Una pieza teatral que combina actuación, danza y música de nueve países del sudeste de Asia cautiva a la región con una historia basada en Rama, divinidad de India que también integra el folclore de otros pueblos.
El Ramayana es un conjunto de poemas sagrados hindúes de carácter épico que cuentan la leyenda de Rama, séptima encarnación de Vishnu, uno de los tres dioses principales del panteón hindú, y es una de las historias favoritas que los abuelos narran a sus nietos en el sudeste asiático.
"Realising Rama" fue concebida en marzo de 1997 por la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), con el fin de promover la toma de conciencia cultural dentro y fuera de la región, explicó Nestor Jardin, director del proyecto.
"Me pareció que ya era hora de colaborar entre nosotros y producir un espectáculo. El proyecto fue aprobado en cada país, y cada uno de los miembros (de ASEAN) envió dos o tres bailarines", declaró a IPS.
La pieza dramática de dos horas y media, que combina danza clásica y contemporánea y las diferentes tradiciones musicales de la región, se estrenó en diciembre al concluir la cumbre de ASEAN en Hanoi, y circuló por varios países de la organización.
El grupo teatral acaba de terminar el primer ciclo de la gira regional, tras visitar las capitales de Brunei, Filipinas, Indonesia, Malasia y Singapur. En marzo se trasladará a Birmania, Laos y Tailandia.
El único país de ASEAN que no pudo participar fue Camboya, pero Birmania, Brunei, Filipinas, Indonesia, Laos, Malasia, Singapur, Tailandia, y Vietnam, contribuyeron con intérpretes para posibilitar la pieza teatral.
"El Ramayana… sirve como unificador para la primera producción artística en colaboración" de ASEAN, explicó Choo Whatt Bin, presidente de la rama cultural de la asociación.
El Ramayana, una historia de amor y de guerra, inspira a los artistas desde hace más de 2.000 años y tiene aceptación en todas las capas sociales.
La historia ha sido interpretada en la literatura oral y escrita, en la música, la danza y el teatro, así como en la arquitectura, la pintura, la escultura y la artesanía. Dicha épica forma parte de la monarquía de Tailandia.
Sin embargo, producir una obra teatral que incorporara las tradiciones musicales y de danza de todos los países miembro de ASEAN no fue fácil.
Además, el equipo de producción contó con pocos meses para preparar el espectáculo. "Nos reunimos cuatro veces en el año para finalizar y decidir el guión, y el vestuario. Y nos reunimos todos en Hanoi sólo un mes antes de la cumbre" de diciembre, recordó Jardin.
"Tuvimos un mes de ensayos, y fue difícil porque nunca habíamos trabajado todos juntos", agregó.
La directora artística Denisa Reyes, una coreógrafa filipina con formación en danza occidental, tuvo que aprender primero los pasos de la danza tradicional de cada país para poder luego unirlos en una coreografía coherente.
Reyes admite que contó con una investigación previa realizada por el comité artístico, cuyos expertos de cada país participante eligieron los movimientos, sonidos, melodías, imágenes, colores, vestuario y otras cosas que se podrían usar para "Relaising Rama".
"Aprendí los pasos fundamentales de la danza tradicional de cada país y luego desarrollé una forma genérica", explicó la coreógrafa.
Pero la colaboración entre todos fue la clave para terminar de armar la pieza. "Planeamos esta producción todos juntos, como un grupo", contó.
Este proceso democrático de consulta para realizar producciones culturales debería servir para desarrollar un estilo único de "interacción" artística, sostuvo Reyes.
Más adelante, también podría llevar a un tipo de actuación que sería el primer paso hacia la definición de un estilo de producción y actuación propio de ASEAN.
Los papeles principales asignados en esta producción constituyen un buen indicador de lo que dice Reyes. Sita, por ejemplo, es una bailarina tailandesa que utiliza pasos de danza clásica y moderna de la tradición de su país, mientras que Rama es interpretado por un bailarín de Indonesia que recurre a pasos del Silat, una danza típica javanesa.
"Me gustó mucho unir las diferentes energías del Silat, una forma de las artes marciales, con la (danza) clásica tailandesa", comentó Reyes.
La música de "Realising Rama" fue compuesta por el compositor indonesio Rahayu Supanggah, que reconoce que la tarea fue un desafío. "Tuve que componer música para una coreógrafa que no conocía personalmente y cuyo estilo no me era nada familiar", explicó.
"Tuve que evitar crear algo demasiado javanés o indonesio. La música de la obra está compuesta para instrumentos tradicionales de varios países del sudeste asiático", agregó Supanggah.
El escenógrafo, Bayu Utomo Radjikin, de Malasia, también recuerda desafíos similares en su trabajo.
"Las fuentes de las imágenes son las interpretaciones tradicionales del Ramayana, y el teatro de sombras que se hace en Indonesia y Malasia. Pero para algunas escenas utilicé imágenes simplificadas de los acontecimientos culturales tradicionales de los países asiáticos", explicó.
Quienes vieron "Realising Rama" aseguran que la introducción de elementos característicos de la tradición de los nueve países que participan enriquece a la pieza, sin volverla confusa ni agobiante.
El crítico de arte del diario Straits Times, de Singapur, Jamaluddin Jalil, elogió que los bailarines recurrieran a un estilo contemporáneo construido sobre la base de movimientos y motivos tradicionales.
"Desde la aparición de los siete príncipes, al principio, y a lo largo de toda la pieza, es inevitable ver los elementos comunes a las danzas tailandesas, indias y balinesas. La producción es visualmente asombrosa", puntualiza Jalil.
La buena recepción que tuvo la obra alentó a Jardin, y lo llevó a considerar la posibilidad de llevar la pieza teatral fuera de la región, como manera de promover el turismo.
Pero su principal deseo es que el Comité de Cultura e Información de ASEAN consiga fondos para formar un elenco permanente, según el mismo modelo de colaboración. (FIN/IPS/tra-en/ks/ccb/ceb/aq/cr/99