IPS: ¿Qué valor tienen los resultados sociales a la hora de definir si un modelo económico es exitoso?
CARAZO: Ahí está el problema. A nosotros nos interesan los resultados sociales, otros buscan seguir los dictados del mercantilismo, la venta de activos del Estado, no el futuro del país. Los que tenemos un criterio contrario no podemos dar a conocer nuestras posiciones porque no hay espacio en los periódicos…
Compare a Costa Rica con muchos de esos otros países que han tenido empresa privada desde siempre. Cuando se nacionalizaron los teléfonos en Costa Rica en 1963 solo teníamos 12.000 líneas, y hoy hay más de un millón y todavía la empresa es del Estado.
Todos los modelos económicos son susceptibles de mejora todo el tiempo, de ajustes y de avances. Pero no hay que matar al perro: hay que matarle las pulgas, porque los procesos humanos están sujetos a todos los problemas que se vivan en la sociedad.
Mejorar no implica que debamos dejar de hacer lo que hemos hecho durante 50 años.
¿Cómo se puede comparar el ajuste estructural de Costa Rica (que eliminó su ejército en 1948) con el de un país con ejército, donde los militares usualmente están pensando en comprar aviones Mirage? Sin embargo, esto no le preocupa a los organismos internacionales, porque está de acuerdo con la acción comercial.
IPS: Pero algunos organismos multilaterales han cambiado de criterio y están interesados en la inversión social.
CARAZO: Y mucha gente insiste en que están llegando tarde al baile, porque han causado demasiado daño. Y mucha gente sabe que la confrontación entre el Banco Mundial y el FMI se debe a que el Banco se está ajustando más rápidamente a las necesidades del cambio.
Voy a decirle, con toda pretensión, que el Banco Mundial se está 'costarriqueñizando'.
IPS: ¿Qué debe hacer un país pobre para sobrevivir exitosamente en el supermercado global? ¿Subirse a la estantería o definitivamente no entrar?
CARAZO: Creo que no se trata de escoger entre el blanco o el negro. Se trata de hacer las cosas racionalmente. Las personas que ven la integración mundial como un intercambio de mercancías nunca piensan en el poder adquisitivo de sus clientes, aunque después los pierdan, porque están empeñados en alcanzar un buen balance de situación, en el período que están metidos y no en el futuro de la humanidad.
Si la globalización sirve para la proyección del ser humano, es algo extraordinario, pero yo me niego a que esta aldea planetaria (según la definición de Marshall McLuhan) esté bajo el mando de intereses eminentemente económicos.
Igualdad y diversidad, dijo (Mahatma) Gandhi. Bueno, dentro de la globalización todos tenemos que estar unidos, pero todos debemos ser los que somos, porque si a todos nos 'hamburguerizan', ya no somos nada.
IPS: ¿Cómo se refleja esta situación en el área ambiental?
CARAZO: La conducta ecológica del mundo responde claramente a los mismos intereses que regulan la globalización de la manera en que la entienden los comerciantes, en la cual se hace depender la sobrevivencia de la biodiversidad a que ésta tenga dueño.
Hay una confrontación clara entre los intereses de conservación y los intereses crematísticos. Cada camión de madera que vemos es un triunfo del dinero sobre la conservación.
Si lo vemos desde el punto de vista global, entre Norte y Sur, vemos que los países del Sur tienen la mayor riqueza biológica y ambiental y, sin embargo, son los más culpados de la deforestación.
En Estados Unidos y en Europa se preocupan, por ejemplo, por que Brasil no deforeste, y se les olvida que ellos ya lo hicieron. Los países ricos piensan que hay que seguir la ruta que siguieron ellos, pero sin destruir los recursos naturales.
IPS: ¿Hacia dónde vamos, entonces?
CARAZO: El mundo está desarrollando ahora una conciencia ambiental que antes no tenía, pero que, sin duda alguna, es un pensamiento de minorías. (FIN/IPS/mso/ff-mj/99