Problemas de deudas acercaron a dos gigantes mexicanos de la siderurgia, Industrias Monterrey (IMSA) y Altos Hornos de México (AHMSA), cuya próxima fusión creará la principal empresa del sector de América Latina.
IMSA, con ventas anuales por 751 millones de dólares, activos por 1.024 millones y una planta laboral de 2.500 personas, y AHMSA, con ventas de 1.350 millones de dólares por año, activos valorados en 3.500 millones y 19.500 empleados, anunciaron que antes de que finalice este mes concretarían su fusión.
Para concluir el proceso, en el que trabajaron más de 200 ejecutivos, solo hace falta que los accionistas de las dos empresas convenzan a los 150 acreedores mexicanos y extranjeros, a quienes AHMSA les debe 1.900 millones de dólares, que la unión es conveniente también para ellos.
No habrá problemas, la asociación se considera casi un hecho, dijo Santiago Clariond, presidente de IMSA, firma que tendrá 51 por ciento de las acciones en la nueva empresa, cuyo nombre aún se desconoce.
La siderúrgica próxima a nacer estará en condiciones de vender más de 2.000 millones de dólares en productos al año, cifra sólo menor a la que comercializan las 10 empresas más grandes de México, entre ellas la petrolera estatal Pemex, y las privadas Teléfonos de México, General Motors y la cementera Cemex.
Además, la nueva compañía será líder en América Latina en su ramo, en especial en la producción y venta de aceros recubiertos, y estará entre las 20 empresas más importantes del mundo.
La fusión comenzó a fraguarse en mayo, cuando AHMSA, la más grande de las dos firmas, cerró sus operaciones en la bolsa de valores y se declaró en suspensión de pagos ante sus acreedores.
AHMSA, genera anualmente cientos de toneladas en acero líquido, mientras IMSA importa ese tipo de materiales para fabricar baterías, partes para automóviles y materiales de construcción, entre otros.
"La sinergia de las dos empresas es casi total, por lo que los acreedores estarán de acuerdo con la fusión, la más grande que se vaya a realizar en la historia de América Latina", dijo a IPS Esthel Mitch, investigadora de la Universidad Iberoamericana.
En un mundo globalizado, de difícil competencia y escaso dinero para el crédito, la fusión es una de las mejores opciones, señaló Micht, una economista experta en negocios de minería y acero.
El acero es uno de los sectores más importantes de México, ya que 11 de las principales 300 empresas locales se ubican en ese ramo, indica una clasificación realizada en julio por la revista empresarial Expansión.
La industria siderúrgica local, que exporta sus productos a 124 países, invertirá 1.800 millones de dólares entre 1998 y el 2000, indicó Alejandro Elizondo, presidente de la Cámara de la Industria del Hierro y el Acero.
Elizondo señaló que entre 1990 y 1997 las inversiones en el sector ascendieron a 3.500 millones de dólares, lo cual permitió mejorar la capacidad de producción en más de 30 por ciento en ese período.
En México, el consumo per capita de acero se ubica en 99 kilogramos, mientras en países industrializados como Japón esa cifra se ubica en 556 kilogramos.
El mercado está hoy difícil, pero las fusiones, como la que tienen lista IMSA y AHMSA, y los esperados cambios en los patrones de la demanda, podrían derivar en un repunte de la industria, señaló Elizondo.
Los altos inventarios de acero existentes en el mundo ejercen una fuerte presión sobre los precios, indicó el Instituto Internacional del Hierro y el Acero en su reporte sobre el desempeño del sector en el primer semestre de este año.
El Instituto informó que en 1998 más de 10 por ciento de la producción de acero crudo, alrededor de seis millones de toneladas, no tuvo mercado y se acumuló en los inventarios.
En 1999 se prevé que la producción caerá cinco por ciento, pero aún así se estima que el excedente será de tres millones de toneladas.
La firma de inversiones internacional JP Morgan estima que existen bases para prever que en el 2000 la industria siderúrgica comenzará a recuperarse. (FIN/IPS/dc/dm/if/99)