuela de Estudios Australianos e Internacionales de la Universidad de Deakin, sostiene que el gobierno de Australia no quiere hacer nada que empeore las relaciones con Indonesia.

"Se negaron a todo lo que sirva como aliento para otro movimiento separatista del archipiélago o pueda ser interpretado por Indonesia como un intento de Australia por destruir al país", observó.

Sin embargo, un portavoz del ministro de Relaciones Exteriores de Australia, Alexander Downer, aseguró que la Embajada en Indonesia plantea regularmente la cuestión de Aceh a Yakarta.

"El gobierno de Australia financia su trabajo (de una agencia de derechos humanos de Indonesia), y ellos son los más calificados para realizar las investigaciones", explicó el portavoz.

Gobiernos anteriores de Indonesia prometieron dar autonomía a Aceh por su papel en la batalla contra Holanda, la potencia colonial, pero los líderes de la provincia sostienen que las promesas no fueron genuinas. En la década del 70, surgió una rebelión separatista en ese territorio musulmán.

Aceh está ocupada por los militares desde 1989. "Unas 10.000 personas murieron o desaparecieron, y muchas otras fueron violadas y torturadas, durante este período", denunció Ishak.

La prensa, las organizaciones no gubernamentales, y los investigadores sobre derechos humanos pudieron entrar en Aceh cuando cayó el presidente Alí Suharto, en mayo de 1998.

La cobertura de los medios de comunicación y las manifestaciones permitieron que la comunidad internacional supiera lo sucedido en Aceh, a través de las fosas comunes que se descubrieron y las declaraciones de los testigos.

El entonces comandante de las Fuerzas Armadas de Indonesia, general Wiranto, anunció que los militares "se retirarán sin condiciones" de la provincia, y las autoridades presentaron disculpas oficiales por los abusos cometidos contra el pueblo de Aceh.

Pero la investigación de la Comisión Nacional de Derechos humanos de Indonesia en Aceh no reunió muchas pruebas, según Ishak.

"El equipo nacional de investigación nombrado por el presidente no tuvo credibilidad social, porque no se los considera neutrales", explicó.

"Los miembros de ese equipo no recibieron ningún entrenamiento especial, ni siquiera forense, para cumplir con la tarea. Además, los militares presionaron e intimidaron para que se detuvieran las investigaciones, y el tiempo fue escaso, sólo seis meses", detalló.

Ishak cree, igual que muchos otros, que las fuerzas militares especiales de Indonesia, Kopassus, son responsables de la mayoría de los abusos cometidos.

Las tropas de Kopassus, al mando del entonces ministro de Defensa, general Wiranto, organizaron a las milicias favorables a la autonomía de Timor Oriental, que robaron, mataron y violaron a los favorables a la independencia del territorio.

Wahid destituyó a Wiranto del comando de las Fuerzas Armadas y del Ministerio de Defensa, y lo nombró ministro coordinador de asuntos políticos y de seguridad.

Burchill no está seguro de qué actitud adoptará Wahid respecto de los militares en Aceh. "Se trata de una prueba para él porque una de las preguntas (clave) será ¿qué opina sobre el envío del ejército a aplastar a los separatistas de Aceh?, ya que es el líder de la mayor organización islámica del país", comentó.

De todos modos, los grupos australianos defensores de los derechos humanos le ofrecieron su apoyo a Ishak. "Lo sucedido en Aceh muestra que no sólo los timorenses sufren en manos de los militares indonesios", recalcó Vanessa Johanson, activista por los derechos humanos del Consejo Australiano de Ayuda Extranjera.

Amnistía Internacional de Australia también decidió incrementar la presión en favor de Aceh.

Ishak, que investiga ahora la existencia de un supuesto campamento de torturas en Pidie, tiene esperanzas.

"Es una buena señal que el nuevo ministro responsable del respeto por los derechos humanos sea de Aceh", admitió Ishak, refiriéndose a Hasballah Saad, primer habitante de esa provincia que integra el gabinete ministerial de Indonesia. (FIN/IPS/tra- en/bb/js/ceb-mlm/hd/99

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe