Las jefaturas vacantes de los principales organismos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) no quedan en manos de los candidatos más capacitados, sino de aquellos promovidos por gobiernos con gran poder económico.
"Si no hay Japón, no hay UNESCO", advirtió un diplomático japonés que hizo campaña en favor de su connacional para ocupar el cargo principal en la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
La línea de contención levantada fuera de la sede de la UNESCO en París -mientras se votaba por el puesto de director general en su interior- podría haber sido considerada como una amenaza e incluso una prueba de la dependencia del organismo respecto a Japón, uno de los mayores donantes mundiales de ayuda.
En la actualidad, Japón no solamente paga entre 20 y 25 por ciento del presupuesto bienal de 550 millones de dólares de la UNESCO, sino que también representa cerca de 40 por ciento de todas las contribuciones voluntarias a esa agencia de la ONU.
La exitosa designación de un japonés, el embajador Koichiro Matsuura, para encabezar la UNESCO, también reforzó un nuevo fenómeno en aumento en las organizaciones internacionales: los empleos clave son acaparados por los países industrializados o donantes de ayuda para el desarrollo.
El mes pasado, Nueva Zelanda sacó de carrera a Tailandia en la batalla para apoderarse del cargo de director general de la Organización Mundial de Comercio (OMC), mientras Noruega eliminó en 1998 a diversos países en desarrollo, como Pakistán, y aferró el liderazgo de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Nueva Zelanda es favorita frente a Bangladesh en la elección para la secretaría de la Commonwealth, que tendrá lugar en noviembre próximo durante la reunión de jefes de gobierno de la comunidad, en Sudáfrica.
La moraleja de todo esto es que si uno cuenta con bolsillos amplios y desea ayudar a las naciones más pobres, tiene mejores posibilidades de derrotar a un candidato, no importa las credenciales que él o ella posean.
La única elección restante de este año, en la cual las naciones del Tercer Mundo no tienen que competir contra la presión de donantes occidentales, tendrá lugar en Roma, donde el puesto de director de la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO) es disputado entre Senegal y Argentina.
En las elecciones de la UNESCO en París, los grandes recolectores de votos para el cargo procedieron de Japón y Arabia Saudita, dos naciones suficientemente ricas para "comprar" electores con promesas y compromisos.
Si bien Arabia Saudita es considerada por la ONU un país en desarrollo, es un "donante" entre los pobres estados árabes e islámicos y, por lo tanto, ejerce considerable presión a la hora de votar puestos claves en organismos internacionales.
En un momento en que Estados Unidos y la Unión Europea (UE) están obsesionados por el buen gobierno, la transparencia y el cese de la corrupción en comicios que tienen lugar en el Sur en desarrollo, las votaciones para las agencias de la ONU involucran cada vez más una "diplomacia con libreta de cheques".
Como señaló un diplomático, "se necesitan dos para el tango. Quien ofrece sobornos debe ser considerado de la misma manera que el receptor".
En un despacho del diario The New York Times, fechado en París, se informó que "en las últimas semanas, circularon rumores en la sede de la UNESCO que los gobiernos de Japón y Arabia Saudita prometieron generosos paquetes de ayuda a varios países en desarrollo a cambio de sus votos".
Sin embargo, no sorprendió que "tanto los representantes nipones como sauditas negaron tajantemente estar involucrados" en esos tratos, añadió el diario.
Cuando el japonés Hiroshi Nakajima se postuló para un segundo período al frente de la OMS en 1993, las elecciones se vieron sacudidas por un escándalo referido a compra de votos.
Japón presionó a beneficiarios de ayuda, en su mayoría naciones pobres de Africa, para que votaran en favor del candidato nipón. El intercambio consistió en un incremento de la asistencia por parte de Tokio.
Cuando Estados Unidos, disgustado con la decisión de Nakajima de presentarse para un segundo período, se quejó de "prácticas poco éticas", los japoneses, en efecto, respondieron: "¿Y ustedes de qué se quejan? ¡Han estado haciendo lo mismo todo el tiempo!".
En París, Matsuura, quien se adjudicó 34 de los 58 votos, ganó la mayoría necesaria para derrotar al embajador saudita en Gran Bretaña, Ghazi Algosainbi, quien se colocó segundo con 13 votos en una tercera ronda de sufragios.
Japón también aventajó considerablemente a otros nueve contendientes, Egipto, Sri Lanka, Australia, Rumania, Francia, Indonesia, Hungría, Filipinas y Trinidad y Tobago.
Matsuura, cuya candidatura deberá ser aprobada formalmente en una reunión de la Conferencia General de la UNESCO el 12 de noviembre en París, sucederá al español Federico Mayor, quien completará su segundo mandato de seis años el mes próximo.
Además de sus aportes a la UNESCO, Japón también es el segundo contribuyente de la ONU con el 20 por ciento del presupuesto anual de la organización mundial que asciende a 1.300 millones de dólares. La cuota nipona en 1998 fue de 17,9 por ciento.
Estados Unidos, el principal donante de la ONU, aporta 25 por ciento del presupuesto, mientras detrás de Japón figuran Alemania (9,8), Francia (6,5), Italia (5,4) y Gran Bretaña (5,1).
Esto ha llevado a Japón a buscar puestos clave de la ONU sobre la base que es una de las principales naciones donantes y está "subrepresentada" en el sistema de la organización mundial.
En realidad, debido a esa tendencia de querer ser un donante "de peso", las posiciones vacantes no van necesariamente a manos de "los mejores y más brillantes".
Los jefes de agencias de la ONU como OMS, FAO y UNESCO son elegidos en comicios que se han visto salpicados con denuncias de sobornos y corrupción.
Por otra parte, los responsables de fondos y programas de la ONU, como UNICEF y el Fondo para la Población, son "nombrados" por el secretario general pero en realidad impuestos por ricas naciones donantes que controlan el procedimiento. (FIN/IPS/tra-en/td/mk/ego-mlm/ip/99