La elección de Megawati Sukarnoputri como vicepresidenta de Indonesia ayudará a restaurar la estabilidad, prevén analistas, aunque el cargo sea apenas un premio consuelo para la hija del presidente fundador de la república, Ahmed Sukarno.
La decisión de Sukarnoputri de postularse a la vicepresidencia un día después de ser derrotada en sus aspiraciones presidenciales por un antiguo aliado suyo constituye una señal de madurez política, afirman los analistas.
Agregan que la unión de Sukarnoputri al presidente Abdurrahman Wahid, el respetado académico islámico que la venció en la votación parlamentaria del miércoles, será una buena medicina para la maltrecha economía nacional y seguramente promoverá la estabilidad.
"La estabilidad social y política estarán garantizadas", aseguró el vicepresidente de la Asamblea Consultiva del Pueblo, Kwik Kian Gie.
Muchos creen que la fórmula Wahid-Sukarnoputri también podrá cerrar las divisiones nacionales, dado el amplio apoyo popular de que gozan ambos líderes.
Wahid, de 59 años, y Sukarnoputri, de 52, fueron elegidos el miércoles y el jueves respectivamente en la primera elección democrática de Indonesia en 50 años.
La sorpresiva elección de Wahid, líder de una organización islámica con 35 millones de miembros, dio lugar el mismo miércoles a una ola de violencia que dejó varios muertos.
Wahid había apoyado hasta último momento al Partido-Lucha Indonesio por la Democracia (PLID) encabezado por Sukarnoputri, que en las elecciones parlamentarias de junio se había constituido en la mayor de las minorías, con 34 por ciento de los votos.
Pero este mes, el líder islámico, que está casi ciego y muy frágil de salud, se manifestó perturbado por informes de que miembros del PLID ofrecían dinero a cambio de respaldo electoral, una acusación que ese partido desmintió.
La victoria de Wahid fue resultado del apoyo de una alianza de partidos musulmanes, el Partido Unido por el Desarrollo, el Partido Golkar, que gobernó Indonesia desde su creación en 1971, y el Partido de la Estrella Creciente.
Ahora, sin embargo, ambos líderes dieron el tono para la reconciliación entre diferentes intereses políticos, destacó Kompas, el diario de mayor circulación de este país.
"Sólo cuando estemos unidos podremos hacer frente a la actual crisis multidimensional. Y ahora que comenzó la reconciliación nacional, confiamos en que saldremos pronto de la crisis", publicó.
El vicepresidente del Partido Golkar, Fahmi Idris, opinó que la nueva fórmula de gobierno será capaz de resolver los dos mayores problemas del país: la crisis económica y el peligro de desintegración.
Mientras, el analista político Arbi Sanit sostuvo que Wahid y Sukarnoputri constituyen el equipo ideal de gobierno en la actualidad, porque lograron forjar una estrecha relación personal.
Como sus partidos atraen fuerzas musulmanas y nacionalistas, podrán satisfacer los intereses y aspiraciones de los dos principales grupos políticos de Indonesia, agregó.
El periódico Pikiran Rakyat, de Bandung, opinó que ambos líderes representan auténticamente la corriente sociopolítica nacional.
"Ni Wahid ni Megawati son líderes por casualidad. Su ascenso al poder es nuestra propia victoria", publicó.
Sus partidarios y otros observadores esperan que ambos formen un gabinete de personas reformistas y competentes.
Indonesia precisa "un equipo de trabajo sólido y profesional para desactivar las bombas de tiempo que dejó la administración anterior", opinó un analista financiero.
La victoria de Sukarnoputri el jueves también sirvió para calmar a sus seguidores, que el día anterior habían reaccionado violentamente a su derrota en la contienda presidencial.
Se produjeron enfrentamientos con la policía en Yakarta, además de incendios y saqueos en Bali, Semarang y Medan, conocidos bastiones de Sukarnoputri.
De hecho, fue el miedo a la violencia y la inestabilidad lo que llevó a los dos rivales de Sukarnoputri a retirarse de la contienda por la vicepresidencia.
Los rivales eran el general Wiranto, ministro de Defensa y jefe de las Fuerzas Armadas, y de Akbar Tanjung, presidente del Partido Golkar.
"Si Tanjung mantenía su candidatura, con toda seguridad habría obtenido apoyo de los militares y de la coalición musulmana. Es fácil imaginar cómo habrían reaccionado los partidarios de Megawati si ella hubiera sido derrotada nuevamente", comentó un legislador de Golkar.
Se cree que Wahid presionó para obtener apoyo a la candidatura de Sukarnoputri a la vicepresidencia. Finalmente, la líder quedó con un único rival, Hamzah Haz del Partido Unido por el Desarrollo, al que venció por 396 a 284 votos.
Aunque muchos de sus seguidores festejaron su victoria, otros se decepcionaron con la decisión de su líder de incorporarse al gobierno luego de su derrota.
"Ella debió continuar liderando una oposición fuerte. Podría hacer mucho más si permaneciera fuera del gobierno", opinó un miembro del PLID. (FIN/IPS/tra-en/ky/ral/mlm/ip/99