VENEZUELA: El atribulado paso del aborto por la Constituyente

La Asamblea Constituyente de Venezuela selló con un aplauso el voto que rechazó cerrarle las puertas al aborto, después de una lucha de intereses con contendientes como la Iglesia Católica y el Fondo de las Naciones Unidas para la Población.

Los constituyentes encargados de redactar la nueva ley fundamental venezolana aprobaron comenzar el artículo 44 advirtiendo que en este país "el derecho a la vida es inviolable", sin ninguna condición.

De esa manera descartaron la propuesta de colocar "inviolable desde el momento de la concepción", contenida en el borrador inicial, o "desde la gestación hasta la muerte natural", sugerida con insistencia por la Iglesia Católica.

Cualquiera de estas dos fórmulas desechadas habría cerrado en forma contundente la posibilidad de realizar abortos de manera legal en este país, donde esa práctica solo se permite si la vida de la madre corre peligro.

La directora regional del Fondo de las Naciones Unidas para la Población, la venezolana Marisela Padrón, advirtió que si se hubiera aprobado la norma impulsada por el episcopado se habría perdido el derecho a ese aborto terapéutico.

Padrón llegó hasta la sede de la Asamblea Constituyente en Caracas poco antes que se iniciara el debate del artículo sobre el derecho a la vida el viernes, con el fin de plantear que no debía aprobarse una norma restrictiva.

La funcionaria recomendó a los redactores del texto constitucional evitar una materia "no resuelta en el ámbito científico, moral, ético como es la definición del comienzo de la vida humana".

Poco después, una delegación de una decena de obispos solicitó reunirse con la directiva de la Asamblea con la finalidad de defender las precisiones que impedirían aprobar cualquier tipo de aborto y eutanasia.

"Se trata de proteger constitucionalmente toda vida humana, especialmente la de los no nacidos, frente a una mentalidad antinatalista", dijo el secretario general de la Conferencia Episcopal, Baltazar Porrás.

El debate, transmitido en directo por la televisión, contó con la asistencia de defensores de las dos ideas. Pero desde el comienzo era evidente que la Asamblea estaba a favor de no cerrarle las puertas al aborto.

El constituyente Rodolfo Jiménez, uno de los primeros en intervenir, consideró que garantizar el derecho a la vida "desde la concepción" implicaba aceptar "un agregado anticientífico que responde a intereses particulares".

El encargado de la comisión de derechos humanos de la Asamblea, Tarek William Saab, manifestó su extrañeza por la inclusión de la precisión antiabortista, que no había sido considerada al elaborar el borrador.

En la votación final la abrumadora mayoría decidió garantizar el derecho a la vida a secas sin referirse a la gestación, y sólo cuatro constituyentes se pusieron de pie para indicar que su voto estaba salvado, y que dejarían constancia escrita de ello.

Los 131 miembros de la Asamblea Constituyente iniciaron el lunes pasado la discusión artículo por artículo del borrador de la nueva ley fundamental, con la finalidad de elaborar un documento que deberán someter a la aprobación de un referendo popular.

La nueva Constitución comenzará a regir a partir del 2000.

En la práctica, la posición de Venezuela frente al aborto quedó igual que en la Constitución vigente desde 1961, lo cual permitiría iniciar un debate sobre leyes que pudieran aprobar la interrupción del embarazo, aun si no es por razones terapéuticas.

Algunas organizaciones de la sociedad civil han planteado la necesidad de abordar el tema de la legalización del aborto, para proteger la vida de las mujeres en un país donde esta práctica se hace de manera clandestina.

Una investigación realizada en febrero por el matutino "El Nacional" reveló que en Venezuela se producen más de 50.000 abortos cada año, que causan la muerte de al menos 150 mujeres.

El reportaje citó fuentes de la principal maternidad del país, la "Concepción Palacios", según las cuales 20 por ciento de los embarazos atendidos en esa institución terminaban en abortos.

"Frente a situaciones de salud, sociales y económicas adversas miles de mujeres venezolanas tienen que recurrir a la interrupción voluntaria del embarazo", planteó la constituyente Marelis Pérez a sus pares de la Asamblea.

La representante de la Coordinadora de organizaciones no gubernamentales de Mujeres, Nora Castañeda, quien también se hizo presente en el debate, precisó que "creemos en la maternidad libremente escogida y reivindicamos el derecho a la vida de la mujer". (FIN/IPS/lc/dm/hd ip/99

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