Grupos ambientalistas se sumaron esta semana a las protestas contra el poder de la Organización Mundial de Comercio (OMC) y advirtieron que socava iniciativas para proteger a la salud pública y el ambiente de sustancias tóxicas.
Dos informes divulgados el jueves condenaron la influencia de intereses empresariales en las negociaciones que se celebrarán en la tercera conferencia ministerial de la OMC (Organización Mundial de Comercio), del 30 de noviembre al 3 de diciembre en Seattle, Estados Unidos.
"Negociar o no negociar no es el dilema", según un informe de la Red de Acción Basilea y la organización Intercambio Ambiental Asia Pacifífico, dos grupos con sede en Seattle dedicados a acabar con la compra y venta internacional de desechos tóxicos.
El comercio debe tener límites que aseguren que no dañe a la gente o los ecosistemas, afirmaron. En su opinión, las reglas de la OMC le quitan autoridad a medidas adoptadas para controlar el comercio de químicos y sustancias tóxicas.
"La OMC es una aterradora amenaza a los pilares de nuestro trabajo por un futuro libre de tóxicos", afirmaron en su informe, titulado "Cuando el comercio es tóxico".
Ambas organizaciones declararon que el Principio de Precaución de la OMC, utilizado para inculcar la precaución en los encargados de políticas relacionadas con la autorización de sustancias y químicos tóxicos, "no es científico".
En consecuencia, no se puede utilizar como base para justificar acciones regulatorias que entran en conflicto con las normas comerciales, aseguraron.
El Principio de Precaución requiere que quienes introducen nuevos químicos o sustancias en el ambiente prueben que no son dañinos.
Debido a que la OMC pasa por alto este Principio, los ambientalistas advirtieron que pueden esperarse más impugnaciones de las leyes internas que prohíben los químicos.
Eso fue exactamente lo que ocurrió en 1997, cuando Estados Unidos debilitó las disposiciones de su Ley de Aire Limpio que limitaba los contaminantes de combustibles luego de que Venezuela las impugnara con éxito ante la OMC.
"Durante mucho tiempo dimos 'derechos constitucionales' a los químicos, isótopos nucleares y organismos modificados genéticamente, es decir que se los considera inocentes hasta que se pruebe su culpabilidad", señalaron en el informe.
Esperar a que el daño se pruebe antes de tomar medidas, como hace ahora la OMC, "equivale a realizar un experimento sin control con humanos", agregaron.
La falta de cumplimiento de la OMC del Principio de Precaución pone en riesgo muchas otras disposiciones de protección de la salud pública, de acuerdo con un segundo estudio divulgado este jueves por el Fondo de Defensa Legal de Justicia para la Tierra.
En su informe titulado "La salud pública en venta", el grupo afirma que las leyes estadounidenses que protegen a los niños de los efectos nocivos de los pesticidas podrían ser fácilmente impugnadas bajo las reglas comerciales actuales.
"Esa protección no se basa en pruebas científicas decisivas sobre el daño que causa el pesticida en particular, sino en la falta de los estudios que se consideran necesarios para decidir si los residuos del pesticida serán nocivos para los niños", afirmaron los integrantes de Justicia para la Tierra.
"La salud pública en venta" señala que la OMC socava aún más las restricciones impuestas para evitar los efectos tóxicos de ciertos procesos de producción, ya que prohibió que se hagan distinciones entre los productos en base a su fabricación.
Según las reglas actuales de la OMC, "si los atributos físicos de dos productos son iguales, el que para su producción implicó la destrucción de recursos naturales o la contaminación del aire y el agua debe ser tratado del mismo modo que otro que no causa esos daños", señaló Justicia para la Tierra.
El gobierno de Estados Unidos anunció a principios de este año que no cumpliría con el programa propuesto por la Unión Europea (UE) para minimizar los daños ambientales causados por los químicos tóxicos derivados de la fabricación de equipos eléctricos y electrónicos, como computadoras.
La UE propuso eliminar el uso de ciertos productos químicos tóxicos, obligar a reciclar o reutilizar 70 por ciento de los materiales de las computadoras, y responsabilizar a los fabricantes de aparatos electrónicos del costo de reciclaje y ubicación de los desechos al término de la vida útil de sus productos.
La OMC "obstaculizó las prohibiciones y condiciones contra los productos tóxicos, y por lo tanto pone en peligro las estrategias para evitar la contaminación y proteger la salud pública" al prohibir la discriminación entre productos en base al modo de producción, protestó Justicia para la Tierra.
La reducción de los aranceles de importación de los productos químicos es una de las prioridades del presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, para las negociaciones de comercio que se realizarán a fin de este mes.
Pero así como los defensores de los bosques temen que la disminución de los aranceles de los productos derivados de la madera provoque la sobreexplotación del sector, "Cuando el comercio es tóxico" advirtió que la reducción del precio de los productos químicos aumentará la demanda, lo cual a su vez provocará un incremento del consumo de sustancias peligrosas.
"El aumento del consumo de productos químicos en todo el mundo significa que cada vez habrá más de esas sustancias en el ambiente, en los alimentos y en nuestro cuerpo", advierte el informe.
Aunque no todas las sustancias químicas son peligrosas, la liberalización del comercio incluye a las que sí son dañinas para la salud y el ambiente.
Algunas sustancias, como el plomo tetraetilo y el amianto, fueron prohibidas en los países industrializados y "exportadas de Canadá y Estados Unidos hacia los países en desarrollo, donde causan muchas muertes, defectos congénitos, cáncer, y otras disfunciones y enfermedades", según el estudio.
El documento advierte también que la OMC podría ignorar los acuerdos ambientales internacionales que regulan el comercio de sustancias tóxicas, incluso la prohibición de exportar desechos peligrosos de los países industrializados a naciones en desarrollo, impuesta por la Convención de Basilea.
El informe "Cuando el comercio es tóxico" advierte que, si bien la OMC no infringirá ningún acuerdo ambiental multilateral por el momento, los industriales podrían utilizar al organismo para luchar contra los acuerdos que significan un obstáculo para ellos.
La Cámara Internacional del Comercio y el Consejo Internacional sobre Metales y Ambiente, una asociación de industrias, advirtió que podría infringir la Convención de Basilea, o algunos puntos particulares, amparados por la OMC, según el documento. (FIN/IPS/tra-en/dk/mk/ceb-at/aq/en-he-if/99