ECUADOR: Las provincias exigen autonomía

Un movimiento regionalista presentó hoy en Ecuador 400.000 firmas para proponer en plebiscito la autonomía de la provincia de Guayas, la más rica y poblada del país.

Guayas está ubicada sobre el océano Pacífico, y su capital es el puerto de Guayaquil, la ciudad más poblada del país y su principal centro comercial.

En la última semana, varias provincias ecuatorianas han exigido al gobierno central la autonomía, pero Guayas, que tiene más de tres millones de los 12 millones de habitantes del país, es la primera que presenta las firmas necesarias para plebiscitarla.

El líder de la organización que recogió las adhesiones, el Movimiento Fuerza Ecuador, Humberto Mata, consideró un "éxito" haber logrado ese objetivo en solo seis meses.

Mata dijo al diario Expreso, de Guayaquil, que los reclamos de su organización se han tergiversado para hacerlo aparecer contra Quito.

"Lo que nosotros buscamos con este proyecto es permitirle a todas las ciudades y provincias del país que quieran asumir sus responsabilidades, sin depender del gobierno central, que lo hagan", señaló.

Según las encuestas, lo más probable es que la opción por la autonomía triunfe en el referéndum.

El Movimiento Fuerza Ecuador es una organización independiente de partidos políticos. La mayoría de sus miembros son jóvenes, entre ellos muchos desempleados. Los observadores no descartan que el grupo se convierta en el futuro en un partido político, pero por ahora su única actividad es el reclamo de autonomía.

No es un movimiento nacionalista, sino regionalista y anticentralista.

Mata consideró que el proceso que se inicia con la presentación de las firmas es un desafío muy grande para el país.

"Fuerza Ecuador y los ciudadanos vamos a vigilar que se realice ese plebiscito, que se haga la autonomía bien hecha, y si es necesario ganarle a los politiqueros de siempre en las elecciones, lo haremos", argumentó.

El ecuatoriano Juan Enríquez, experto en geopolítica de la Universidad de Harvard, Estados Unidos, aseguró que el caso de Guayaquil integra a Ecuador en el grupo de países de América Latina con probabilidades de dividirse, junto con Brasil, Chile, Colombia, México y Nicaragua.

"El momento histórico que vive la región es el más propicio" para la división, "porque están dadas las condiciones debido a la proliferación de ideas separatistas en varias naciones", aseguró Enriquez.

El abogado guayaquileño Ricardo Noboa Bejarano sostuvo, en cambio, que la falta de apoyo a la tesis de la autonomía de diferentes regiones del país puede ocasionar una revuelta nacional.

"Quienes se resisten al cambio son los políticos tradicionales y las elites capitalinas, pero esa resistencia es inconveniente para el país porque fomenta la desunión y va contra la historia", dijo.

Noboa representó a Guayas en la Asamblea Constituyente de 1997, cuando propuso sin éxito la incorporación de un artículo para establecer las autonomías directamente, sin necesidad de plebiscito.

Según Noboa, las corrientes que impulsan la autonomía no pretenden la disolución de Ecuador, sino mejorar la administración pública, porque así será más democrática.

"El sistema centralista, casi colonial, ha fracasado en el Ecuador. En otros países la descentralización profunda y en muchos casos las autonomías regionales y provinciales son una realidad, y a esos países les va muy bien", comentó Noboa.

Según el abogado, Ecuador no debe mirar hacia el caso de Yugoslavia sino al de España que "tiene cerca de 13 o 14 regiones autónomas y está más unida que nunca".

"No estimo que esto traiga la disolución de la República, pero sí se puede llegar a eso si no liberamos la potencialidad de cada región o provincia permitiendo administraciones autónomas, porque hoy el regionalismo y la animosidad entre ecuatorianos está en un punto muy alto", concluyó.

Además de Guayas, también exigen autonomía las provincias costeñas de Manabí (1,2 millones de habitantes) y Los Ríos (610.000), algunas de la Sierra Central y todas las de la región amazónica.

El Comité Cívico Interinstitucional Pro Autonomía de Manabí, integrado por distintas organizaciones, optó por presentar un proyecto de ley sobre autonomías provinciales directamente al Congreso Nacional.

Medardo Mora, coordinador del Comité, asegura que su provincia está preparada para asumir la autonomía pero que su aplicación debe ser progresiva.

Para Mora, el regionalismo es un propósito legítimo, pero si se lo plantea como tesis de separación o enfrentamiento es incorrecta

"Los tributos al consumo deben ir a las provincias. Los impuestos a la renta, importaciones y utilidades por venta de derivados de combustible que los utilice el Estado central para mantener los servicios que le correspondan constitucionalmente", señaló.

Los representantes de Orellana, Sucumbíos, Napo, Pastaza, Morona-Santiago y Zamora-Chinchipe, las seis provincias que integran la región amazónica, prefieren la autonomía de toda la región.

Entre los días 21 y 23, en la ciudad de Puyo, capital de la provincia de Pastaza, se realizará la Cumbre Amazónica en la que participarán autoridades locales, legisladores, dirigentes sindicales e indígenas, representantes de sectores sociales y empresariales, para definir la propuesta autonómica final.

El diputado Káiser Arévalo, de Zamora-Chinchipe, aseguró que la Amazonia no quiere separarse del país pero reclama el manejo de las rentas que producen las seis provincias, para invertirlas en obras para el desarrollo de la zona.

La región amazónica tiene una extensión cercana a la mitad de todo el territorio ecuatoriano y su población no llega a los 800.000 habitantes.

A pesar de que el petróleo de la Amazonia es una enorme contribución a las finanzas del Estado, sólo tres por ciento del presupuesto se revierte en la zona, que a la vez registra los más altos niveles de pobreza del país.

"En la propuesta autonómica, por primera vez se nota la unidad de todos los sectores que integran la región. Dejemos de hacer obras monumentales en Quito y Guayaquil y pensemos más en todo el país y en la Amazonia", dijo Arévalo.

El ministro de Defensa, José Gallardo, considera las aspiraciones de las provincias como legítimas, pero cree que es necesario establecer competencias.

"Se debe precisar cuáles son las actividades que le competen al gobierno central, que a primera vista están relacionadas con la seguridad, la justicia y con las relaciones exteriores", afirmó.

El presidente del Congreso, Juan José Pons, del partido de gobierno, se mostró preocupado ante las exigencias de autonomía, y dijo que era necesario analizar técnicamente la viabilidad de un sistema que debe generar recursos económicos para la propia provincia.

"Los representantes de las instituciones cívicas que respaldan las autonomías tienen que estudiar con mucha seriedad las propuestas político-administrativas, so pena de que desunan al país y, por ende, a todos los ecuatorianos", opinó Pons. (FIN/IPS/kl/mj/ip/99

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