La caída incontrolable del sucre frente al dólar hace temer en Ecuador un avance de los precios que derive en la hiperinflación.
Aunque la tendencia alcista ya se evidenciaba la semana anterior, fue en los dos últimos días que el dólar tuvo un alza inesperada de 16.300 sucres a 17.500, debido a una demanda inusual de divisas.
Entre enero y octubre, el sucre se depreció 154 por ciento, mientras la inflación del período asciende a 50 por ciento.
Para economistas, el alza del dólar es producto a la compra de la moneda estadounidense realizada por los bancos para hacer frente el próximo miércoles al descongelamiento de cuentas de ahorros en dólares.
El gobierno dispuso en marzo el congelamiento por un año de 50 por ciento de los saldos de las cuentas corrientes y de ahorros superiores a 200 dólares y el total de los depósitos en cuenta corriente y a plazo en moneda extranjera mayores a 500 dólares.
El congelamiento afectó a 2.500 millones de dólares, propiedad de los 3,5 millones de ecuatorianos.
Tras las protestas sociales de julio, que paralizaron durante dos semanas al país, el gobierno acordó con el movimiento indígena el adelanto del descongelamiento de las cuentas corrientes en sucres y de ahorros en dólares.
Las cuentas en sucres han sido descongeladas paulatinamente desde el acuerdo, mientras que las otras, que representan 200 millones de dólares, serán descongeladas la semana próxima.
El gobierno, en cambio, atribuyó el alza del dólar a la falta de acuerdo parlamentario para aprobar el presupuesto del 2000, condición establecida por el Fondo Monetario Internacional (FMI) para desembolsar un préstamo de 1.300 millones de dólares al país.
El proyecto de presupuesto enviado por el presidente Jamil Mahuad al parlamento asciende a 4.400 millones de dólares, de los cuales 2.408 corresponden al pago de intereses y capital de la deuda externa.
El proyecto plantea aumentar el impuesto al valor agregado (IVA) de 10 a 15 por ciento y llevar la base de cobro del impuesto individual a la renta de 500 dólares mensuales a 190. También propone incrementar el impuesto a la renta de las empresas de 15 a 25 por ciento sin tener en cuenta su tamaño.
Mahuad descartó acuerdos con los partidos de derecha, el Social Cristiano del alcalde de Guayaquil y ex presidente León Febres Cordero (1984-1988) y el Roldosista Ecuatoriano del ex presidente Abdalá Bucaram (1996-1997), que proponen la venta anticipada de petróleo para obtener recursos.
El gobierno y los partidos de centroizquierda aseguran que la venta anticipada de petróleo comprometería no solo el crudo extraído sino las reservas.
Los bloques de centroizquierda integrados por el indigenista Movimiento Pachakutik y la socialdemócrata Izquierda Democrática de ex presidente Rodrigo Borja (1988-1992) aceptan aumentar el IVA, pero solo dos por ciento.
Pero también exigen que se disminuya el porcentaje del presupuesto dedicado al pago de la deuda externa de 54 a 30 por ciento, así como reorientar la diferencia a gastos sociales.
Pablo Better, presidente del Banco Central, señaló que la institución no podrá proteger al sucre si no existe un acuerdo político parlamentario para el presupuesto y la reforma tributaria.
"Yo no puedo asumir, como (presidente del) Banco Central, la responsabilidad de lo que está pasando. Con la especulación política de si se aprueba o no el presupuesto, sube el dólar. Y el Banco Central no está interviniendo en el mercado", señaló.
Según Better, el precio del dólar debería situarse entre 12.500 y 12.600 sucres, pero el alza se produce por factores que no se pueden controlar con la política monetaria.
"Si llegamos hasta finales de noviembre y no tenemos una aprobación definitiva del acuerdo por parte del Directorio del FMI, yo veo la cosa terrible para el país, esto se va a deteriorar", dijo.
Better también dijo que no existe ningún plan económico alternativo para aplicar en caso de que no se apruebe el presupuesto tal como lo envió el gobierno, lo que impediría un acuerdo definitivo con el FMI.
"Sinceramente, no tengo plan, y no creo que el Banco Central pueda hacer algo en política monetaria para controlar la inflación y el tipo de cambio", aseguró.
El analista económico Alberto Acosta se mostró contrario a la tesis de que la única salida para el presupuesto es el alza del IVA y a la creencia de que la única salida de Ecuador es el acuerdo con el FMI.
"Si se lo sube de 10 a 12 por ciento el fisco recaudaría unos 120 millones de dólares, menos que los 200 millones que perdemos al año por el petróleo que no se cobra a las petroleras privadas y mucho menos que los 240 millones presupuestados para cubrir futuras quiebras bancarias", dijo Acosta.
"Basta mirar cómo manejó el FMI la crisis en los países asiáticos, en Rusia, en Brasil, para ver con cuánta demagogia se tejen esperanzas alrededor" de esa institución", agregó.
Acosta aseguró que el proyecto de presupuesto del gobierno desmorona la tesis que condujo a la suspensión del servicio de los bonos Brady, sustentada en la incapacidad de pago, pues "dedica 54 por ciento de los egresos a la deuda".
Algunos sectores cuestionan el hecho de que el gobierno siga salvando bancos quebrados y luego pida subir los impuestos.
En las últimas semanas fueron rescatados dos bancos que, según el gobierno, no corrían peligro, con lo que en los últimos 12 meses ascendieron a 15 las instituciones financieras en bancarrota.
El presidente de uno de esos bancos era también presidente del gubernamental Consejo Nacional de Modernización, encargado de instrumentar la privatización de las empresas estatales.
Luis Maldonado, presidente de la Federación Ecuatoriana de Exportadores, aseguró que uno de los componentes más graves de la crisis es el manejo irracional de los recursos que se entregan "a una banca inmoral, usurera y absolutamente irresponsable frente al país".
El analista político y editor del diario Expreso, de Guayaquil, Rubén Darío Buitrón, aseguró que el descontrol del dólar es uno de los síntomas más graves de la crisis económica que vive el país.
"El gobierno parece haber optado por dejar que las cosas lleguen a un punto del cual ya no es posible volver, como una manera de forzar a que el país acepte el único plan de gobierno en que ha basado su gestión el acuerdo con el FMI", aseguró Buitrón.
Raúl Mendizábal, presidente de la Cámara de la Pequeña Industria de Pichincha, aseguró que si se mantiene la tendencia alcista del dólar no descarta "el inminente cierre de unas 22.000 microempresas a nivel nacional".
"En cada empresa hemos tenido que reducir el personal a un 50 por ciento, y esto aumenta la crisis y el desempleo", afirma Mendizábal.
En medio de la crisis, la bonanza del mercado petrolero mundial ha sido lo único que le ha dado al país un respiro fiscal, pues de un precio de ocho dólares por barril en marzo se alcanzó uno de 22 dólares. (FIN/IPS/kl/mj/if/99