Las causas de las emergencias alimentarias en el mundo están cambiando y la frecuencia con que se presentan van en aumento, advirtió hoy la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
"Por primera vez, los desastres provocados por el hombre, como los conflictos civiles y las crisis económicas, repercuten más en la escasez de alimentos que las catástrofes naturales", señaló Hartwig De Haen, subdirector general de FAO.
Las catástrofes debidas al hombre fueron en 1984 sólo 10 por ciento del total de los casos de emergencia (alimentaria), pero ahora son 50 por ciento, afirmó De Haen en la presentación de "Perspectivas alimentarias" y del "Estado mundial de la Agricultura y de la Alimentación en 1999", dos informes de FAO.
De Haen expuso los informes ante la Conferencia Ministerial de los 179 países miembro de FAO, que se prolongará hasta el día 23, tras comenzar el viernes.
Jacques Diouf, reelegido el sábado para otros seis años como Director General de FAO, afirmó que la producción mundial de cereales es todavía inferior al volumen necesario para satisfacer las necesidades alimentarias, pese a que en 1999 será superior al promedio de los últimos años.
Por primera vez en cuatro años será necesario recurrir a una reserva de alimentos de nueve millones de toneladas.
Alrededor de 52 millones de seres humanos en 35 países se enfrentan a escasez de alimentos, según "Perspectivas Alimentarias". Se trata de la cantidad más alta desde la sequía de 1984 en Africa subsahariana.
El mundo esté mejor preparado a la hora de afrontar los casos de emergencia alimentaria, debido a las mejoras en el área de la tecnología de emergencia y a la rápida difusión de la información.
Sin embargo, las remesas de ayuda alimentaria han estado desde la temporada 1994-1995 muy por debajo del nivel de los objetivos mínimos de la Conferencia Mundial de la Alimentación, celebrada en 1996, que fijó la meta de reducir a la mitad en el 2015 el número de personas desnutridas.
La difícil situación de la ayuda alimentaria refleja la disminución de los presupuestos de los países donantes y del posible cansancio, especialmente por el prolongarse de las situaciones alimentarias de emergencia, se consignó en "Perspectivas Alimentarias",
Este hecho subraya la necesidad de los países pobres, en especial los que están saliendo de situaciones alimentarias de emergencia, de concentrar esfuerzos en el restablecimiento de la agricultura mediante la asignación adicional de recursos.
En América Latina y el Caribe, reciben asistencia alimentaria Honduras y Nicaragua, afectados en 1998 por el huracán Mitch, y Haití y Cuba, qye sufrieron el paso de otro huracán, Georges.
Los países necesitados de ayuda en alimentos están también acuciados por el peso de sus deudas y, sin apoyo económico ajeno a los programas agrícolas, no superarán las emergencias alimentarias.
"Perspectivas Alimentarias" predice para fines de este año y principios del 2000 un incremento en el mercado mundial de cereales y de la producción y el consumo mundial de yuca, y una moderada alza de precios internacionales de los productos lácteos y el descenso de los del azúcar, a consecuencia de la abundancia de las reservas.
Mientras, el "Estado mundial de la Agricultura y de la Alimentación en 1999" señala que la crisis financiera comenzada en Asia en 1997 afecta todavía mercados de productos básicos, pese a las señales de recuperación de algunos países.
La crisis, que provocó la repentina disminución de la afluencia de capitales al mundo en desarrollo y restricciones monetarias y fiscales, se tradujo en la contracción económica y en el aumento del desempleo.
La caída del poder adquisitivo de los consumidores no repercutió solamente en la seguridad alimentaria, sino que empujó los precios agrícolas a la baja.
El informe menciona señales de recuperación económica en este año. (FIN/IPS/jp/ff/dv if/99