JACINTO CONVIT: La mejor medicina del futuro es el cambio social

El médico venezolano Jacinto Convit es un paladín en la lucha contra enfermedades que atacan al mundo en desarrollo, creador de vacunas para derrotar la lepra y la leishmaniasis. Sin embargo, considera que el remedio más efectivo es el cambio social.

Convit, de 86 años y doctor en Ciencias Médicas desde 1938, tiene un grueso curriculum vitae, que incluye innumerables publicaciones e intervenciones académicas y no menos honores y premios nacionales e internacionales por su reconocido aporte a la medicina mundial.

En su opinión, la lucha contra las enfermedades no mejorará en el siglo XXI a menos que sea reducida la pobreza. También destacó la necesidad de que la investigación médica sea estimulada por los países latinoamericanos, y lamentó la "indiferencia social" con la cual deben lidiar los científicos.

El resurgimiento de la tuberculosis, el sida y la falta de soluciones para la malaria, son temas que preocupan al investigador venezolano en este cambio de siglo.

Su oficina en el Instituto de Biomedicina de Caracas está sembrada de miniaturas que representan al armadillo, el animal sudamericano que en los años 70 le dio la clave para la vacuna contra la lepra, una enfermedad que afecta a millones de seres humanos.

Desde entonces, su lucha personal contra las enfermedades ha avanzado. Ahora quisiera ver controlada la leishmaniasis, una enfermedad que cada año ataca a 400.000 personas en el mundo en desarrollo.

IPS: Después de combatir una enfermedad tan antigua como la lepra, ¿cómo ve usted el futuro de las enfermedades del pasado?

CONVIT: La verdad es que este tipo de enfermedades tienen dos componentes. Uno de ellos es la enfermedad misma, su estudio, distribución, epidemiología, aplicación de vacunas o terapia.

Pero también hay que considerar un componente social muy importante. Por ejemplo, en los países cuya pobreza ha crecido, como muchos de América Latina, no se puede esperar un control a fondo de estas enfermedades. Primero será necesario dominar el deterioro social que causa la pobreza.

Por eso creo que el combate contra las enfermedades necesita incorporar una acción de tipo social, mejorar los niveles de vida de la población, su educación.

Nosotros mismos, aquí en el Instituto de Biomedicina, estamos tratando de abordar esa realidad con un proyecto dirigido a los niños.

Se promueve la idea de las "escuelas integrales", con clases mañana y tarde, como se usaba antes, con el fin de brindar una alimentación adecuada, clave para luchar contra las enfermedades, y una educación de salud. Se estimula la formación social y se busca el intercambio entre escuela y comunidad.

IPS: ¿La formación social como cura para una enfermedad llamada pobreza?

CONVIT: Eso mismo. El progreso social permitió a Europa librarse de muchas enfermedades, entre ellas la lepra, que seguramente va a desaparecer de ese continente.

Uno de los países que tuvo más lepra en el pasado fue Noruega, era un problema grave que allí se resolvió después de cambios sociales. Pero es difícil que esta enfermedad desaparezca en países donde se mantienen condiciones de atraso.

IPS: ¿Hacia dónde cree usted que debe orientarse la investigación médica en los próximos años?

CONVIT: Podemos perfeccionar la tecnología, pero insisto que si hubiera cambios sociales obtendríamos mejores resultados y mayor eficacia. Esto funciona para cualquier enfermedad.

Por ejemplo, para la tuberculosis, que resurge este fin de siglo como un problema grave, impulsada también por otras afecciones, en especial el sida, cuya mayor complicación es la tuberculosis pulmonar.

Pero muchas personas enfermas no tienen acceso a un tratamiento adecuado y eso contribuye a generar cepas de tuberculosis resistentes a los medicamentos. Ese es un asunto muy complejo.

IPS: Tenemos la sensación que en el siglo XX hubo avances vertiginosos para la salud. Pero, ¿ha sido realmente así, en todo el mundo?

CONVIT: Creo que estamos terminando un siglo con numerosos problemas de salud, especialmente en los países en desarrollo. Es un siglo donde enfermedades como el sida adquieren una importancia enorme en todo el planeta y eso hace pensar que la lucha contra los microorganismos, en el caso del sida un virus, tiene muchos aspectos aún desconocidos.

Sin duda que uno de los grandes éxitos del próximo siglo sería una vacuna contra el sida, porque ese es un problema universal. Pero así como apareció el sida, puede producirse un nuevo proceso de adaptación de una bacteria o un virus capaz de causar enfermedades.

Ya no hay dudas sobre la adaptación de los virus para infectar la raza humana, como ocurrió con el sida este fin de siglo.

Ese mismo proceso se ha repetido a lo largo de toda nuestra existencia. Por ejemplo, en el caso de las bacterias, como la de la lepra, que en un momento dado invadió al ser humano y desarrolló la enfermedad.

También es cierto que estamos aprendiendo a manejar esos virus, como ha ocurrido con el de la influenza, que en el siglo pasado tenía efectos devastadores. (SIGUE/2-E

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