El Comité de Ciencia y Tecnología de la Convención de Lucha contra la Desertificación (CLD), que se reunió en la ciudad nororiental brasileña de Recife, reconoció la importancia de las técnicas tradicionales contra la degradación de tierras secas.
La CLD, aprobada en 1994 y vigente desde 1996, señala la necesidad de preservar y aprovechar tales técnicas, que a veces son abandonadas a causa de cambios ambientales, económicos o culturales, indicó Michael Williams, de la Unidad de Información del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
Hay que combinar esos conocimientos tradicionales con las tecnologías modernas para enfrentar mejor a la desertificación, apuntó Salah Tahoun, profesor de ciencias de suelos en la Universidad de El Zagazig, de Egipto, quien participó como consultor en la reunión del comité científico.
Es habitual que las comunidades que habitan desiertos y otras áreas muy degradadas vivan en la pobreza, y "quizás en algunos lugares los conocimientos tradicionales sean el único camino para atacar el problema, pero aun así conviene mejorarlos con tecnologías inovadoras", explicó el experto a IPS.
La irrigación en la cuenca del Nilo, en Egipto, que alcanzó una elevada eficiencia de 75 por ciento, es un ejemplo de combinación exitosa de técnicas tradicionales y tecnología avanzada, observó.
El flujo hídrico del río se ha mantenido estable en los 200 últimos años, añadió.
Otro ejemplo cuyo valor reconocieron los expertos fue el de agricultores de Yatenga, en Burkina Faso, que a comienzos de los años 80 ampliaron el diámetro y la profundidad de sus pozos de siembra, que en el Sahel africano se denominan "zai", abonándolos en la estación seca.
Ese perfeccionamiento de una vieja técnica local permitió recuperar la producción en decenas de miles de hectáreas de la región, que poseía tierras muy secas y degradadas.
La siembra de granos fue el objetivo inicial, pero también los árboles se multiplicaron. Una propiedad local que tenía nueve árboles en 1983 ya posee 2.000.
En la región septentrional del Himalaya de India, integrantes de la comunidad ladakhi lograron elevar su productividad agrícola en medio de un desierto muy frío, a 3.200 metros de altura, mediante el riego de terrazas cuando se derrite la nieve y la administración cuidadosa de los recursos hídricos.
Durante la tercera Conferencia de las Partes de la CLD, que comenzó en Recife el día 15 y terminó este viernes, 41 países africanos presentaron sus planes nacionales de lucha contra la desertificación.
El aprovechamiento de los conocimientos tradicionales exigirá a los expertos un relevamiento de las técnicas de eficacia comprobada, que resulten fáciles de aplicar y puedan adaptarse a otras realidades, explicó Salah Tahoun.
Los conocimientos tradicionales suelen ser muy específicos de la localidad en que se desarrollaron, y convendrá seleccionar los que se pueden perfeccionar con el aporte tecnológico moderno.
Para ello será necesario lograr que instituciones científicas se involucren de manera productiva en el combate a la desertificación y degradación de las tierras.
Luego se organizarán redes de intercambio de informaciones, que en una primera etapa tendrán alcance regional, para difundir los conocimientos útiles y posiblemente perfeccionarlos mediante el intercambio de experiencias.
Es muy frecuente que las técnicas tradicionales ni siquiera estén difundidas dentro del país en el cual se desarrollaron, señaló el científico egipcio.
Una vez que se recopilen datos en escala nacional, se prevé poner en marcha un proyecto piloto de red de instituciones en Africa Austral, atendiendo a la prioridad que concedió la CLD al continente más afectado por la desertificación.
Tras desarrollar esa experiencia durante un año y evaluarla, el siguinte paso sería extenderla a toda Africa.
Todo ese proceso puede enfrentar prejuicios, tanto de quienes no consideran válidas las prácticas campesinas locales, como de quienes piensan que los habitantes de algunos países en desarrollo son incapaces de asimilar técnicas modernas.
Los conocimientos tradicionales "se centran en las personas", son transmitidos de generación en generación por quienes los aplican y son de índole experimental y sistémica, según la definición del Comité de Ciencia y Tecnología de la CLD.
También contienen aspectos normativos, de carácter cultural, y esto implica riesgos y limitaciones, incluyendo el rechazo a la complementación con técnicas modernas y la resistencia a la participación de las mujeres y a los cambios socioculturales que causa el avance tecnológico, advirtieron los científicos.
El uso de técnicas tradicionales explica casos en los cuales se ha desmentido la creencia de que la desertificación de tierras secas se vincula con una alta densidad de población.
Terrazas de cultivo en las montañas de Yemen, por ejemplo, se deterioraron gravemente trás el éxodo de sus habitantes, quienes fueron atraídos por la riqueza petrolera de países vecinos.
Por otra parte, la alta densidad de la población en la periferia de la ciudad de Kano, al norte de Nigeria, no condujo a la degradación del suelo, argumentó Williams. (FIN/IPS/mo/mp/en ip/99