Campesinos de Ecuador aumentan su producción gracias al aporte del Programa de Seguridad Alimentaria (PESA) implementado conjuntamente por el gobierno y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
El programa se inició en Ecuador en octubre de 1997, como parte de una nueva estrategia de seguridad alimentaria que pone énfasis en el apoyo a los pequeños productores para que incrementen la producción agrícola y obtengan mayores ingresos.
La primera fase se puso en práctica en la provincias de Manabí, en la costa, y de Imbabura, en la sierra norte.
En Manabí, el plan abarcó mil hectáreas cultivadas por 523 campesinos cuyas fincas no superan las dos hectáreas y los cultivos predominantes son maiz, maní, yuca, arroz, hortalizas, limón y cocotero.
Eutimio Veliz, uno de los agricultores beneficiados, dijo que el problema mayor que enfrentan los campesinos de esta zona para aumentar su productividad es la dificultad de acceso al riego.
Atendiendo esa primera demanda, el programa se inició ayudando a instalar sistemas de distribución y utilización de agua.
En Imbabura se han beneficiado con el programa 50 familias, con propiedades de tipo minifundista, en las que predominan los cultivos de frijol, frutales, caña de azúcar y tubérculos.
La campesina Josefa Chalar señaló que el riego y el aporte con semillas mejoradas del PESA ayudó a aumentar la productividad de su pequeña propiedad.
Tanto en Manabí como en Imbabura se han hecho demostraciones prácticas de métodos de explotación agrícola sustentable, utilización de tecnología de recursos hídricos y mejoría en la gestión de las fincas de los pequeños agricultores.
FAO asignó 10 millones de dólares para implementar el PESA y mantener el funcionamiento durante los dos primeros años.
Ecuador fue el tercer país de América Latina y el Caribe en participar en el programa, que ya se aplica en 21 países del Sur en desarrollo, y está en proyecto de aplicación en otros 40.
El PESA fue establecido por la FAO en 1994 "como una iniciativa para aumentar la producción de alimentos y contribuir a erradicar el hambre en los países de bajos ingresos".
Jesús Miranda de Larra, representante de FAO en Ecuador, informó que el objetivo del PESA en el país es mejorar la producción de alimentos básicos de manera rápida y sustentable por medio de la difusión de mejores tecnologías agrícolas y la creación de un entorno económico-social estable.
El ingeniero Adib Ramadán, del Ministerio de Agricultura y Ganadería de Ecuador, aseguró que a través de este tipo de programas se aumenta la seguridad alimentaria nacional y se reduce la presión sobre los recursos naturales.
El PESA, uno de los 12 proyectos que componen el Programa de Campo de la FAO en Ecuador,estuvo ligado desde su inicio a dos proyectos de huertos agroforestales para mejorar la rentabilidad de las fincas y la seguridad alimentaria de los campesinos con propuestas económicamente viables y ambientalmente sustentables.
A principios de los años 50, sólo el 29 por ciento de la población vivía en ciudades, en 1990 ya era el 55 por ciento, y en el 2000 esa cifra llegará al 60 por ciento.
Los dos tercios de la población rural ecuatoriana vive en condiciones de extrema pobreza, lo que hace que se mantenga la migración del campo a la ciudad, donde aumenta el ya sobredimensionado mercado de trabajo informal.
En la actualidad, Ecuador importa el 14 por ciento de los alimentos que consume.
La liberalización de los mercados ha puesto a la agricultura de Ecuador en jaque, porque al enfrentar la enorme presión competitiva aumentan los perjuicios ecológicos y la utilización de los recursos naturales con la producción agrícola.
Anualmente se importan más de 80 millones de dólares en pesticidas y se consume un promedio de 300 kilogramos de fertilizantes por hectárea.
Para hacer frente a esta realidad, el reto central del PESA consiste en "aumentar la productividad de los pequeños agricultores con un desarrollo sustentable desde el punto de vista ecológico". (FIN/IPS/kl/ag/dv/99