El número de habitantes de la mayoría de las zonas rurales de Estados Unidos aumentó en la última década como resultado de los avances en el transporte y la tecnología, según un informe de la no gubernamental Oficina de Referencia de Población (PRB).
Las tendencias que comenzaron con la revolución industrial se revirtieron y las áreas rurales estadounidenses parecen atraer cada vez más a los residentes de las ciudades, mientras menos jóvenes migran hacia estas, según el informe preparado por la PRB, con sede en Washington.
"Cada vez son más las personas que se mudan a las áreas rurales que las que las abandonan", dijo Kenneth Johnson, autor del informe, demógrafo y sociólogo de la Universidad de Loyola en Chicago.
El informe, titulado "El regreso al medio rural", llamó a este proceso "desconcentración" y estableció su origen en los años 70 cuando la tendencia fue identificada por primera vez por los demógrafos estadounidenses.
La severa y prolongada recesión de los años 80, cuando quebraron muchas granjas y fábricas de pueblos pequeños, interrumpió esa tendencia, según PRB.
Con la reanudación del fuerte crecimiento económico en la década del 90, la desconcentración, definida como la dispersión gradual y a largo plazo de la población hacia zonas menos pobladas, se reafirmó con renovado vigor.
Las zonas rurales ganaron casi cuatro millones de residentes adicionales entre 1990 y mediados de 1998, un aumento de más de siete por ciento de la población de unos 50 millones de personas que viven en los 2.300 condados estadounidenses con centros urbanos de menos de 50.000 habitantes.
Estados Unidos ha sido una nación principalmente metropolitana desde comienzos del siglo XX. Actualmente, casi 80 por ciento de la población, 216 millones de personas, viven en las ciudades o en los barrios exteriores.
Entre 1930 y 1970 las poblaciones rurales crecieron lentamente, aumentando sólo 6,6 millones en esos 40 años. Ese crecimiento se debió a lo que los demógrafos llaman "aumento natural", o sea más nacimientos que muertes.
Durante el mismo período, unos 17 millones de personas, la mayoría adultos jóvenes, se mudaron de las áreas rurales a las urbanas, y en algunas comunidades rurales 50 por ciento de los jóvenes que terminaron la enseñanza secundaria migraron hacia las ciudades menos de un año después de su graduación.
Históricamente, las áreas metropolitanas atrajeron a grandes cantidades de habitantes rurales y a inmigrantes de otros países, a medida que las industrias de producción, comerciales y de servicios remplazaron a la agricultura y la minería como principales fuentes de empleo.
Los barrios exteriores, que comenzaron a desarrollarse a principios de siglo pero crecieron rápidamente después de la segunda guerra mundial, ofrecían a los habitantes de las ciudades más opciones, a medida que los centros urbanos se poblaban y congestionaban cada vez más.
De acuerdo con el informe de la PRB, esto comenzó a cambiar en los años 70, a medida que las industrias de muchas ciudades, sobre todo en el norte industrial, se veían desbordadas por la competencia extranjera.
Esas mismas empresas instalaron fábricas en áreas rurales del sur, donde los costos de producción y la mano de obra eran bastante más bajos. "Muchas industrias que se mudan a áreas rurales necesitan de esa diferencia salarial para quedarse en Estados Unidos", dijo Johnson.
La degradación ambiental y el crimen también restaron atractivo a muchas ciudades y sus alrededores, según el informe.
Al mismo tiempo, las mejoras en los sistemas de transporte y las carreteras, y los avances en la tecnología de la comunicación facilitaron el traslado y el trabajo en el ámbito rural.
Un factor clave de la nueva tendencia a la "desconcentración" fueron las innovaciones tecnológicas, especialmente en el transporte y las comunicaciones.
Las nuevas carreteras y aeropuertos, y la mejora de la infraestructura existente, hicieron que el ámbito rural fuera mucho más accesible para quienes viajan a diario, mientras las nuevas tecnologías de la comunicación, especialmente el correo electrónico e Internet, hacen menos necesario el trabajo en oficinas cinco días a la semana.
Las zonas rurales también atraen cada vez más a jubilados que buscan estilos de vida más libres e impuestos más bajos. A medida que más personas se mudan al campo, se crean más empleos como plomeros, carpinteros y otros oficios relacionados con el hogar.
Las consecuencias políticas de la desconcentración tienen mucho alcance. Las nuevas fábricas industriales y viviendas en áreas rurales ocupan tierras aptas para la agricultura.
"Con el traslado a las áreas rurales, la tierra cultivable es fragmentada y las granjas se ven obligadas a trasladarse hacia afuera, porque aumenta el valor de la tierra", señaló Johnson.
Las carreteras y la infraestructura deben reforzarse para soportar el aumento del tránsito. "Hay 300.000 puentes con defectos estructurales en el ámbito rural de Estados Unidos", observó.
La tendencia hacia la vida en el campo también tiene consecuencias ambientales. Los sistemas de saneamiento de muchos condados rurales se vieron sobrecargados, mientras el flujo de nuevos residentes presionó a los frágiles ecosistemas.
"Generalmente hay pantanos cerca de los lugares de recreación y retiro conocidos por sus paisajes de ríos y lagos, y serían afectados si hay demasiados edificios", dijo Johnson.
Los condados de recreación y retiro fueron los que crecieron con mayor rapidez, según el informe. En contraste, aquellos caracterizados por la agricultura o la minería, los pilares tradicionales de las áreas rurales de Estados Unidos, son los que crecen más lentamente. (FIN/IPS/tra-en/jl/mk/at/aq/pr/99