El presidente de Brasil, Fernando Henrique Cardoso, anunció un conjunto de medidas de apoyo a las pequeñas y microempresas, con la meta de generar ocho millones de nuevos empleos.
En la veintena de acciones anunciadas el martes figuran destinar cerca de 4.000 millones de dólares a créditos a bajo interés, la capacitación de 2,3 millones de pequeños empresarios y la renegociación a largo plazo de deudas fiscales.
La divulgación del programa, con pompa oficial, tiene el objetivo político de recuperar la popularidad del gobierno de Cardoso, en su más bajo nivel, y de reducir el desempleo, el problema que, según las encuestas, preocupa más a la población.
El sector favorecido por las medidas responde por 60 por ciento de los empleos del país, según el Servicio Brasileño de Apoyo a las Pequeñas y Microempresas (Sebrae), órgano que dispone de recursos públicos y gestión independiente.
Se estima que en todo Brasil funcionan 3,5 millones de esas empresas de manera legal, pero solo diez por ciento de ellas tienen acceso a crédito bancario, comprobó un estudio del Sebrae en Sao Paulo.
Las altas tasas de interés, de entre 2,5 y 3,9 por ciento mensual (más de 40 por ciento anual), y las exigencias burocráticas de los bancos son los principales obstáculos a la financiación de sus actividades que impiden su desarrollo.
Con los recursos adicionales, la mayoría de los cuales serán prestados a través de bancos estatales, y la reducción de los intereses, el programa tiene como meta triplicar las operaciones de crédito a las pequeñas y microempresa, alcanzando a 1,15 millones en los próximos 12 meses, contra 350.000 en 1998.
El gobierno evaluará a los empresarios que tienen condiciones de recibir el crédito, por su experiencia, conocimiento del negocio y formación, ofreciendo capacitación a los que lo necesitan, destacó el presidente.
Este es el segundo programa de impacto económico o social que Cardoso anuncia en menos de un mes, en una ofensiva por afirmar la acción del gobierno hacia la reanudación del desarrollo tras dos años de estancamiento económico.
El mes pasado, Cardoso divulgó un plan de inversiones para los próximos cuatro años, que prevé la aplicación de unos 600.000 millones de dólares en 365 grandes proyectos.
Las iniciativas comprueban que el gobierno está preocupado en "aumentar la producción", sin afectar la estabilidad monetaria ni hacer concesiones a la mentalidad antigua "de protección e ineficiencia", dijo el presidente.
Además de las "Acciones para el fortalecimiento de las micro, pequenas y medianas empresas", Cardoso sancionó un estatuto que define y reglamenta los estímulos a ese sector, con reducción de las cargas fiscales.
Con el impulso a esas empresas se pretende reducir la desocupación, que, según cifras oficiales, es de 7,7 por ciento, pero que, de acuerdo con instituciones independientes que incluyen en la estadística a los desalentados que ya no buscan empleo, supera 20 por ciento en las principales regiones metropolitanas.
El gobierno procura también incorporar el sector en el esfuerzo de duplicar hasta 100.000 millones de dólares las exportaciones del país en el 2002. Las pequeñas y micro empresas responden actualmente por solo tres por ciento de la suma exportada. (FIN/IPS/mo/mj/if/99