El gobierno de México puso hoy en marcha un programa para cobrar impuestos a los trabajadores del sector informal, del que dependen más de seis millones de familias y cuyo crecimiento reduce la tasa oficial de desempleo.
Las autoridades esperan que al menos 1,5 millones de vendedores ambulantes y otros comerciantes a pequeña escala se integren hasta octubre del 2000 en el sistema impositivo, que tiene una evasión de 30 por ciento.
En la primera fase del programa Combate a la Evasión en la Economía Informal el gobierno difundirá informaciones sobre las obligaciones de los pequeños contribuyentes y para realizar de forma expedita los trámites de pago.
En las semanas siguientes, funcionarios visitarán en las calles a los informales para explicarles qué requisitos deben cumplir e invitarlos a regularizar su situación. Además, ubicarán a los proveedores, muchos del sector formal, para investigar su situación tributaria.
Si los informales demuestran que ganan menos de tres salarios mínimos (alrededor de 10 dólares al día) no pagarán impuestos, pero deberán acreditar que la mercancía que venden o producen tiene registro y no es robada.
"Detrás de la fachada de la economía informal hay grandes cadenas de distribución, hay grandes empresas productoras clandestinas que no pagan impuestos, ni seguridad a sus trabajadores y no están registradas", dijo Alma Moreno, presidenta del Sistema de Administración Tributaria.
Es necesario "atacar el problema de la economía informal como un todo, porque creemos que la tarea de (el ministerio de) Hacienda es buscar que pague hasta el último de los evasores fiscales", declaró Moreno.
Un tercio de la población económicamente activa de México no paga impuestos, mientras otro tercio declara montos inferiores a sus ingresos, según datos oficiales.
La carga tributaria en México es inferior a 13 por ciento del producto interno bruto, una proporción pequeña en relación a países como Costa Rica, Francia o Uruguay, donde supera 20 por ciento.
"No se debe esperar mucho al cobrar dinero a los informales, pues la mayoría no ganan más de tres salarios mínimos y muchos cambian continuamente de actividad", advirtió el analista financiero José Luis Calva.
Cerca de seis millones de personas y sus familias trabajan en el sector informal, de acuerdo con el Instituto de Estadísticas Geografía e Informática (INEGI), y otras fuentes, como la Universidad Obrera, aumentan el total a más de 18 millones.
El gobierno de Ernesto Zedillo presenta como uno de sus mayores logros la caída del desempleo, que de 6,2 por ciento en 1995 se redujo a 2,4 por ciento en mayo de este año.
Pero la Universidad Obrera ha replicado que el desempleo dosminuyó porque miles de personas entraron en el circuito de la informalidad y no precisamente por un mejoramiento real de la economía.
Para ser considerado en las estadísiticas como empleado, basta que una persona trabaje al menos una vez a la semana. Cada año, más de dos millones de mexicanos buscan nuevo empleos en una econmía que ofrece menos de un millón en ese mismo período.
La Confederación Nacional de Cámaras de Comercio asegura que en los últimos ocho años los negocios informales crecieron más de 115 por ciento, casi el doble que los ubicados en el sector formal de la economía.
INEGI indica que 84 por ciento de los negocios informales son de un sólo dueño, que en su mayoría trabaja con su familia.
Unicamente 29 por ciento de los negocios informales tienen domicilio establecido y 71 por ciento realizan sus actividades en instalaciones improvisadas en calles y parques.
Veintidós por ciento de los trabajadores informales son menores de 25 años, 48 por ciento tienen entre 26 y 44 años, y 30 por ciento son mayores de 45 años, según INEGI.
En cuanto a educación, la mitad tienen estudios primarios, 30 por ciento algún grado de secundaria y 20 por ciento pasaron por la universidad. (FIN/IPS/dc/ff/lb/99