La atención pública de República Dominicana está más concentrada en el ex presidente Joaquín Balaguer, quien todavía no descartó un octavo mandato, que en los candidatos ya declarados para los comicios presidenciales de mayo próximo.
No es raro que Balaguer, de 93 años, mantenga en suspenso a la población. A menudo es imprevisible, sobre todo por declaraciones y posturas que confunden a dirigentes de su propio Partido Reformista Socialcristiano, de tendencia conservadora.
La agrupación todavía no designó un candidato y espera a que Balaguer anuncie si se presentará o no a la consulta. En caso afirmativo, el veterano político aspiraría a la jefatura del Estado por octava vez no consecutiva, en esta nación caribeña de 7,5 millones de habitantes.
Balaguer, quien primero gobernó este país en 1960 como apoderado del dictador Rafael Trujillo, asesinado al año siguiente, tiene ahora 93 años y está ciego.
Sin embargo, "es muy influyente y puede decidir el resultado de la elección si decide presentarse", declaró un líder del partido. Pero la frustración cunde entre los correligionarios de Balaguer, porque la campaña ya debería estar organizada.
"Esperamos que diga pronto si será o no el candidato del partido", expresó el dirigente.
Mientras las otras dos agrupaciones principales, el Partido de Liberación y el Partido Revolucionario, eligieron sus candidatos a través de procesos democráticos, la eventual participación de Balaguer en el comicio no será determinada de esa manera.
"Todo depende de mi estado de salud en los próximos días y semanas", declaró Balaguer cuando se le preguntó sobre sus intenciones políticas.
En esta tórrida capital y en muchas otras ciudades hay un decidido apoyo al anciano estadista.
"Una vez más con Balaguer", dicen los carteles de propaganda con la foto del ex mandatario, mucho más joven. "l es el único para nosotros", afirman otros.
Según las encuestas, Balaguer no tiene asegurada otra estadía en el palacio presidencial si decide presentarse. Los sondeos de opinión dan como ganador a Hipólito Mejía, candidato del Partido Revolucionario socialdemócrata.
Balaguer es el segundo favorito, seguido por Danilo Medina, del ex partido marxista y ahora centrista de Liberación.
Sin embargo, funcionarios del Partido Reformista piensan que la posición popular podría cambiar en favor de Balaguer si anuncia su candidatura.
"Voy a votar siempre por Balaguer, incluso si yace en una camilla", aseguró Julio Cienfuegos, un plantador de tabaco de 57 años en Santiago de Los Caballeros, la segunda ciudad del país.
"Al menos sabemos que se encargará de los pobres, y tenemos evidencia de su magnífica tarea en el pasado. Creíamos que (el actual presidente, Leonel) Fernández podía traer cambios y desarrollo, pero ha cuidado de los ricos y extranjeros, y les ha entregado la economía", agregó.
Fernández, el presidente saliente, sucedió a Balaguer en 1996. Según la nueva Constitución del país, un presidente no puede ejercer más de un mandato en forma sucesiva. Ese fue parte de un acuerdo que cortó una presidencia de Balaguer por la mitad tras su victoria en las elecciones de 1994.
Observadores locales y extranjeros coincidieron en que Balaguer retuvo el poder mediante el fraude. El deseo de Cienfuegos de que retorne Balaguer refleja la incertidumbre de muchos dominicanos maduros.
Fernández usó su mandato para "modernizar" el país, sacándolo del fuerte estatismo imperante en la economía y tratando de poner fin a la gran construcción de costosas obras públicas como carreteras, puentes y un controvertido faro dedicado a Cristóbal Colón, cuyo costo aún no fue determinado.
La influencia de Balaguer en la política dominicana, sin embargo, seguirá siendo fuerte incluso si se mantiene apartado de la carrera por la presidencia o si se presenta y pierde.
Muchos dominicanos lo consideran el "ganador" de la última elección, aunque no se postuló y Fernandez asumió como presidente.
En la primera ronda electoral triunfó el extinto José Francisco Pena Gómez, el principal político negro del país, sobre el Partido de Liberación de Fernández.
Balaguer, quien rehusó apoyar a Jacinto Peynado, el candidato de su propio partido -que resultó en tercer lugar con gran distancia del segundo-, brindó su apoyo a Fernandez y ordenó a su partido que lo respaldara en la segunda ronda.
El veterano político consideró que Pena Gómez "no era representativo del pueblo dominicano", una declaración ampliamente considerada como una prueba de su actitud discriminatoria hacia los negros, algo patente además en todos sus escritos.
El Partido Revolucionario es el más preocupado acerca de las intenciones de Balaguer, y teme que las probabilidades de Mejía puedan verse afectadas en forma adversa si el ex mandatario decide apoyar a otro candidato.
"Cuanto antes se decida, será mejor para el país", dijo un vocero del partido Revolucionario. "No ganará si se presenta, pero nos puede causar gran daño porque sabe que tiene influencia".
Balaguer mantiene el misterio acerca de su futuro político. "Estoy en los últimos días de mi vida, cooperando con todos los esfuerzos para restructurar y rescatar las filas de nuestro partido, especialmente incorporando gente joven", dijo.
"Necesitamos alguien como Balaguer", declaró Ramón Rogelio Genao, un parlamentario reformista. "Es un hombre de gran lucidez y capacidad mental. La democracia dominicana está basada en jefes tribales, y nosotros en la nueva generación seguimos acostumbrados a un liderazgo fuerte", añadió. (FIN/IPS/tra-en/rs/cb/ego-mlm/ip/99