MARRUECOS: Comenzó la democratización prometida por el nuevo rey

El regreso a Marruecos de Abraham Serfaty, quien fue durante muchos años un opositor del fallecido rey Hassan, marcó el inicio del proceso de democratización prometido hace dos meses por el joven rey Mohammed VI, hijo de Hassan.

Serfaty, de 73 años, vivía en Francia desde 1991, cuando fue expulsado del país luego de pasar 17 años en la cárcel, condenado por poner en peligro la seguridad del Estado.

Antes de ir a la cárcel, Serfaty había liderado el movimiento de izquierda Ila al-Amam, el cual se opuso a la anexión de Sahara Occidental, una zona del desierto rica en minerales y antiguamente colonizada por España. Hassan concretó esa anexión en 1975.

Hassan murió el 23 de julio de un ataque cardíaco, y fue sucedido por Mohammed, de 36 años, quien prometió al ser coronado que implantaría un estado de derecho y promovería el respeto por los derechos humanos, que su padre no había observado durante sus 38 años de reinado.

Cuando Serfaty fue expulsado del país, el ministro del Interior, Driss Basri, a quien se consideraba el "hombre fuerte" del gobierno de Hassan, justificó la decisión con el argumento de que el opositor era "un ciudadano brasileño y no marroquí".

Grupos de seguidores de Serfaty y de activistas por los derechos humanos se reunieron en el aeropuerto de Rabat el viernes para recibirlo y cantaron estribillos como "Serfaty, Serfaty, eres hijo de la madre patria".

El regreso de Serfaty fue la culminación de maniobras políticas intensas pero discretas que inició Mohammed a fines de julio, según los observadores políticos.

Mohammed debería tomar ahora otra decisión importante y liberar a Abdeslam Yassine, líder del partido fundamentalista islámico Al Adl Wa Al Ihssane (Justicia y Caridad), quien está bajo arresto domiciliario desde 1989, dijo a IPS Abdou Nadi, un abogado miembro de la Liga de Derechos Humanos de Marruecos.

"Marruecos debería tener un verdadero gobierno de cambio, que sea capaz de encaminar al país hacia la modernidad y la democracia", declaró Serfaty a la prensa en Rabat, poco después de su regreso.

Añadió que el fin de su exilio fue consecuencia de una carta que envió a Mohammed el 21 de septiembre, y que no se le habían impuesto condiciones para volver. Serfaty enfatizó que aún es un defensor del régimen monárquico. "Estoy a favor de una monarquía renovada, como la que representa el nuevo rey", aseguró.

El joven monarca recibirá a Serfaty, quien ya se reunió con el primer ministro Abderrahmane Youssoufi.

Youssoufi, quien había sido sentenciado a muerte en dos ocasiones por Hassan, encabeza un gobierno llamado "alternativo", formado por el fallecido monarca en 1998, luego de que los partidos de izquierda lograran un tercio de las bancas parlamentarias en las elecciones de 1997.

El gabinete se integró con siete partidos de centro y de izquierda, pero también con cuatro ministros de perfil tecnocrático, incluyendo a Basri. Mientras Hassan estuvo con vida, ese gobierno no logró implementar su ambicioso programa de reformas con la celeridad prometida.

Youssoufi no ha hecho declaraciones públicas sobre su encuentro con Serfaty, pero el ministro de Derechos Humanos, Mohamed Aujjar, afirmó que el regreso del opositor mostraba "que el rey desea acelerar la marcha del país hacia la democracia".

Mohammed abrirá dentro de pocos días el período de sesiones de otoño (boreal) del parlamento, y se espera que el monarca se comprometa en su discurso inaugural a realizar reformas sociales, económicas y jurídicas.

"El rey será muy preciso en el diseño de una estrategia para liberar a Marruecos de sus viejas enfermedades económicas, sociales y jurídicas", declaró una fuente cercana a Mohammed.

A comienzos de la semana pasada, el rey tomó una decisión importante en relación con Sahara Occidental, al nombrar a un diplomático como enlace entre el gobierno de Marruecos y la Misión para la Organización de un Referendo en Sahara Occidental (MINURSO).

La MINURSO fue creada por el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas en 1991, como parte de un plan de paz que incluyó el cese del fuego entre las fuerzas de Marruecos y el independentista Frente Polisario.

El anterior funcionario de enlace entre el gobierno de Marruecos y la MNURSO había sido un colaborador cercano de Basri, a quien Mohammed quitó además la dirección del Departamento de Inteligencia Interna.

El joven rey, a quien algunos llaman "el amigo de los pobres", aún está en período de prueba en lo vinculado con los derechos humanos.

Habrá que ver sobre todo qué decisiones adopta respecto de quienes fueron responsables de torturas aplicadas por el gobierno durante los años 70 y 80 y permanecen impunes.

Los colaboradores más cercanos de Mohammed aseguraron que el rey está decidido a llevar adelante su programa de reformas.

"El largo viaje comienza con un paso. Y el primer paso ya fue dado. El cambio es inevitable", aseguró Nadi. (FIN/IPS/tra- en/ag/mk/ceb/ip/99

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