TIMOR ORIENTAL: ONU será gobierno durante 15 meses

El Consejo de Seguridad de la ONU decidió hoy que el foro mundial sea el administrador de Timor Oriental hasta enero del 2001, y votó por unanimidad enviar a casi 11.000 fuerzas de paz al territorio.

La Administración Transitoria de las Naciones Unidas en Timor Oriental (UNTAET, por sus siglas en inglés) tendrá la facultad de mantener la ley y el orden en el estado antes ocupado por Indonesia, y de asumir el gobierno, que incluye los servicios sociales y la infraestructura política y de desarrollo.

Para alcanzar sus objetivos, UNTAET está autorizada a desplegar hasta 8.950 soldados, 200 observadores militares y 1.640 policías en Timor Oriental.

Los efectivos también están autorizados, según el capítulo siete de la Carta de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), a utilizar "todas las medidas necesarias", incluso los medios militares, para alcanzar sus objetivos.

La misión será encabezada por un administrador transitorio especial que "tendrá el poder de promulgar leyes y reglamentos y de enmendar, suspender o revocar las existentes", según la resolución adoptada este lunes por el Consejo de Seguridad.

La administración de UNTAET tendrá un plazo inicial de 15 meses y vencerá el 31 de enero del 2001. La misión se instalará en el correr de los próximos dos o tres meses, informaron fuentes de la ONU. El primer administrador especial será el subsecretario general Sergio Vieira de Mello.

Hasta entonces, la seguridad en Timor Oriental seguirá siendo responsabilidad de los más de 7.000 efectivos de 16 países liderados por Australia que integran la Fuerza Internacional (Interfet) que operó en el territorio las últimas semanas.

Varios países que integran Interfet, entre ellos Australia y Nueva Zelanda, señalaron este lunes que aportarán efectivos a UNTAET cuando Interfet haya entregado el mando de la misión a la fuerza de la ONU.

"Australia espera con ilusión el momento en que la fuerza multinacional en Timor Oriental ceda sus funciones al componente militar de UNTAET", declaró la embajadora australiana Penny Wensley.

Michael Powles, embajador de Nueva Zelanda, dijo que hay razones "simbólicas y prácticas" para sustituir a Interfet por la fuerza de la ONU lo antes posible.

Países asiáticos presionaron a Australia para que reduzca su participación en Interfet, en la que tiene 4.500 soldados. Varios funcionarios indonesios, sobre todo del gobierno saliente de Bacharuddin Jusuf Habibie, acusaron a los australianos de usar fuerza excesiva en Timor Oriental.

El embajador indonesio Makmur Widodo instó a UNTAET a actuar en forma imparcial y advirtió que "las conductas santurronas demostraron que… no tienen peso a la hora de rectificar la situación, sino que podrían exacerbarla".

Widodo negó lo que calificó de "denuncias sin verificar y con frecuencia exageradas de violaciones a los derechos humanos".

Milicianos proindonesios y sus aliados en el ejército de Indonesia fueron acusados de perpetrar atrocidades tras el plebiscito del 30 agosto en que la gran mayoría de los electores timorenses optaron por la independencia.

"Las acusaciones de matanzas en masa no se fundamentaron ni siquiera con la mínima evidencia creíble", aseguró Widodo.

Pero efectivos de Interfet hallaron evidencias de matanzas de independentistas en Timor Oriental, que fueron atribuidas mayormente a los milicianos.

La ONU calcula que, tras el plebiscito, aproximadamente 500.000 de los 850.000 timorenses debieron huir de sus casas y cientos de miles aún viven en campamentos en la provincia indonesia de Timor Occidental.

La escala de las atrocidades, y la nula respuesta de muchos estados asiáticos a la violencia, generó la inquietud de muchos dirigentes timorenses por el papel asiático en UNTAET.

Si los países asiáticos no son más firmes en su postura hacia Yakarta, entonces "no los queremos", declaró el independentista José Ramos Horta, ganador del premio Nobel de la Paz en 1996.

Pero Bernard Miyet, el Subsecretario General de la ONU para Misiones de Paz, dijo que el foro mundial intenta que UNTAET tenga el mayor apoyo posible de los países asiáticos.

Se espera que muchos integrantes clave de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), entre ellos Corea del Sur, Filipinas y Malasia, aporten efectivos a la fuerza.

"Instalaremos la misión lo más rápido que podamos", declaró este lunes el secretario general Kofi Annan. La ONU está negociando con los respectivos países para conseguir los recursos necesarios para desplegar la misión, agregó.

La misión a Timor Oriental se aprobó sólo tres días después de que el Consejo de Seguridad decidiera por unanimidad la creación de una fuerza de paz con 6.000 soldados en Sierra Leona. Las dos nuevas misiones más que duplican la cantidad de efectivos y policías que tiene la ONU en todo el mundo, indicó Miyet.

En los últimos años, las misiones de paz de la ONU se redujeron en tamaño, de más de 70.000 efectivos que había a mediados de los años 90 a 14.000 de este año.

Pero las misiones en Sierra Leona y Timor Oriental revelan que el Consejo de Seguridad ahora tiene más interés en apoyar la paz. "El péndulo pega la vuelta", sostuvo Miyet. (FIN/IPS/tra-en/fah/mk/aq/ip/99

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