TANZANIA: Con Nyerere muere símbolo de la unidad nacional

La muerte del ex presidente de Tanzania, Julius Nyerere, ocurrida hoy en un hospital de Londres, podría iniciar un período de dificultades políticas y económicas para este país donde el líder era un símbolo de la unidad nacional, advirtieron analistas.

Nyerere, que condujo a Tanzania a la independencia de Gran Bretaña, perdió su batalla contra la leucemia a las 7:30 horas y murió a los 77 años en el Hospital St. Thomas de Londres, al cual había ingresado el mes pasado. Su esposa y sus cinco hijos lo acompañaron hasta el final.

"La muerte de Nyerere es la pérdida de un guía, del símbolo de la unidad nacional y del estabilizador de la política de Tanzania", declaró Moustapha Hassouna, del Instituto de Diplomacia de la Universidad de Nairobi.

El país ya superó su período de inestabilidad política, pero aún hay que ver cómo hará el actual presidente, Benjamin Mkapa, para gobernar sin la "luz" del guía Nyerere, comentó Hassouna.

"Sé que esta noticia es chocante para todos los tanzanos que amábamos y admirábamos a Nyerere, el padre de nuestra nación. Les pido compatriotas que mantengan la calma en este difícil momento de extremo dolor", exhortó Mkapa en un mensaje al país.

El gobierno declaró el inicio de un período de duelo de 30 días a partir de este jueves.

El primer ministro de Gran Bretaña, Tony Blair, envió un mensaje de condolencia en el cual describía al mwalimu, que significa maestro en lengua swahili, como "un estadista africano líder de nuestra época, y fundador de la moderna Tanzania".

"Tuvo un papel histórico en la consolidación de la independencia de este país, que hoy está en paz consigo mismo y con sus vecinos en buena medida gracias a Nyerere. Será extrañado por su nación, su continente y por toda la comunidad internacional. Pero su ejemplo y su humanidad seguirán inspirándonos a todos", aseguró Blair.

Por su parte, el embajador de Estados Unidos en Dar es Salaam, Charles Stith, declaró que Nyerere "fue uno de los héroes inspiradores para quienes deseamos que la libertad, la justicia y la igualdad fueran los principios rectores de nuestro tiempo".

"Uno de los puntos centrales de mi misión de embajador en Tanzania fue conocer a este gran hombre", indicó.

"Aunque se haya ido, perduran sus lecciones… sobre la sagrada libertad humana y la responsabilidad que tenemos de preservarla", agregó Stith.

El secretario general de la Organización de Estados Africanos, que agrupa a 53 países, Salim Ahmed Salim, también expresó sus condolencias.

Nyerere "tenía una visión de la sociedad como algo organizado en base a la igualdad y la justicia, la nación (debía, para él) fundarse en la unidad. Deja a Tanzania en paz consigo misma y unida. Es un legado que el pueblo debe cuidar, y luchar por su preservación y consolidación", sostuvo Salim.

El secretario general del Movimiento Panafricano, Tajudeen Abdul-Raheem, señaló que la muerte de Nyerere ocurrió en un mal momento para Africa.

"Su enorme valentía, credibilidad personal, amplia experiencia y estoicismo sirvieron para mantener las negociaciones de paz de Burundi durante dos años, y hace poco se dieron las primeras señales de una posible solución que se espera garantice una paz duradera para ese país y la región", declaró.

Nyerere fue, desde 1996, jefe de las negociaciones de paz para terminar con la batalla entre el gobierno de Burundi y los rebeldes hutus. Pero su enfermedad había causado un estancamiento en las conversaciones.

Nyerere fue el primer jefe de gobierno de Tanganica después de la independencia de Gran Bretaña, en 1961, y luego fue el primer presidente de la República de Tanzania, que se constituyó a partir de la fusión entre Tanganica y las Islas Zanzíbar, del Océano Indico, en 1977.

El líder había nacido en 1922 en una familia de campesinos y se recibió de profesor antes de unirse a las luchas por la independencia, a principios de la década del 50. Ayudó a fundar la Organización de la Unidad Africana (OAU) e imprimió sus principios panafricanistas en la Constitución de Tanzania.

En 1985 abandonó el poder al fracasar su experiencia de instaurar un sistema socialista conocido como Ujamaa, o cooperativas comunales.

Desde entonces siguió teniendo un papel significativo en los asuntos de la región y mantuvo su influencia política en el país, donde seguía siendo el hombre de mayor poder.

Nyerere, graduado de la Universidad de Edimburgo, Escocia, y contemporáneo de algunos de los más conocidos visionarios africanos como Kwame Nkurumah, de Ghana, y Jomo Kenyatta, de Kenia, brindó los fundamentos militares a los movimientos de liberación de Angola, Mozambique, Namibia, Sudáfrica y Zimbabwe.

El líder se unió en 1979 a otros gobernantes africanos para derrocar al entonces dictador de Uganda, Idi Amín, cuyo reino de terror causó la muerte a más de 500.000 ciudadanos y la expulsión de unos 70.000 asiáticos.

La acción de Nyerere, que promovía el principio de no intervención en los asuntos de los estados independientes adoptado por la OAU, se debió a la decisión de Amín de anexar la saliente de Kagera, una zona de contención de 1.800 kilómetros cuadrados entre Tanzania y Uganda.

Muchos tanzanos sostienen que Nyerere era la clave del respeto por los valores africanos. El papel que tuvo en la unificación de Tanzania, durante el gobierno del partido Chama Cha Mapinduzi, ha sido elogiado como uno de sus mayores logros.

"Mientras otros países se destruyeron, los tanzanos mostraron que quizá no sean los mejores economistas, pero son sin duda los nacionalistas más comprometidos del continente", afirmó Clive Mutiso, editor del Diario Centroafricano, de Nairobi.

Los africanos deberían aprender de los tanzanos, que "resuelven sus disputas con madurez", aseguró Mutiso.

"El crédito de esto es para Nyerere, y el hecho explica la estima que siempre se le tuvo en todo el mundo, incluso entre los países que consideraron sus políticas como un anatema", agregó.

Tanzania es uno de los países más pobres del mundo, con un ingreso anual por habitante de 155 dólares en 1996.

La agricultura, central en la economía tanzana, brinda empleo a cerca de 85 por ciento de la población activa, pero representa sólo la mitad del producto interno bruto del país, de cerca de 4.000 millones de dólares.

La deuda externa del país asciende a 7.300 millones de dólares, y es una de las más altas de Africa subsahariana. (FIN/IPS/tra- en/ja/am/mn/ceb/aq/ip/99

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