AMBIENTE: Conferencia de Recife posterga metas antidesertización

Con la aprobación de una "Iniciativa de Recife" gradualista, en lugar de un "mandato" a fijar metas y plazos en el próximo año, concluyó hoy la Tercera Conferencia de las Partes de la Convención de Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CLD).

Brasil, apoyado por el grupo latinoamericano, propuso un "mandato" claro para que la próxima reunión, en octubre de 2000, aprobara compromisos a cumplir.

Sugirió un periodo hasta el 2010 y atención a rubros como recursos hídricos, bosques, energía, conocimientos tradicionales y alerta temprana sobre accidentes climáticos.

En cambio, la Iniciativa apenas declara "la necesidad de formular una declaración sobre el compromiso de impulsar el cumplimiento de las obligaciones de la Convención", a ser adoptada en la próxima conferencia.

Pero eso acoge el espíritu de la propuesta brasileña, dijo Alison Drayton, portavoz del Grupo de los 77 más China (G-77, el bloque de los países en desarrollo). Pero le da un carácter más gradual, estableciendo varios pasos antes de pasar a la fijación de metas, explicó un delegado latinoamericano.

El ministro brasileño de Medio Ambiente, José Sarney Filho, defendió la propuesta como una forma de concretar los compromisos asumidos por los 159 países que ratificaron la CLD, siguiendo el ejemplo de las convenciones hermanas, que se refieren al cambio climático y a la biodiversidad.

Los países en desarrollo "afrontan obstáculos" para ejecutar sus planes de acción nacionales, vigente hace tres años, señala la resolución aprobada, en una mención indirecta a la falta de recursos y de ayuda financiera de los países ricos.

La declaración a ser considerada en la próxima conferencia debe establecer plazos y programas de acción para "un limitado número de áreas temáticas y sectoriales", reconoce.

Tras dos semanas de discusiones, disputas en torno al presupuesto de la Secretaría de la CLD, con sede en Bonn, demoraron la clausura de la conferencia, que se prolongó por la noche.

La Secretaría, conducida por Hama Arba Diallo, de Burkina Faso, consideraba necesario como mínimo un aumento de 20 por ciento para el 2000 sobre la suma de que dispone este año, 6,1 millones de dólares, tras renunciar al planteo inicial, de más de 35 por ciento en cada uno de los próximos años.

El presupuesto negociado entre la Unión Europea (UE) y el G-77, pero sin acuerdo hasta el comienzo de la noche del viernes, fijaba aumentos de 14 y 11 por ciento.

"Lo que está en juego no son cifras, sino principios", según Drayton.

Detrás de la disputa está una indefinición de poderes en la gestión internacional de la convención, entre la Secretaría y el Mecanismo Global, órgano creado para coordinar la canalización y obtención de fondos destinados a la ejecución de los planes nacionales y regionales de acción contra la desertización.

El Mecanismo, conducido por el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), dispone hoy de solo 1,1 millones de dólares anuales para cumplir sus tareas.

Fawzi Al-Sultán, presidente del FIDA, una agencia de Naciones Unidas especializada en asistir a los más pobres del campo, criticó duramente la poca disposición de los países signatarios de la CLD a ampliar los recursos a los tres millones de dólares necesarios al año.

La poca disposición europea de aportar más recursos a la Secretaría, contrastando con una mayor generosidad en relación al Mecanismo, despertó la sospecha de que se procura fortalecer a este último en desmedro de la primera.

Las discrepancias, que retardaron el final previsto de la reunión y demandaron varios días de negociación entre la UE y el G- 77, generó incluso acusaciones informales de racismo contra los europeos, en su resistencia a aportar más recursos a una Secretaría compuesta casi en su totalidad por africanos.

Pero la UE está totalmente dispuesta a apoyar la Convención y considera "esencial" el papel de la Secretaría, que viene cumpliendo satisfactoriamente su función, aseguró el finlandés David Johansson, portavoz del bloque europeo.

La cuarta Conferencia de las Partes se realizará entre el 16 y el 27 de octubre del 2000, de nuevo en Bonn, donde se realizó la primera, si ningún otro país se propone como sede antes del 29 de febrero. El turno era de Asia, ya que la anterior se realizó en Africa, pero ningún país se ofreció.

Esta tercera sesión tuvo la participación de unos 1.200 representantes de gobiernos, agencias internacionales, organizaciones no gubernamentales y periodistas.

Cerca de 20 resoluciones fueron aprobadas entre cuestiones administrativas y financieras, propuestas del Comité de Ciencia y Tecnología, informes y manifestaciones.

El mayor avance fue la presentación de los Planes Nacionales de Acción por parte de 41 países africanos, hecho considerado la prueba de un efectivo compromiso del continente en llevar adelante la lucha contra la desertización. (FIN/IPS/mo/mj/en dv/99

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