AMBIENTE: Desertización, gran factor de pobreza

La desertización y la degradación de las tierras secas tienen una relación directa con el aumento de la pobreza en el mundo, alertó hoy Fawzi Al-Sultán, presidente del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA).

Cerca de 1.400 millones de personas tratan hoy de sobrevivir con un ingreso de hasta un dólar por día en el mundo y ese número puede llegar a 1.900 millones en 2015, agregó Al-Sultán, quien asiste en esta ciudad de Brasil a la tercera Conferencia de las Partes en la Convención de Lucha contra la Desertificación.

La mayoría de los pobres viven en zonas rurales, y la desertización y degradación de las tierras secas tienen una relación directa con ese aumento de la pobreza, sostuvo.

Además, 65 por ciento de los pobres y afectados por la inseguridad alimentaria del mundo vive en regiones áridas o zonas montañosas, dijo Al-Sultán, quien participa en la conferencia internacional en Recife, nordeste de Brasil, hasta este viernes.

Africa es la prueba dramática del vínculo directo entre los dos problemas. Dos tercios del continente sufren la amenaza de desertización y la región subsahariana "es la única región del mundo donde la pobreza aumenta", señaló.

Esa situación lleva al FIDA, cuyo mandato es asistir a los más pobres entre los pobres rurales, a jugar un papel central en la aplicación de la Convención, vigente desde 1996 y ya firmada por 169 países.

El año pasado, el FIDA fue elegido como gestor del Mecanismo Global, órgano creado para obtener nuevos recursos y orientar los ya existentes en la cooperación internacional hacia el combate a la desertización.

El problema es que, al contrario de los cambios climáticos, la degradación de las tierras áridas "solo afecta indirectamente" a los países ricos que pueden aportar fondos, dijo Al-Sultán a IPS.

De esa forma, el efecto invernadero que recalienta el planeta es una prioridad ambiental para el mundo industrializado, como una amenaza global, pero no así la desertización, cuya gravedad extrema solo aparece en Africa y partes de Asia y América Latina.

Además, cambios climáticos y biodiversidad son asuntos novedosos en la cooperación, que justifican la destinación de recursos nuevos desde el punto de vista de los grandes donantes internacionales de ayuda al desarrollo.

La dificultad en obtener ayuda contra la sequía y desertización es que son viejos problemas, según Takao Shibata, adjunto de la presidencia del FIDA encargado de estrategias para captación de recursos.

Los países ricos se preguntan "por qué nuevos recursos", argumentando que el problema se incluye en la asistencia al desarrollo agrícola, por ejemplo, observó Shibata.

El Mecanismo Global, "que tiene solo un año de existencia", busca obtener más fondos para ejecutar la Convención, pero también redireccionar o "dar nuevas prioridades" a los recursos ya existentes para un combate más efectivo a la desertización, explicó.

Al-Sultán manifestó la esperanza de los países ricos se den cuenta de la extensión del problema y lo "traten con mayor seriedad", porque "sin recursos nada se puede hacer".

Revertir la degradación de las tierras áridas, que afecta a más de 100 países, significa atacar la mayor parte de la pobreza mundial, argumentó.

El problema es más agudo en Africa, pero avanza también en América Latina, donde países como Brasil, Haití, México, Perú y Venezuela poseen grandes areas degradadas, coincidiendo con la extrema pobreza rural, señaló el FIDA.

Asia se destaca por la mayor población afectada, ya que hay áreas desertizadas en países inmensamente poblados, como China e India. (FIN/IPS/mo/mj/en dv/99

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