El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Kofi Annan, dijo que algún día el foro mundial segirá el ejemplo de Africa y cerrará las puertas de las reuniones de alto nivel de líderes políticos a los gobiernos "inconstitucionales".
La Organización de Unidad Africana, de 53 miembros, resolvió durante una reunión realizada en Argelia en julio que los jefes de gobiernos militares fueran excluidos de su próxima cumbre.
Annan opinó que esa decisión fue "un cambio bienvenido respecto de una era anterior", y que "los gobiernos que asumen el poder mediante procedimientos inconstitucionales ya no pueden esperar que se les reciba como iguales en una asamblea de jefes de Estado elegidos (en forma democrática)".
"Estoy seguro de que llegará el día en que la Asamblea General de la ONU seguirá el ejemplo de Africa, y aplicará normas restrictivas similares a todos sus (188) miembros", afirmó Annan la semana pasada.
El secretario general expresó que uno de los desafíos más apremiantes de la época era lograr paz duradera y desarrollo sustentable en Africa, durante una reunión de dos días del Consejo de Seguridad de la ONU que discutió la situación política y económica de ese continente.
Annan destacó que en algunas regiones de Africa se han producido notables cambios positivos, aunque muchos piensen aún que todo el continente está en crisis permanente.
Muchas naciones africanas están liberalizando el comercio y los controles de cambio, privatizando industrias estatales moribundas, construyendo infraestructura de comunicaciones y reformando sus marcos legales y regulatorios, señaló.
"Africa posee tierras y recursos laborales que los inversores encuentran atractivos", agregó, citando un informe reciente de la Conferencia sobre Comercio y Desarrollo de la ONU, en el cual se señaló que las inversiones de firmas estadounidenses y japonesas lograron dividendos más altos en Africa que en cualquier otra región.
El presidente de Zimbabwe, Robert Mugabe, también subrayó que la tasa neta de retorno de inversiones en los países africanos durante el período 1990-94 fue, en promedio, entre 20 y 30 por ciento, mientras el promedio en el resto de las naciones en desarrollo durante el mismo período fue entre 16 y 18 por ciento.
La mayoría de africanos vive actualmente bajo sistemas democráticos de gobierno, señaló Annan.
Sudáfrica realizó con éxito, en forma pacífica y democrática, su segunda elección presidencial tras el fin del régimen racista del apartheid, y Mozambique llevará a cabo el mes próximo su segunda elección de presidente luego de trece años de guerra civil.
Annan dijo que la elección de un gobierno civil en Nigeria transformó las perspectivas de esa nación, y destacó que Liberia y Mali hayan llevado a cabo una destrucción en gran escala de armas automáticas.
Argelia también está dando pasos importantes para dejar atrás la guerra civil que había paralizado su desarrollo y provocado graves sufrimientos, apuntó.
El secretario general admitió que, en el lado negativo, la economía de algunos países ha pasado a depender completamente de la continuidad de la guerra, y en otros el poder político ha sido usurpado con medios violentos y antidemocráticos.
También hay naciones en los cuales las necesidades básicas de la población están insatisfechas a causa del mal gobierno, y donde el silencio acerca del síndrome de inmunodeficiencia adquirida aumenta los estragos de esa enfermedad, que mata cada año a millones de africanos, dijo Annan.
La corrupción ha distorsionado el crecimiento económico de algunos países africanos, haciendo que aumentara el peso de la deuda externa y disminuyera la ayuda internacional, al tiempo que ahuyentaba las inversiones y agudizaba la marginación de la economía mundial, añadió.
El secretario general de la ONU afirmó, sin embargo, que "el afro-pesimismo es una vía muerta", y que la idea de que los países donantes están "cansados de Africa" es "una afrenta a la idea de una comunidad internacional responsable".
El embajador nigeriano ante la ONU, Ibrahim Gambari, expresó ante el Consejo de Seguridad que Africa era el continente menos industrializado, y que algunas de sus fábricas estaban empleando menos de 30 por ciento de su capacidad.
A fines de los años 70 la deuda externa de Africa ascendía a 48.500 millones de dólares, y en la actualidad supera los 300.000 millones de dólares.
"El problema de la deuda fue un mal desesperante para Africa, y requiere medidas importantes de alivio o cancelación", según Gambari.
El embajador indicó que la respuesta mundial a la crisis de Kosovo debía compararse con las reacciones a los conflictos en Ruanda y Sierra Leona. En Kosovo la comunidad internacional gastó 1,50 dólares diarios para los refugiados, y los refugiados de Ruanda y Sierra Leona recibieron unos 11 centavos de dólar por día.
Gambari apuntó que los países europeos y sus aliados prometieron más de 2.000 millones de dólares para la reconstrucción de Kosovo, después de la ofensiva militar en los Balcanes de la Organizacion del Tratado del Atlántico Norte, pese a que se había calculado que eran necesarios sólo 500 millones.
El diplomático citó a Stephen Lewis, vicedirector ejecutivo del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, quien dijo que era "moralmente repugnante" que Occidente gastara 40.000 millones de dólares en una guerra en los Balcanes, porque uno por ciento de esa cifra salvaría a decenas de millones en Africa.
"Estas observaciones plantean en profundidad perturbadoras cuestiones morales, que deben ser encaradas por la ONU y la comunidad internacional deben corregir", manifestó Gambari. (FIN/IPS/tra-en/td/mk/ego/mp/ip dv/99)