Un alto funcionario de la ONU acusó a los estados miembro de frustrar los esfuerzos del secretario general, Kofi Annan, para reducir el personal, eliminar el gasto excesivo y mejorar la eficacia del foro mundial.
El subsecretario general Karl Paschke, el jefe saliente de la Oficina de Servicios de Supervisión Interna, dijo que hay "una actitud demasiado crítica de muchos estados miembro hacia la burocracia de la ONU (Organización de las Naciones Unidas)".
Esta actitud resultó en numerosos ejemplos de "gestión en pequeña escala" por parte de los órganos legislativos y de trazado de políticas de la ONU, señaló.
Paschke, cuya oficina fue responsable de investigar el exceso de gastos y la mala administración en el sistema de la ONU, dijo que el propio Annan está ansioso de realizar "reformas significativas".
"Es deplorable que sus esfuerzos sean bloqueados por los órganos legislativos", dijo a los periodistas en una de sus últimas conferencias de prensa. El mes próximo regresará a Alemania, su país de origen, luego de un período de trabajo de cinco años.
Paschke acusó a los órganos legislativos, entre ellos la Asamblea General y el Comité Presupuestal y Administrativo, de limitarse a elogiar la causa de reformar el foro mundial pero no actuar.
Afirmó que algunos de ellos "interfirieron con la… autoridad del secretario general", que tiene el legítimo derecho de establecer reformas en su calidad de director general de la ONU.
Cuando Annan intentó reducir el personal mediante la eliminación de cargos obsoletos y la reducción de la burocracia en unos 1.000 cargos, algunos de los órganos legislativos se opusieron a la medida.
"Eso fue muy desafortunado, porque evitó que la organización fuera más efectiva", dijo Paschke.
Estados Unidos puso como precondición para el pago de unos 1.600 millones de dólares en deudas atrasadas que Annan redujera el personal innecesario y los gastos generales del foro mundial.
Con ese fin, el secretario general hizo recomendaciones de gran alcance para convertir a la ONU en una organización menos pesada y más eficiente.
Como medida para recortar gastos, Annan permitió el empleo de "personal gratuito", principalmente en las operaciones de pacificación y en tribunales de crímenes de guerra. Los salarios de estas personas son pagados por sus países de origen y no por la ONU.
Sin embargo, las naciones en desarrollo se opusieron al concepto de personal gratuito porque la mayoría de estos trabajadores proceden de países industrializados que pueden pagar salarios altos.
Como resultado de la protesta, que se originó en el Comité Presupuestal y Administrativo, el personal gratuito, que tenía más de 300 integrantes, fue gradualmente reducido.
La mayoría de esos funcionarios procedían de Austria, Bélgica, Canadá, Dinamarca, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Holanda, Noruega, Suecia y Suiza. Unos pocos eran de naciones en desarrollo, como Argentina, Namibia y Nigeria.
El Grupo de los 77 países en desarrollo, que tiene 132 miembros, se opuso al concepto por diversas razones. El personal gratuito "diluye el concepto tradicional de funcionario público internacional" y "su lealtad no es hacia las Naciones Unidas sino a quienes les pagan", sostuvo.
Otra de las propuestas de reforma que tuvo una fuerte oposición fue la introducción de límites temporales, o "disposiciones crepusculares", a las iniciativas que implican nuevas estructuras organizativas o grandes compromisos de fondos.
De acuerdo con estas disposiciones, si un mandato de la ONU expira, todos los fondos para el proyecto cesarán a menos que se renueve expresamente.
Annan dijo que las disposiciones crepusculares se necesitan con urgencia porque el foro mundial, que enfrenta una difícil situación económica, está sobrecargado de mandatos y proyectos que siguen siendo financiados cada año, aunque no produzcan resultados.
La práctica de colocar límites temporales "ayudaría a eliminar la tendencia hacia la inercia institucional que afectó a esta organización durante demasiado tiempo", dijo Annan.
Estados Unidos fue un paso más adelante y pidió límites temporales no sólo para las nuevas iniciativas sino también para los proyectos y operaciones ordenadas por la Asamblea General, algunos de los cuales llevan dos o tres décadas y continúan siendo financiados con la aprobación de la Asamblea.
La propuesta de establecer disposiciones crepusculares fue suspendida porque las naciones en desarrollo temen que los proyectos prolongados orientados al desarrollo también puedan ser perjudicados por estas disposiciones.
En julio de 1997, Annan introdujo un paquete de reformas que apuntaban a revitalizar al foro mundial, afectado por el exceso de personal y la falta de fondos.
El paquete incluía propuestas para la creación de un Grupo de Desarrollo de la ONU, un nuevo Departamento de Asuntos relacionados con el Desarme, una nueva Oficina de Financiación para el Desarrollo, un sistema de garantías de varios años para la cooperación para el desarrollo y un Fondo Rotativo de la ONU que sería financiado por ahorros administrativos.
Excepto por las dos primeras, las propuestas continúan en el limbo. (FIN/IPS/tra-en/td/mk/at/aq/ip/99