Estados Unidos necesita más información y evaluación crítica de la esclavitud, incluso de la posibilidad de establecer mecanismos legales de compensación, concluyó un simposio sobre el tema realizado este mes en la Universidad de Nueva York y otros lugares de esta ciudad.
Los afroestadounidenses deberían iniciar una campaña para exigir reparaciones por la esclavitud y presentar su caso ante el gobierno de Estados Unidos, las Naciones Unidas, la Corte Internacional de Justicia y las compañías multinacionales, instó Sam Anderson, del Congreso Negro Radical, de Nueva York.
La compensación podría tener varias formas, por ejemplo una exoneración de impuestos a los afroestadounidenses, educación y atención médica gratuita en cualquier momento, o la cancelación de la deuda externa de los países africanos, sugirió Anderson.
"Las rutas de los esclavos: Un largo recuerdo" estuvo centrado en la duración de la esclavitud, su naturaleza racista y la organización legal que permitió el comercio transatlántico de esclavos durante varios siglos.
El simposio, que se prolongó toda una semana, constó de discusiones, proyección de películas, presentaciones musicales y talleres, y fue presidido por el actor afro-estadounidense y activista por los derechos humanos Danny Glover.
También se entregaron premios en el área de los derechos humanos a la poeta Gwendolyn Brooks, la escultora Elizabeth Catlett, la escritora Maryse Condi, el profesor John Hope Franklin, y el periodista Gil Noble.
Amadou Mahtar M'bow, presidente del Comité Internacional para el proyecto de Rutas de los Esclavos, de Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura), fue otro de los que recibieron un premio especial.
"Nuestra intención es ayudar a romper el silencio, alentar a la investigación, corregir errores, y rectificar la escasa representación que tiene el comercio de esclavos en los libros de texto académicos", explicó Jayne Cortez, del Comité Organizador de los Esclavos Africanos en la Diáspora.
El Comité es una organización no gubernamental (ONG), instalada en Estados Unidos, creada para alentar el estudio sobre el tráfico de esclavos y sus consecuencias.
Los objetivos de dicha ONG son revisar y divulgar las investigaciones recientes sobre el producto cultural, el impacto psicológico, el fundamento legal, y las causas del comercio transatlántico de esclavos.
Este simposio "es una afirmación de la capacidad del espíritu humano para triunfar contra los peores horrores y brutalidades, y para crear nuevas vías, más dinámicas, de ser en el mundo ", recalcó Manthia Diawara, directora del Instituto de Asuntos Afroestadounidenses y del Programa de Estudios Africanos de la Universidad de Nueva York.
Varios panelistas de diversas partes del mundo expusieron su visión sobre el impacto de la deportación, el exilio, la dependencia de quienes fueron convertidos en esclavos a la fuerza, y el papel del comercio de seres humanos en el desarrollo económico e industrial de los países receptores.
Los orígenes sociales, étnicos y geográficos de los esclavos fueron presentados por antropólogos, cineastas, sociólogos, filósofos y activistas.
Historiadores y especialistas en el tema revelaron nuevas estadísticas sobre la esclavitud y las diferentes rutas utilizadas para comerciar africanos.
Otros panelistas expusieron sus conclusiones sobre las expresiones sociales, espirituales, políticas y artísticas que se desarrollaron a raíz de la esclavitud.
El simposio se cerró en Harlem, en el Centro Schomburg de Investigación sobre la Cultura Negra, con un panel de discusiones sobre los fundamentos éticos, filosóficos y legales de la esclavitud, su estatuto de crimen contra la humanidad y la candente cuestión de las reparaciones.
"Ni un sólo afrestadounidense pidió compensación en Estados Unidos. Tiene que ocurrir antes del fin de este siglo", declaró Howard Dodson, director del Centro Schomburg.
Elombe Brath, director de la Agrupación Patrice Lumumba, sostuvo que el tema de las reparaciones debe ser considerado con seriedad para encontrar vías de compensación por los daños causados durante cuatro siglos.
Brath comparó las condiciones de los indígenas estadounidenses y de los esclavos africanos para concluir que Estados Unidos, el país más próspero del mundo, se construyó sobre "una tierra robada con trabajo robado".
El público ovacionó de pie al senegalés Amadou Mahtar M'bow, quien fuera director general de la Unesco entre 1974 y 1987.
Mbow fue "la figura central y el primero en alentar a los africanos a hacer estudios sobre Africa, y fue obligado a abandonar su cargo por el gobierno de Estados Unidos porque hablaba y luchaba contra la esclavitud, el apartheid y el nuevo orden de información y comunicación", declaró Dodson.
Estados Unidos se retiró de la Unesco a fines de 1985, y Gran Bretaña lo siguió al año siguiente, alegando que prevalecía el favoritismo y que se necesitaban reformas radicales. Washington rechazó en 1987 la candidatura de M'bow a su tercer período como director del organismo.
Unesco inició el proyecto de las Rutas de los Esclavos a principios de la década del 90, y la División de Proyectos Interculturales colabora desde entonces con funcionarios, organizaciones e investigadores de todo el mundo.
El proyecto de Unesco implica también la restauración de los sitios donde se alojaba a los esclavos antes de enviarlos a cruzar el océano Atlántico. Algunos de esos lugares son Goree en Senegal, Ouidah en Benin, Catumbele en Angola, y Zanzíbar en Tanzania.
El simposio subrayó que la esclavitud no desapareció inmediatamente después de su abolición, en 1861, ya que existen pruebas de que muchos negros fueron obligados a seguir trabajando sin salario ni libertad de movimiento durante bastante tiempo después de la guerra civil.
"Por lo tanto, debemos corregir los registros y desafiar a nuestros historiadores", arengó el profesor Ronald Walters, autor de "Panafricanismo y Diáspora Africana".
Walters instó al público a revisar el proceso de pauperización de los negros, que debería interpretarse como una consecuencia de la esclavitud y no de la pereza o la falta de inteligencia.
La pobreza es "un legado de la esclavitud. No sucedió por accidente", sostuvo Walters.
Varios materiales de archivo corren el peligro de perderse, lo cual causaría un impacto significativo en la opinión internacional. Por lo tanto es urgente que se sigan realizando proyectos y foros sobre el tema, exhortaron los panelistas.
"Para nosotros, los historiadores, la cuestión de las reparaciones es una lucha contra el olvido", recalcó el historiador francés Oruno Lara, quien recordó que el gobierno de su país reconoció que la esclavitud es un crimen contra la humanidad.
Sin embargo, la nueva legislación de Francia no menciona el asunto de las reparaciones y, aunque cuentan con la aprobación de la cámara de diputados, aún no recibieron la del Senado, puntualizó Lara. (FIN/IPS/tra-en/ib/mk/ceb-mlm/hd/99